Por Benito Guerrero
21/10/2017
Reunir en una exposición una selección de tesoros bibliográficos, tan representativa y selecta como la que podemos encontrar este mes en el Real Alcázar de Sevilla, supera con mucho los sueños que hayan podido tener coleccionistas como Margarita de Austria, el Duque de Berry, la zarina Catalina la Grande o Isabel la Católica. El trabajo que M. Moleiro realiza hoy en día es único en el sector editorial. Toda la labor de conservación, estudio y democratización de las grandes joyas bibliográficas desarrollada por el editor, durante 25 años, solo ha sido posible gracias a la complicidad de directores, conservadores, fotógrafos, restauradores de las bibliotecas y museos que los conservan.
Por primera vez, estos tesoros, 40 en total, pueden admirarse y hojearse, folio a folio, en esta exposición. Una biblioteca de ensueño que abarca medicina, alquimia, cartografía de la época de los descubrimientos, música, libros de horas, biblias, cinegética y sexología en un viaje que recorre del siglo II a.C. hasta el año 1582.
La editorial M. Moleiro solo clona obras maestras del patrimonio bibliográfico mundial, ricamente iluminadas y conservadas en las bibliotecas y museos más importantes del mundo como el Metropolitan Museum of Art y la Morgan Library & Museum de Nueva York; la British Library de Londres; la Biblioteca Nacional de Francia en París y la Biblioteca Nacional de Rusia, entre otros. Durante todo el proceso trabajan en estrecha colaboración con los conservadores de cada institución.
Una fidelidad absoluta
El objetivo de la editorial es presentar un códice difícilmente distinguible del original que pueda sustituirlo en exposiciones y esté a disposición de investigadores. La tecnología empleada para la reproducción de los códices, junto al saber hacer y la destreza de sus maestros artesanos, permiten a M. Moleiro mantener una fidelidad absoluta. Todas las ediciones son primeras, únicas e irrepetibles, limitadas a 987 ejemplares, numerados y certificados con un acta notarial que da fe de su exclusividad. La labor de este editor es una tarea sin tiempo medido, en la que se emplea todo lo que el códice requiera. Los estudios previos de los soportes materiales son exhaustivos y los métodos aplicados no aceptan limitaciones.