Un equipo de astrónomos dijo que encontró una galaxia extremadamente distante, y por lo tanto muy joven, que los sorprendió por parecerse mucho a nuestra Vía Láctea. La formación está a 12.000 millones de años luz de distancia. Por ello la vemos como era hace 12.000 millones de años, cuando, según estimaciones, el universo tenía solo 1.400 millones de años.
La galaxia se llama SPT0418-47. No parece tener brazos espirales como los tiene la Vía Láctea, dijeron estos astrónomos, pero posee otras dos características que sí son similares con nuestro «vecindario cósmico».
El descubrimiento es relevante porque la galaxia SPT0418-47 no es en absoluto caótica. Según los investigadores, el hallazgo «contradice las teorías de que todas las galaxias del Universo temprano eran turbulentas e inestables». El equipo de astrónomos usó el telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) ubicado en el norte de Chile, dijo el Observatorio Europeo Austral (ESO) en un comunicado.
Menos caos al inicio del Universo
Para los astrónomos fue una gran sorpresa encontrar que la SPT0418-47 es en realidad bastante similar a las galaxias cercanas. Este descubrimiento es contrario «a todas las expectativas de los modelos y anteriores observaciones menos detalladas», dijo Filippo Fraternali, del Instituto Astronómico Kapteyn de la Universidad de Groningen en los Países Bajos, coautor de la investigación.
Hubieran esperado que una galaxia vista a una distancia de 12.000 millones de años luz fuera «turbulenta e inestable». Se sorprendieron al encontrar a SPT0418-47, con un disco y una protuberancia similar a nuestra Vía Láctea. Dicen que esta galaxia es la «hermana» de la Vía Láctea más distante que se haya encontrado hasta ahora.
Este descubrimiento sugiere que el universo temprano puede no ser tan caótico como se creía. Plantea muchas preguntas sobre cómo se pudo haber formado una galaxia bien ordenada tan poco después del Big Bang.
Un notable avance
Este hallazgo supone un «gran avance en el campo de la formación de galaxias, mostrando que las estructuras que observamos en las galaxias espirales cercanas y en nuestra Vía Láctea ya estaban en su lugar hace 12.000 millones de años», dijo Francesca Rizzo, estudiante de doctorado del Instituto Max Planck de Astrofísica, quien dirigió la investigación.
«Cuando vi por primera vez la imagen reconstruida de SPT0418-47 no podía creerlo: se estaba abriendo un cofre del tesoro», agregó.
La coautora del estudio Simona Vegetti, del Instituto Max Planck de Astrofísica en Alemania, dijo que lo que encontraron fue bastante desconcertante. «A pesar de que se forman estrellas a un ritmo elevado y, por lo tanto, es el sitio de procesos altamente energéticos, SPT0418-47 es el disco de galaxias mejor ordenado jamás observado en el universo temprano«.
«Este resultado es bastante inesperado y tiene importantes implicaciones sobre cómo pensamos que evolucionan las galaxias», aseguró.
El nuevo hallazgo sigue al descubrimiento anterior anunciado en mayo de un enorme disco giratorio visto a una distancia similar. SPT0418-47 se ve con más detalle. Tiene un bulto además de un disco, lo que lo hace aún más similar a nuestra Vía Láctea actual que la estudiada anteriormente.
Los estudios futuros, incluido el Extremely Large Telescope de ESO, buscarán descubrir qué tan típicas son realmente estas galaxias de disco «bebés». También intentarán determinar si suelen ser menos caóticas de lo previsto. Con ello se abrirán nuevas vías para que los astrónomos descubran cómo evolucionaron las galaxias.
No será como la Vía Láctea
Debido a las similitudes, cabría preguntarse si SPT0418-47 evolucionará hasta convertirse en otra Vía Láctea. Sin embargo, los astrónomos dijeron que no lo creen.
Esperan que evolucione hacia una galaxia muy diferente de nuestra Vía Láctea y que se una a la clase de galaxias elípticas. Estas carecen de brazos espirales y en cambio se parecen un poco a los balones de fútbol americano.
Una «lupa galáctica»
Debido a que estas galaxias están tan lejos, las observaciones detalladas incluso con los telescopios más poderosos son casi imposibles, ya que las galaxias parecen pequeñas y débiles.
El equipo superó este obstáculo al utilizar una galaxia cercana como una poderosa lupa, un efecto conocido como lente gravitatorio, que permite a ALMA ver el pasado distante con un detalle sin precedentes. En este efecto, la atracción gravitacional de la galaxia cercana distorsiona y dobla la luz de la galaxia distante, haciendo que parezca deformada y ampliada.
La galaxia distante con lentes gravitatorios aparece como un anillo de luz casi perfecto alrededor de la galaxia cercana, gracias a su alineación casi exacta. El equipo de investigación reconstruyó la forma real de la galaxia distante y el movimiento de su gas a partir de los datos de ALMA utilizando una nueva técnica de modelado por computadora.
Esta investigación fue presentada en el artículo «Una galaxia de disco dinámicamente frío en el Universo temprano», publicado en la revista Nature.
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