Una de cada tres personas en Europa es víctima, en un momento u otro, de alguna discriminación relacionada con su edad
El edadismo es una forma de discriminación social por cuestión de edad que afecta a muchas personas mayores. Según un informe de la ONU, una de cada dos personas discrimina por razón de edad. Una de las formas de edadismo más extendidas y de las que somos menos conscientes es el uso inadecuado del lenguaje. Esta entrevista con la doctora Vânia de la Fuente-Núñez se enmarca en el Programa de Personas Mayores de la Fundación ”la Caixa”, con más de 105 años de antigüedad, pretende seguir acompañando a las personas mayores a lo largo de su proceso de envejecimiento, contando con su compromiso y participación efectiva para mejorar su bienestar y contribuir al bien común.
Una de cada tres personas en Europa es víctima, en un momento u otro, de alguna discriminación relacionada con su edad. A pesar de avanzar hacia sociedades más diversas, los prejuicios de este tipo se siguen manifestando en todos los ámbitos, incluidos el laboral, el social y el cultural, y limitando las oportunidades de gran parte de la población.
El uso inadecuado de palabras como abuelito, jubilado o carca denotan edadismo hacia las personas mayores, tal como recoge el Glosario sobre edadismo impulsado por la Fundación ”la Caixa”. En esta línea, la doctora Vânia de la Fuente-Núñez, que recibió en 2013 una beca de posgrado de la Fundación ”la Caixa” para cursar un máster en el University College London, colabora con el programa de Personas Mayores de la Fundación ”la Caixa”.
Experta internacional en envejecimiento saludable y edadismo, ha liderado la Campaña mundial contra el edadismo de la OMS y ahora trabaja como consultora independiente asesorando a gobiernos y entidades públicas y privadas para mejorar la vida de las personas mayores.
UNA VIDA PLENA
Consciente de todo lo que pueden aportar las personas mayores a nuestra sociedad, el Programa de Personas Mayores de la Fundación ”la Caixa” pretende poner los medios para impulsar sus capacidades. Por ello, facilita estar cerca de ellas maximizando sus posibilidades de crecimiento personal, facilitando relaciones de apoyo para el desarrollo de una vida plena y comprometida con su comunidad y posibilitando vivir la vejez como una etapa de crecimiento y desarrollo personal.
La doctora Vânia de la Fuente-Núñez es médico y antropóloga. Ha trabajado como funcionaria internacional en la Organización Mundial de la Salud durante casi una década y es coautora del histórico Informe Mundial sobre el Edadismo de las Naciones Unidas. También lideró el área de formación y capacitación sobre envejecimiento saludable en la OMS, implementando programas de aprendizaje innovadores y elaborando políticas e intervenciones para fomentar el envejecimiento saludable en países y regiones de todo el mundo.
Previamente, Vânia de la Fuente-Núñez trabajó en la creación de guías éticas durante el acusado brote de ébola de los años 2014-15 y formó parte integral del Secretariado del Comité de Ética de Investigación de la OMS. También contribuyó al desarrollo del Observatorio Global de I+D en Salud. Antes de incorporarse a la OMS, ocupó puestos como médico, cooperante e investigadora en diversas ONG e institutos de investigación tanto en países de ingresos altos como bajos.
Nacida en España, Vânia de la Fuente-Núñez ha vivido y trabajado en el extranjero, en países como Canadá, Alemania, Suiza, Senegal y Gambia. Además de español, habla inglés, alemán y francés. Se licenció en Medicina por la Universidad de Santiago de Compostela, y obtuvo un máster en Filosofía, Política y Economía de la Salud en la University College London, y un grado en Antropología Social y Cultural en la UNED.
¿Cómo definiría el edadismo?
El edadismo es un cómputo de tres actitudes: estereotipos, prejuicios y discriminación, que dirigimos hacia otras personas o hacia nosotros mismos en función de la edad. Los estereotipos son nuestra manera de pensar; los prejuicios, la forma de sentir, y la discriminación, la de actuar. Es importante considerar estos tres factores porque se influyen mutuamente. Por ejemplo, utilizar un lenguaje infantilizante con las personas mayores, que es una forma de actuar, nos hace creer que tienen un deterioro cognitivo o problemas de audición, es decir, afecta a nuestro modo de pensar. Hay que considerar las tres dimensiones en conjunto.
Usted señala que no solo afecta a las personas mayores…
Podemos ser víctimas de edadismo a lo largo de toda la vida. De hecho, es el único -ismo que sufrimos todas las personas. Sin embargo, es un fenómeno que suele concentrarse en dos etapas: la juventud y la vejez. En Europa, por ejemplo, sabemos que una de cada tres personas reporta experiencias de edadismo y que son las jóvenes y las mayores las personas que más lo acusan.
¿Qué relación hay entre el edadismo y otras formas de discriminación?
