Cada vez surgen más descubrimientos sobre el coronavirus y sus efectos en el cuerpo humano. Uno de los más recientes asegura que las personas que desarrollan síntomas más graves de COVID-19 podrían tener una peor microbiota intestinal que los que padecen una enfermedad más leve. Esto es debido a que las bacterias presentes en el aparato digestivo podrían influir en la respuesta inmunológica del organismo frente al virus
Aunque la COVID-19 es una patología principalmente respiratoria, la ciencia ha revelado que las bacterias del intestino, que se conocen como flora o microbiota intestinal, también pueden desempeñar un papel crucial en el progreso de la enfermedad. Así lo sugiere una investigación publicada en la revista «Gut».
José María Ordovás, uno de los investigadores del estudio, explica que tener un microbiota alterado (disbiosis) afecta de manera negativa al intestino y aumenta la inflamación, lo que incrementa el riesgo de agravar la infección por coronavirus.
Microbiotas diferentes en pacientes COVID y personas sanas
Para la investigación se han analizado muestras de sangre, heces, y los historiales médicos de 100 pacientes ingresados con COVID-19. Pero también de 78 personas sin la enfermedad. Los resultados han demostrado que la composición de la flora intestinal es muy diferente entre los pacientes y las personas sanas. Independientemente de los tratamientos con fármacos que hayan recibido.
Los pacientes con COVID-19 presentaron un mayor número de bacterias nocivas en el intestino. Pero menos especies consideradas como buenas, que pueden influir en la respuesta del sistema inmunitario frente a la infección con el virus SARS-CoV-2.
En las muestras de sangre se observó un desequilibrio microbiano, que se ha relacionado con niveles altos de citoquinas inflamatorias y marcadores sanguíneos de daño tisular (el que se produce en la piel), como la proteína C reactiva y ciertas enzimas. Todo ello significaría que la composición de la microbiota influye en el sistema inmune cuando el virus se introduce en el organismo. Esto puede afectar potencialmente a la gravedad y a las consecuencias de la enfermedad.
Síntomas de COVID-19 que se relacionan con el intestino
Otra investigación reciente sobre el tema, que ha llevado a cabo la Sociedad Americana de Microbiología, ha indicado que muchos de los pacientes positivos en coronavirus tienen náuseas, diarrea y vómitos, lo que sugeriría que cuando el SARS-CoV-2 entra en el tracto intestinal la enfermedad COVID-19 se ve agrava, pues el virus entra en contacto con la superficie del tracto digestivo y de ahí, a los órganos internos.
Para evitar que esto pase, los expertos recomiendan una dieta variada, rica en frutas y verduras. Un ejemplo es la dieta mediterránea, que ha demostrado en diversos estudios que ayuda a que proliferen bacterias beneficiosas para la flora intestinal y, por lo tanto, para la salud de la persona.
Otras investigaciones con resultados similares
En otro trabajo, publicado en «mBio», se asegura que una mala salud intestinal afecta negativamente el pronóstico de la COVID-19. Esta revisión afirma que la disfunción intestinal puede exacerbar la gravedad de la infección al permitir que el virus acceda a la superficie del tracto digestivo y los órganos internos. Dichos órganos son vulnerables a la infección porque tienen ACE2 generalizado, una proteína diana del SARS-CoV-2, en la superficie.
El estudio coordinado por el microbiólogo Heenam Stanley Kim, de la Universidad de Seúl (Corea), se ha demostrado que las personas con patologías previas (hipertensión arterial, diabetes y obesidad), o de edad avanzada presentan un mayor riesgo de COVID-19 grave. Pero ambos factores, la edad avanzada y las condiciones crónicas, están relacionadas también con una microbiota intestinal alterada.
Este desequilibrio puede afectar la integridad de la barrera intestinal, considera Kim, lo que puede permitir que los patógenos accedan más fácilmente a las células del revestimiento intestinal.
Hasta ahora, no se ha demostrado el vínculo entre la salud intestinal y el pronóstico de COVID-19. Algunos investigadores señalan que los microbiomas intestinales no saludables pueden ser una razón de por qué algunas personas tienen infecciones tan graves. Pero los estudios realizados hasta ahora apuntan a una relación complicada.
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