OpenDemocracy publicó una escandalosa investigación que demuestra que Servant Foundation financió la campaña millonaria para “reinventar la imagen de Jesús” y acercarlo a los estadounidenses más jóvenes. Esta organización cristiana sin fines de lucro, también es la principal fuente de ingresos de la organización de abogados cristianos Alliance Defending Freedom.
La Alliance Defending Freedom combate abiertamente los derechos de la comunidad LGBTIQ, la igualdad de los derechos de la mujer, el matrimonio igualitario y el aborto. Además es la principal promotora de iniciativas para que se retomen los valores más tradicionales de ese país, y se les ha acusado en varias ocasiones, de realizar campañas de odio dentro y fuera de Estados Unidos en contra de las minorías. Ellos niegan todas estas acusaciones.
Jesús, «un influencer cancelado» por defender sus convicciones
La última campaña millonaria que puso en marcha Servant Foundation fue renovar la imagen de Jesús para diversas iglesias cristianas. Expertos describen que es un plan de marketing con un enorme financiamiento que “vende” la imagen de Jesús de Nazaret como “un influencer cancelado” por defender sus convicciones y el lema es: He Gets Us “Él nos comprende” o “Él nos atrapa” dirigida a los más jóvenes.
Los avisos del Jesús influencer se emitieron a inicios de este año en el Super Bowl, la final de la liga nacional de fútbol americano, y aparecen en vallas publicitarias a lo largo y ancho de Estados Unidos desde hace más de un año.
Servant llegó a las portadas de los medios por su publicidad en el Super Bowl, que hace parte de la campaña He Gets Us, valorada en 300 millones de dólares y concebida para impulsar los objetivos del evangelismo más conservador, pero en los más jóvenes.
Los recursos millonarios llegan a través de las DAF
¿Cómo llegan tantos millones de dólares a la cuenta de Servant Founation desde la Alliance Defending Freedom? A través de las DAF, que son unas cuentas de inversión benéfica que asesoran y facilitan a los millonarios de ese país, la realización de donativos a causas con las que ellos deseen solidarizarse.
El donante ingresa dinero en su cuenta, recibe una deducción fiscal inmediata, aunque la donación no haya sido designada a ninguna organización específica y mientras, ese dinero permanece en una cuenta, puede hacer inversiones y ganar intereses, hasta que es finalmente entregado a un beneficiario como una donación.
El donante puede permanecer en el anonimato incluso para los beneficiarios de la donación y para el Internal Revenue Service, la autoridad impositiva estadounidense. Alguien da dinero a una organización y esta ignora su procedencia, incluso el ente recaudador de impuestos de ese país.
No se sabe de dónde viene el dinero
Al contrario de lo que obliga la ley para las fundaciones privadas, las DAF no tienen obligación legal de donar un porcentaje mínimo anual de sus bienes al Estado.
La National Christian Foundationy Servant Foundation se encuentran entre las 12 operadoras de DAF que, entre 2017 y 2020 transfirieron 272 millones de dólares a 36 organizaciones estadounidenses dedicadas a restringir los derechos de las mujeres y las personas LGBTIQ, dentro y fuera de Estados Unidos, según denunció la misma investigación.
El donante o cliente, en este caso, puede indicar a las operadoras de DAF a dónde quiere que vaya su dinero, pero la operadora tiene el control legal sobre ese dinero, que puede pasar por otras operadoras de DAF antes de ser efectivamente donado.
El análisis realizado por openDemocracy, una web de debate sobre cultura y política global, expuso que las declaraciones fiscales de Servant Foundation, en los últimos 5 años, crecieron hasta convertirse en la principal fuente identificable de dinero para Alliance Defending Freedom (ADF) catalogada como grupo de odio anti-LGBTIQ por el Southern Poverty Law Center (SPLC).
Las cifran de los cristianos se multiplicaron como los peces
En total, Servant transfirió a ADF 65,9 millones de dólares entre 2018 y 2021, un promedio de más de 16 millones de dólares por año. Así, los ingresos anuales de ADF por concepto de donaciones pasaron de 55 millones de dólares en 2017 a 96,8 millones en 2021, según openDemocracy.
Servant aumentó sus ingresos significativamente desde que se separó de la National Christian Foundation (NCF), a la cual estuvo afiliada desde su creación, en 2000, hasta 2017. En esos años, Servant recibió un promedio de 4 millones y donaba 1,3 millones de dólares. Sin embargo, luego de la separación de NCF, Servant se embolsó en 2018 más de 1.000 millones de dólares en donaciones, y una buena parte provino de NCF.
Donaciones millonarias, secretas y opacas
La National Christian Foundation (NCF) está considerada como la mayor entidad filantrópica de causas cristianas y ha sido acusada de canalizar millones de dólares a grupos de odio. Casi inmediatamente después de que Servant se abrió en 2018, le entregó 300 millones de dólares, seguidos de otros 11 millones en 2019. Pero además, recibió de Servant más de 222 millones entre 2018 y 2021. Este flujo recíproco de dinero “agrega capas de secretismo” a las donaciones que ambas entidades realizan en nombre de sus clientes, afirman fuentes expertas.
Stephanie Peng, encargada de investigación del National Committee for Responsive Philanthropy (NCRP), una entidad que apoya a comunidades vulnerables o marginadas, declaró a openDemocracy que “el anonimato es verdaderamente peligroso, porque no sabes quién está controlando esas altísimas sumas de dinero, e invariablemente, a dónde está yendo esa financiación”.