Cuando distintas características se usan para discriminar a alguien se crean intersecciones entre ellas. No solo se suman los sesgos, sino que además se potencian mutuamente. Por ejemplo, en el cruce entre sexismo y edadismo vemos que las mujeres mayores son las que se llevan la peor parte. Según van sumando años, su estatus social sufre un declive desproporcionado en comparación con el de los hombres y soportan una presión muchísimo mayor para ocultar cualquier signo de vejez. Y son excluidas y discriminadas en diferentes entornos, como el sanitario o el laboral, donde parece que la mujer nunca tiene la edad correcta.
GLOSARIO SOBRE EDADISMO
Las palabras que utilizamos reflejan lo que pensamos y sentimos, y pueden estar marcadas por estereotipos y prejuicios. El lenguaje puede infantilizar, despersonalizar y deshumanizar a las personas mayores. Y el Glosario sobre edadismo de la Fundación ”la Caixa” invita a la reflexión sobre todas esas palabras y expresiones edadistas que les afectan. El Glosario sobre edadismo es el resultado de un riguroso proceso de recopilación y selección de palabras y expresiones edadistas facilitadas por participantes del Programa de Personas Mayores de la Fundación ”la Caixa” en distintas ciudades de España, así como también a través de la campaña en redes sociales No soy tu abuelo, lanzada el 15 de junio de 2022 con motivo del Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. De entre las más de 300 palabras y expresiones recogidas se han seleccionado las 45 más representativas. Cada palabra o expresión permite desarrollar una reflexión conceptual sobre el edadismo, subrayando la dignidad de la persona con el fin de plantear una reflexión clara y cercana sobre el edadismo.
¿Hay más edadismo en unas culturas que en otras?
El edadismo está en todas partes, no hay país que se libre de ello. Lo que sí ha sorprendido es que, en el caso de las personas mayores, el fenómeno es más pronunciado en países de ingresos bajos y medios bajos. Esto desconcierta por los tópicos asociados a algunas zonas de África y del sudeste asiático, donde se aprecia muchísimo el valor de la piedad filial, el cuidar de nuestros padres en la vejez. Se creía que esto era incompatible con la existencia de edadismo, pero no es así.
¿Cuál es la situación en España?
En la actualidad, alrededor del 50% de la población española percibe que hay discriminación por edad hacia las personas de 55 años o más. Aunque no tenemos datos sobre edadismo hacia la gente joven, la cantidad de personas de esta franja que reportan haberlo sufrido nos hace creer que la cifra puede ser similar.
Ser niño, adulto o mayor se percibe a simple vista. ¿Hasta qué punto se puede tratar a alguien sin que nos influya su edad?
La edad es una de las primeras circunstancias en las que nos fijamos cuando interactuamos con otra persona, igual que podemos ver el color de su piel o si es hombre, mujer o de otro género; sin embargo, lo único que nos indica la edad es el número de años que ha vivido.
El edadismo surge cuando esta característica se instrumentaliza y se utiliza para categorizar y dividir, cuando pensamos que todas las personas que han nacido en una época determinada son de una forma y merecen un trato diferente. Eso genera una serie de problemas que vemos en todas partes, no solo en las instituciones, también en las relaciones que tenemos unos con otros e incluso con nosotros mismos.
¿Qué ocurre con los tópicos que parecen positivos, como que hay que respetar a las personas mayores?
Deberíamos respetar a las personas porque son personas, no porque tienen una edad determinada. Otro estereotipo afirma que las personas mayores son sabias, pero uno puede tener muchos años y no saber más que una persona de 15 años. Al final, es algo que depende de las experiencias y los conocimientos que hemos adquirido, no tiene nada que ver con la edad.
Es importante señalar que, aunque hay tópicos que se consideran positivos, son generalizaciones que se hacen sin conocer a los individuos, solo sobre la base de su fecha de nacimiento. Por lo tanto, pueden ser igualmente perjudiciales.
¿Cómo conviven la discriminación positiva y la lucha contra el edadismo?
La discriminación positiva trata de corregir desigualdades que se han dado históricamente y de manera sistémica. Lo importante es implementarla a partir de evidencias que demuestren su necesidad. Si miramos los datos de empleo en España, por ejemplo, vemos que a finales del año pasado el 50% de las personas sin trabajo se concentraba en las franjas de edad de entre 20 y 29 años, por un lado, y de entre 50 y 59 años, por otro.
Las políticas de discriminación positiva pueden ayudar a los grupos que son excluidos del mercado laboral de manera sistemática. Lo fundamental es que estén basadas en datos y que se evalúen a lo largo del tiempo para que no se perpetúen estereotipos y para asegurar que cumplen su propósito sin causar efectos secundarios negativos.
La esperanza de vida es cada vez más larga. ¿Eso hace que surjan más diferencias entre generaciones?
Personas mayores ha habido siempre. Y es posible que edadismo también. De hecho, hay textos de Aristóteles, por ejemplo, en los que habla bastante mal de la vejez. No es que solo sea un fenómeno contemporáneo.
