Una ballena muy rara apareció varada en las costas de Otago, al sureste de la Isla Sur, en Nueva Zelanda. Los científicos, asombrados y efusivos, creen que es una ballena con dientes de pala que, desde el siglo XIX, solo se han documentado seis muestras en todo el mundo. Nadie sabe cuántos son, qué comen o incluso dónde viven en la vasta extensión del Océano Pacífico sur.
La ballena de cinco metros de largo, un tipo de zifio, fue identificada después de que llegó a la costa en una playa de Otago por sus patrones de color y la forma de su cráneo, pico y dientes. Gabe Davies, gerente de operaciones del DOC Coastal Otago, indicó que, si se confirma, este será un hallazgo científico muy importante. El Departamento de Conservación señaló que nunca se han registrado avistamientos en vivo.
“Las ballenas con dientes de pala son una de las especies de grandes mamíferos menos conocidas de los tiempos modernos. De las ballenas documentados en el mundo, todas menos una procedían de Nueva Zelanda. Desde un punto de vista científico y de conservación, esto es enorme. Esperamos que su investigación dé grandes aportes”, señaló.
El tamaño de la población del zifio de traversii es desconocido. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la clasifica la especie como Datos insuficientes en la Lista Roja.
La especie se describió por primera vez en 1874 a partir de una mandíbula inferior y dos dientes recolectados en la isla Pitt, Rekohu (islas Chatham). Esa muestra, junto con los restos esqueléticos de otros dos especímenes encontrados en Isla Blanca y la Isla Robinson Crusoe, al oeste de Chile, permitieron los científicos confirmar una nueva especie.
La ballena rara que apareció en Nueva Zelanda
Dos hallazgos más recientes en Nueva Zelanda, en Bay of Plenty y al norte de Gisborne, ayudaron a describir el patrón de color de la rara ballena. Esta especie tan fresca ofrece la primera oportunidad de diseccionar una ballena con dientes de pala.
Se enviaron muestras genéticas a la Universidad de Auckland a los curadores del Archivo de Tejidos de Cetáceos de Nueva Zelanda. Pueden pasar varias semanas o meses hasta que se confirme la identidad final de la especie.
Los científicos esperan mapear la relación de la ballena con las otras pocas especies encontradas, aprender lo que come y tal vez encontrar pistas sobre dónde vive. «La rareza de la ballena significa que las conversaciones sobre qué hacer a continuación llevarán más tiempo. Será una conversación de importancia internacional», asentó el gerente del Departamento de Conservación de Nueva Zelanda.
«Es importante garantizar que se muestre el respeto adecuado por este taoka a través del viaje compartido de aprendizaje. Aplicando el matauraka maorí a medida que descubrimos más sobre esta rara especie», dijo la presidenta de Te Runanga o Otakou, Nadia Wesley-Smith.
La ballena ha sido retirada cuidadosamente de la playa por el contratista local Trevor King Earthmoving, miembros locales de runaka y el Museo de Otago. Ahora se conservaba en cámaras frigoríficas hasta que se decidieran los siguientes pasos.
Poco se sabe de la rara ballena
Se han localizado otras seis ballenas con dientes de pala. Las encontradas en Nueva Zelanda fueron enterradas antes de que las pruebas de ADN pudieran verificar su identificación, dijo Hannah Hendriks, asesora técnica marina del Departamento de Conservación. Esta vez, la ballena varada en las costas de Otago fue transportada rápidamente a un lugar de almacenamiento en frío. Los investigadores trabajarán con las tribus maoríes locales.
Los pueblos indígenas de Nueva Zelanda consideran a las ballenas una taonga (un tesoro sagrado) de importancia cultural. En abril, los líderes indígenas del Pacífico firmaron un tratado que reconoce a las ballenas como “personas jurídicas”, aunque dicha declaración no se refleja en las leyes de las naciones participantes.
Datos de interés
- Las ballenas con dientes de pala se llaman así debido a una parte de su diente, que emerge de la encía. Y recuerda la punta de una pala de arandela, que utilizaban los balleneros en el siglo XIX.
- Los ojos de estos cetáceos son bastante pequeños para el tamaño de su cuerpo, ya que perciben el entorno principalmente a través de su sentido del oído.
- Cuando nadan, las ballenas mueven la cola hacia arriba y hacia abajo, mientras que las aletas les permiten hacer giros.
- Cuando están en su ruta migratoria, las ballenas no comen. Nadan y hacen breves descansos, hasta que llegan a su punto de destino. Durante la Migratoria, nadan ocasionalmente cerca de la costa, y los observadores pueden verlas brincando (es cuando una ballena salta fuera del agua) y soplando.
Actualmente no se sabe nada sobre el hábitat de las ballenas. Ha sido imposible limitar su ubicación más allá del océano Pacífico Sur, donde se encuentran algunas de las fosas oceánicas más profundas del mundo. «Es muy difícil investigar sobre mamíferos marinos si no se los ve en el mar. Es como una aguja en un pajar. No sabes dónde buscar», dijo Hendriks.
Kirsten Young, profesora titular de la Universidad de Exeter, dijo que se han necesitado muchos años y un esfuerzo gigantesco de investigadores y habitantes locales para identificar a unos mamíferos increíblemente crípticos. La experta ha estudiado la ballenas con dientes de pala y el nuevo descubrimiento en Nueva Zelanda le hace preguntar: «¿Cuántos hay en las profundidades del océano y cómo viven?».
Desafíos para los científicos
Esta especie de ballena nunca se ha visto con vida. Nada se sabe de su comportamiento. Se supone que no difieren de otros zifios de mediano tamaño, que son de aguas profundas, viven solas o en pequeños grupos, y que se alimentan de cefalópodos y peces pequeños.
Asimismo, no existe información sobre el comportamiento reproductivo. Si bien puede puede excluirse una posible amenaza de caza furtiva, pueden sufrir los fuertes sonidos provocados por el hombre, como los producidos por el sonar de la marina y la exploración sísmica. Al vivir en aguas templadas pueden verse amenazadas por el cambio climático, el calentamiento del Océano, y la modificación y reducción de su hábitat natural.
Lee también en Cambio16.com: