Durante estos días difíciles –de mucha incertidumbre, de cuarentena, de cambio de rutina, de duelo, de amor, de cuidado– nos hemos dado cuenta de lo vulnerables que somos. Descubrimos una conciencia de la fragilidad que necesitamos a Dios y al prójimo. Necesitamos esa espiritualidad. Hablamos de necesidad y de que Dios no nos abandona.
Este tiempo nos enseña. Es una maravillosa ocasión para conectarnos con nuestra fuente primaria de amor, Dios, y luego vivir el momento presente. Hay una pandemia mundial que nos enseña a ser mejores seres humanos. Mejores para un nuevo planeta basado en la fuerza del amor.
Ante esta adversidad, tenemos la oportunidad de actuar, agradecer y ser héroes para el nuevo mundo. Los héroes piensan y actúan, se interesan por el bienestar de los demás y se calzan los zapatos del otro. Son seguros, se rigen por valores altos. Afrontan los miedos, se trazan sus objetivos y luchan por ellos y ganan por medio de la perseverancia y la resistencia.
Buscar el tesoro de la vida es uno de los objetivos que debemos trazarnos en estos momentos. Está dentro de ti y viene de la fuente divina, el Rey de Reyes, Dios todopoderoso, y del universo generoso en el que vivimos. En ese tesoro está el verdadero hogar de tu alma, nuestras recompensas de amor, los regalos de vida que seguramente pasaste por alto, apurado, viviendo distraído, obsesionado, ocupado en otros problemas que no son los verdaderamente importantes y que no te permitieron observar los tesoros que has creado con tu vida.
Soltar las amarras y entender el amor
Las herramientas apreciar ese tesoro son el amor, la luz, la gratitud, la apreciación, la abundancia y la prosperidad. Trata de visualizar tus generosidades, perdones, abrazos y todas las acciones que merecieron en tu vida que fueses recompensado. Vamos a soltar esas amarras que bloquean muchas partes de ti y limitan tu bienestar; y así entiendas profundamente que el amor te promete relaciones sanas para que escribas tu nueva historia.
Llegó el momento de aprender a meditar o de hacer de la práctica de la meditación un ejercicio que esté presente en nuestro día a día. Esto nos brindará una postura de enorme confianza y beneficios. Vamos a dirigir nuestra mirada interna a aumentar tu energía positiva, a limpiar la mente, a entender que necesitamos trabajar por un corazón tranquilo, que la luz resuelve y que el futuro está en la luz, en donde suelto y libero. Necesitamos crear relaciones sanas, eliminar los miedos del subconsciente y crear lo maravilloso, ver las bendiciones, recibir los regalos de la vida, dejar que lo nuevo te encuentre y que tú haces la diferencia.
Debemos tratar de elegir vivir el presente, el ahora, ocupándonos de nuestro bienestar, el de nuestros seres queridos y el del prójimo. Al levantarnos en la mañana debemos programar nuestra mente para producir pensamientos que fortalezcan y nutran nuestro ser y bienestar emocional. Expresar esos pensamientos positivos es un regalo para los que tienes a tu alrededor. Generalmente, lo que está en tu mente se ve reflejado en el exterior con actos, palabras, caras, conductas. Por tal motivo, aún más en estos momentos de adversidad como los que padecemos en el mundo, debemos cuidar lo que pensamos. Debemos estar más conscientes, centrados, trabajar más la armonía y balance de nuestro ser.
Momento de una pausa
Es hora de que tengas en cuenta que estos son momentos para ir adentro de uno, de hacer introspección, resetearse, reprogramarse, de tomar una pausa para observar cómo somos, pensar, analizar y ver como reaccionamos ante situaciones en las que no tenemos el control, pero sí podemos controlar como reaccionamos ante lo que nos ocurre.
Muchas veces hemos escuchado que en los momentos difíciles sale lo peor o lo mejor de tu ser. Trabajemos nuestra paz, hagamos cosas que nos generen paz y tranquilidad. Seamos amables con los demás (nadie sabe el karma que cada quien está pasando). Seamos generosos con quienes más lo necesitan. Seguramente hay mucha gente que está en peores condiciones que tú. Cuidemos de nosotros mismos para poder cuidar a los demás.
El despertar, el conectarte con la divinidad y meditar te traerá innumerables beneficios al cuerpo, a la mente y al espíritu. Llegar a todo esto no es fácil, requiere disciplina, entrenamiento y práctica.
Meditar mejora el cuerpo y el alma
Está demostrado que el meditar mejora tu salud física y mental, reduce el estrés y la ansiedad, combate el insomnio, proporciona mayor conciencia del ahora, del presente; mejora la concentración y memoria; incrementa tu creatividad y capacidad intelectual; aumenta tus potenciales; te lleva a mantener una actitud positiva; desarrolla la inteligencia emocional, mejora la vida social; te ayuda a gozar de un estado de más felicidad, alegría y armonía. Anímate a meditar. La meditación es un regalo a tu alma
Existen muchos métodos y tipos de meditación, como mindfulness/vipassana, zen/zazen, heartfulness, mantra meditación, transcendental meditation, yoga, christian meditation. Empezar a meditar cuesta solo una decisión, un deseo e implementarlo. No hay guía y eso es muy personal. Es importante que encuentres la meditación y que la disfrutes para que puedas continuar en la práctica.
Yo te aconsejaría meterte en un buscador de Internet, escribir la palabra meditación y ver qué escogen tu alma y tu mente. Existen millones de meditaciones guiadas en Internet. Actualmente trabajo varios tipos de meditación, entre las personas que te puedo recomendar están el Dr. Joe Dispenza y John Morton. Me encantan.