“Queremos que los donantes sean responsables de a quién le dan dinero. Entonces, si los donantes ponen todo este dinero en una DAF, pero ese dinero permanece allí durante años y años y no hay beneficiarios, si el donante asumió un compromiso y ese compromiso no llega a la organización receptora, entonces eso es representa un problema”, agrega Peng.
Este tipo de transferencias monetarias de una operadora de DAF a otra creció 409% entre 2015 y 2019, y llegó a la suma de 1.000 millones de dólares solamente en 2019, según un análisis del Institute for Policy Studies publicado en 2021.
El estudio se concentró solo en las principales operadoras comerciales de DAF, que son ramas beneficiadas de empresas financieras, y excluyó por tanto a DAF como Servant y NCF.
Imposible rastrear las donaciones
“Personas con mucho dinero donan dinero a intermediarios como fundaciones privadas y operadoras de DAF que, en 2021, recibieron casi un tercio de todas las donaciones”, dijo a openDemocracy Chuck Collins, director del Programa sobre Desigualdad y Bien Común del Institute for Policy Studies. “Cuando esos intermediarios controlados por los donantes se pasan el dinero de unos a otros agregan capas de secretismo de tal modo que el público no sabe dónde termina el dinero”.
¿Financian grupos de odio?
Entre otros beneficiarios del dinero canalizado a través de Servant se encuentran al menos siete organizaciones estadounidenses conocidas por sus ataques contra la igualdad de derechos: ADF, Fellowship Foundation, Focus on the Family, American Center for Law and Justice, Family Research Council, Heartbeat International y la Fundación Patrimonio.
ADF ganó este año un caso de la Corte Suprema que permite a las empresas discriminar a las parejas homosexuales por motivos de libertad de expresión, y fue uno de los grupos que planeó la estrategia para revocar el derecho al aborto protegido constitucionalmente en Estados Unidos.
Han apoyado iniciativas para defender la esterilización de las personas trans en países de Europa y han iniciado campañas para que el sexo gay en Belice sea ilegal. También hicieron campañas para prohibir el acceso de estudiantes transgénero a baños y vestuarios de acuerdo con su identidad de género.
Family Research Council, es una organización que financia y promueve terapias de “reconversión” de homosexuales en Estados Unidos y en Costa Rica, según openDemocracy.
Un Jesús reinventado para los más jóvenes
Los mensajes de la campaña de un “Jesús influencer cancelado” por defender sus convicciones están en todas las redes sociales. En YouTube se pueden observar videos que presentan cuidadas fotos en blanco y negro con una música de fondo, que es una pista de piano muy conmovedora. La realización está a cargo de la agencia de marketing Haven, con sede en Michigan.
Estos videos son vistos por millones en YouTube y cuentan episodios de la vida de Jesús en la tierra, junto a una multitud de seguidores, pero los seguidores son jóvenes actuales y los mensajes son: “la lucha es real”, “Jesús también fue juzgado” o “Jesús también se divirtió con sus amigos”.
Los anuncios dirigen a los espectadores a la página HeGetsUs.com, donde pueden elegir cuatro formas de participar: chatear en vivo, enviar mensajes de texto para “oración y vibraciones positivas”, registrarse para unirse a un grupo pequeño con Alpha o hacer clic para entrar a un plan de lectura de la Biblia en el site “Aplicación YouVersion”.
Es otra campaña de marketing, pero con más dinero
Sin duda, la campaña cristiana He Gets Us o Él nos atrapa, es la que ha tenido un financiamiento más cuantioso, pero no es la única. Hubo otras más modestas, pero con objetivos similares.
Las distintas iglesias cristianas estadounidense adoptan estrategias en los medios seculares con fines espirituales. Desde tele evangelismo, vallas publicitarias en ciudades y carreteras, y videos virales sobre Dios y el evangelio.
Conforme avanza la tecnología, estos grupos religiosos diseñan campañas de promoción de sus ideas y utilizan todos los recursos técnicos que les sean útiles. Para compartir el evangelio usan las redes sociales, es decir, se renuevan y se adaptan a nuevos medios de difusión. Esta vez, la campaña He Gets Us tiene la firma de profesionales de alto nivel y un presupuesto millonario.
En el marketing cuando una persona ve un anuncio y luego compra el producto se le denomina «conversión». Para los cristianos la «conversión» significa entregar la vida a Jesús.
Estos grupos cristianos que realizan y pagan esta millonaria campaña de marketing aseguran que quieren relanzar la imagen de Jesús, para lograr la conversión de los más jóvenes. La generación que tomará el relevo.
No reconocen que usan estrategias comerciales
Se niegan a aceptar que promocionan y venden una imagen y sus ideas. Llaman a las personas a servicios de adoración donde pedirán contribuciones, pero no quieren reconocer que usan las mismas estrategias de marketing de otras empresas que venden productos o servicios.
Haley Veturis, experta en comunicaciones digitales que trabajó para algunos ministerios evangélicos de ese país, asegura que estas campañas son un despliegue de estrategias comerciales para promover el cristianismo, que llaman a entregar la vida a Jesús, sí, pero igualmente usan un manual de marketing secular para promover sus ideas.