Existe un animal marino capaz de regenerar todos sus órganos. Se trata de la Polycarpa mytiligera, una especie de ascidia que fue descubierta recientemente por un grupo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv, en el golfo de Eviat. Como si le cortasen la cola a una salamandra, pero a un nivel superior. A este animal marino pueden cortarle en tres pedazos y aún así recuperaría su forma original.
El hallazgo se publicó en la revista Frontiers in Cell and Developmental Biology. Las ascidias son especies que se encuentran en todos los océanos y mares del mundo. A menudo se camuflan como bultos en las rocas, por lo que no es fácil verlas a simple vista. Sin embargo, el animal en el que está centrada la investigación es en la especie Polycarpa mytiligera, muy común en los arrecifes de coral de Eilat.
Noa Shenkar, principal autor del estudio, asegura que la capacidad de regenerar órganos es común en el reino animal, e incluso entre los cordados se pueden encontrar animales que regeneran órganos, como el gecko, al que le puede crecer una nueva cola. Pero en ninguno de esos casos los animales pueden regenerar sistemas corporales completos. Ahora, con el hallazgo, la investigación profundiza en un cordado que puede regenerar todos sus órganos incluso si se separa en tres partes, y cada una de ellas sabe exactamente cómo recuperar el funcionamiento de todos sus sistemas corporales faltantes en corto tiempo.
Polycarpa mytiligera
Para los investigadores, la especie Polycarpa mytiligera es un organismo simple que consta de dos aberturas, una de entrada y otra de salida. Dentro de su cuerpo existe un órgano central que se asemeja a un colador de pasta. La forma en la que funciona es succionando agua a través del punto de entrada del cuerpo, el colador filtra las partículas de comida que quedan en el cuerpo y el agua limpia sale por el punto de salida.
Las ascidias son famosas por su capacidad regenerativa. Incluso, entre los invertebrados, se considera que son los más cercanos a los humanos desde un punto de vista evolutivo. Hasta ahora sus habilidades se han identificado principalmente en la reproducción asexual. Nunca antes se había detectado una capacidad regenerativa tan alta en un animal cordado que se reproduce solo por tener una pareja.
Otras especies de ascidias realizan una regeneración simple para poder reproducirse. Tal Gordon,cuya tesis doctoral incluyó esta investigación, explica que son especies con un estilo de vida colonial, con muchos individuos idénticos conectados entre sí. Pero la ascidiana de Eilat, Polycarpa mytiligera, es un organismo con un estilo de vida solitario, sin capacidad para la reproducción, similar a los humanos. Es decir, a pesar de su estilo poco sociable, la Polycarpa mytiligera necesita encontrar una pareja para perpetuarse.
Capaz de regenerar su cuerpo por completo
Otros investigadores en estudios anteriores habían observado que la Polycarpa mytiligera era capaz de regenerar su sistema digestivo y sus puntos de entrada y salida en unos pocos días. No obstante, esta nueva investigación demuestra que también puede hacerlo con el resto de su cuerpo.
El experimento consiste en tomar algunas ascidias individuales de Eilat y diseccionarlas en dos partes. Luego, se pudo observar que fueron capaces de reponer las secciones extraídas sin ningún problema. En un experimento posterior diseccionaron varias docenas de ascidias en tres fragmentos, dejando una parte del cuerpo sin centro nervioso, corazón y parte del sistema digestivo. Y contrariamente a sus expectativas, no solo cada parte sobrevivió a la disección por sí sola, sino que todos los órganos se regeneraron en cada una de las tres secciones. Por lo que, en lugar de una ascidia, ahora había tres. Para los científicos el hallazgo es «algo asombroso». Hasta la fecha no se había descubierto esa capacidad regenerativa entre una especie solitaria que se reproduce sexualmente.
Desde la creación de la humanidad, los seres humanos han estado fascinados por la capacidad de regenerar órganos dañados o faltantes. Una capacidad maravillosa que tenemos en una medida muy limitada. A los investigadores les gustaría entender cómo funciona para tratar de aplicarlo dentro de nuestro propio cuerpo. «Cualquiera que practique snorkel en el golfo de Eilat puede encontrar esta intrigante ascidia, que puede ayudarnos a comprender los procesos de renovación de tejidos que pueden ser aplicados también para conocer más sobre la raza humana», asegura el profesor Shenkar.
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