Respecto a las diferencias entre generaciones, creo que una mayor longevidad es una grandísima ganancia en diversidad que abre oportunidades para la convivencia. El discurso de las supuestas diferencias entre generaciones está muy exagerado, manipulado y explotado, tanto por medios de comunicación como en el ámbito político. Genera más clics y desvía la atención del hecho de que muchos de los problemas que sufren tanto personas mayores como jóvenes son comunes, por lo que podrían aunar esfuerzos para abordarlos.
¿Qué papel juegan los medios de comunicación en la difusión de este discurso?
Los medios tienen un rol importantísimo porque influyen en nuestra manera de entender la realidad. Hay que luchar contra la estereotipación de los grupos de edad, como la que vimos durante la pandemia, que fue horrible, cuando se caracterizaba de manera sistemática a la gente joven como egoísta e invencible, y a la gente mayor, como vulnerable y dependiente. Otro aspecto relacionado con la comunicación es que las personas mayores de 65 años en España son el 20% de la población, pero si enciendes la televisión son invisibles, es como si no existiesen. Tú vas por la calle y están ahí. ¿Por qué no tienen un papel en los medios?
¿Será porque domina el culto a la juventud?
Los medios tienen que jugar un papel crucial en la lucha contra el discurso antienvejecimiento, que cada vez empieza antes. Hay chicas de 20 años o menos que ya están intentando no parecer mayores. Es algo que transforma el paso del tiempo en una verdadera pesadilla para millones de mujeres en todo el mundo. Por otro lado, también hay que remarcar que se anhela la juventud como concepto abstracto, porque en la realidad también hay muchísima discriminación hacia la gente joven.
INFORME DE LA OMS
El Informe mundial sobre el edadismo de la OMS provee un marco de acción para reducir el edadismo, incluidas recomendaciones específicas para diferentes actores (por ejemplo, gobierno, agencias de la ONU, organizaciones de la sociedad civil, sector privado, etc.). Reúne la mejor evidencia sobre la naturaleza y magnitud del edadismo, sus determinantes y su impacto. Describe qué estrategias funcionan para prevenir y contrarrestar el edadismo, identifica brechas y propone líneas de investigación para mejorar el conocimiento sobre el edadismo.
¿Qué medidas se están tomando contra el edadismo en el mundo?
Por suerte he podido ver muchas iniciativas globales y contribuir a ellas. En la región de las Américas, por ejemplo, se ha creado la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que es el primer instrumento jurídico vinculante que asegura, protege y promueve los derechos en la vejez.
También destacaría actividades intergeneracionales que se llevan a cabo en distintos países, como un programa de la ciudad de Oporto donde personas jóvenes que necesitan vivienda asequible conviven con mayores que comparten su casa porque no quieren vivir solas. Hay programas intergeneracionales similares en España, como el de Vivir y Convivir en Barcelona.
¿Es necesario actuar también en el ámbito educativo?
Lo que sabemos es que a los cuatro años ya somos conscientes de los estereotipos por edad que existen en nuestra cultura porque vemos cómo interactúan nuestros familiares con otras personas, por la influencia de la televisión, etc. Es algo que vamos interiorizando poco a poco hasta que nos lo aplicamos a nosotros mismos.
Por eso son necesarias actividades educativas que nos permitan hablar sobre el envejecimiento. Cuando tienes 10 años y te preguntan qué quieres ser de mayor, tu imaginación te lleva a tu yo de 20 o 30 años como mucho. Es una lástima porque eso nos impide pensar en la vejez como una etapa de la vida en la que puedes disfrutar igual que en las demás.
Usted lideró la campaña mundial contra el edadismo de la OMS y continúa luchando dentro y fuera de España para hacerle frente. Visto en perspectiva, ¿cuál es su balance?
Creo que hemos conseguido cambios sin precedentes, en gran medida gracias al lanzamiento del primer Informe mundial sobre el edadismo de las Naciones Unidas, de 2021, que ayudó a visibilizar el problema y a poner sobre la mesa una serie de soluciones. Para su redacción invertimos mucho tiempo en recopilar y analizar la evidencia existente, investigando para entender la magnitud y el impacto real del problema y para identificar estrategias eficaces para plantarle cara.
En la actualidad sabemos que hay 93 países que ya tienen programas y políticas para abordar el edadismo, y 105 países que tienen legislación para prohibir la discriminación por edad. Otro aspecto importante es que, gracias a estos esfuerzos, la palabra edadismo está incluida en los diccionarios español, gallego y catalán, por ejemplo. Si no tienes una palabra para hablar de un concepto, es como si no existiese. Seguimos teniendo desafíos, pero cada vez veo más interés en entidades y gobiernos e incluso en la gente de a pie por aprender más y llevar a cabo acciones. Un mundo para todas las edades está a nuestro alcance.