Ninguna historia de amor en el mundo de la ciencia es tan famosa como la de Pierre y Marie Curie. En 1903 la pareja recibió el Premio Nobel de Física con Henri Becquerel por sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación. Esta pareja es la quintaesencia de las «almas gemelas» unidas por la investigación científica. Pero este año les ha salido competencia. Y todo a la luz de la carrera por hallar la vacuna contra la COVID-19. Se trata del matrimonio Uğur Şahin y Özlem Türeci.
La pareja es el equivalente a un «equipo de ensueño», de esos que se forman con lo más granado de LaLiga o la NBA, pero en el campo de la investigación científica. Unieron sus talentos y recursos para proteger a la humanidad de un virus que ha matado a más de un millón de personas y poner fin a una pandemia que ha trastornado las economías de todo el mundo.
En buena parte ha sido gracias a ellos que el mundo dio un suspiro de alivio y esperanza, ante la noticia de que la vacuna experimental desarrollada por la empresa de biotecnología alemana BioNTech y la farmacéutica estadounidense Pfizer ha mostrado resultados positivos en los importantes ensayos de fase 3. En medio del revuelo global, Uğur Şahin y Özlem Türeci mostraron una modestia ejemplar.
¿Quiénes son Uğur Şahin y Özlem Türeci?
Al igual que en el caso de los esposos Curie, esta pareja es también una muestra de que el cruce de culturas puede resultar altamente enriquecedor. No hay que olvidar que Marie Curie nació en Polonia y luego se hizo ciudadana francesa. Su nombre de nacimiento era Maria Salomea Skłodowska. Mientras que Pierre Curie nació en Francia.
Uğur Şahin es turco de nacimiento pero criado en Alemania, mientras que Özlem Türeci es hija de un médico turco que emigró a tierra alemana. Ambos cofundaron en 2008 la empresa de biotecnología BioNTech. Es el laboratorio que en alianza con Pfizer anunció que la vacuna experimental contra la COVID-19 mostró un 90% de efectividad. Ni más ni menos.
Türeci se describió a sí misma como una «turca de Prusia». Habla con frecuencia de su admiración por las monjas que cuidaban a los pacientes en el hospital de su padre. Mientras, Şahin encontró inspiración y vocación en los libros de ciencia que sacó de la biblioteca de la iglesia de su parroquia.
Después de obtener su título de médico con una tesis sobre el tratamiento de inmunoterapia para las células cancerosas, Şahin siguió a su supervisor de doctorado a la Universidad de Saarland, donde Türeci estudiaba medicina.
Por amor a la ciencia
Al igual que Marie y Pierre Curie, Uğur Şahin y Özlem Türeci muestran un amor por la ciencia más allá de toda prueba. La pareja se casó en 2002. Interrumpieron su investigación solo brevemente para quitarse sus batas de laboratorio y correr a la oficina de registro el día de su boda. Su hija nació cuatro años después.
Actualmente Uğur Şahin ocupa el cargo de director ejecutivo, mientras que Özlem Türeci es directora médica de BioNTech. Şahin es conocido por ir en bicicleta hasta la sede de la empresa, valorada actualmente en 21.900 millones de dólares (18.640 millones de euros).
Una predicción audaz
Hace dos años, el Dr. Şahin subió al escenario en una conferencia en Berlín e hizo una predicción audaz. En declaraciones a una sala llena de expertos en enfermedades infecciosas dijo que su empresa podría utilizar su tecnología de ARN mensajero para desarrollar rápidamente una vacuna en caso de una pandemia mundial.
En ese momento, Şahin y BioNTech eran poco conocidos fuera del pequeño mundo de las nuevas empresas biotecnológicas europeas. Desde sus orígenes, la empresa se centró principalmente en los tratamientos contra el cáncer. Nunca había lanzado un producto al mercado. La COVID-19 aún no existía. Pero sus palabras resultaron proféticas.
Una búsqueda avanzada
BioNTech comenzó a trabajar en la vacuna en enero, después de que el Dr. Sahin leyó un artículo en la revista médica The Lancet que lo dejó convencido de que el coronavirus, que en ese momento se propagaba rápidamente en partes de China, estallaría en una pandemia. Los científicos de la empresa, con sede en Mainz, Alemania, cancelaron las vacaciones y se pusieron a trabajar en lo que llamaron Proyecto Velocidad de la Luz.
Esta semana, BioNTech y Pfizer anunciaron que una vacuna para el coronavirus desarrollada por el Dr. Sahin y su equipo fue más del 90% efectiva para prevenir la enfermedad entre los voluntarios del ensayo que no tenían evidencia de haber sido infectados previamente. Los asombrosos resultados colocaron a BioNTech y Pfizer al frente de la carrera para encontrar una cura para una enfermedad que ha matado a más de 1,2 millones de personas en todo el mundo.
El Dr. Sahin dijo que los resultados de la prueba fueron sobre todo una «victoria para la innovación, la ciencia y un esfuerzo de colaboración global», que con suerte podría ayudar al mundo a «recuperar un sentido de normalidad».
Los comentarios insinuaban el rigor científico y la ética de trabajo que han hecho que la compañía de Uğur Şahin y Özlem Türeci supere a los competidores más significativos en la carrera por una vacuna contra la COVID-19, y convirtió a la pareja en los primeros alemanes con raíces turcas en ingresar a lista de ricos de su país este otoño, en el número 93.
Fiel a su origen europeo
Pfizer y BioNTech llegaron a un acuerdo con la Comisión Europea para suministrar 200 millones de dosis de su candidata a vacuna contra la COVID-19 a los estados miembros de la Unión Europea, con la opción de que la Comisión solicite 100 millones de dosis adicionales. Se prevé que las entregas comiencen a fines de 2020, sujetas al éxito clínico y la autorización regulatoria.
Las dosis de vacuna para Europa se producirán en los centros de fabricación de BioNTech en Alemania, así como en las instalaciones de Pfizer en Bélgica. Si la vacuna candidata recibe la aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos, la CE liderará el proceso de asignación de las dosis entre los Estados miembros del bloque que hayan elegido recibir la vacuna como parte del acuerdo.
«Como empresa fundada en el corazón de Europa, esperamos abastecer a millones de personas con la aprobación regulatoria. Nos gustaría agradecer a la Comisión y a los Estados miembros por su apoyo y confianza en nuestra vacuna candidata para la COVID-19. Nuestro objetivo es desarrollar una vacuna segura y eficaz que contribuya a poner fin a esta pandemia. Solo a través de esfuerzos conjuntos podremos hacerlo», dijo Uğur Şahin.
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