Si la sostenibilidad es uno de los principales compromisos de su presidente, Carlos Moro, se puede decir que el enoturismo es una de sus grandes apuestas de la Bodega Emina Ribera. Y esto lo avala el Premio al Mérito Enoturístico que acaba de recibir por parte de todas las rutas del vino de España a través de ACEVIN.
La sostenibilidad para una compañía como Bodegas Familiares Matarromera, que vive de la tierra y siente pasión por ella, es un concepto establecido en su filosofía personal y una actitud que forma parte del ADN de todos sus trabajadores. La naturaleza es la mayor aliada en la producción de uva de calidad y la lucha contra el cambio climático es parte intrínseca de su estrategia incluyendo, por tanto, el área del enoturismo
Visitar Bodega Emina Ribera, en Valbuena de Duero, es saborear la huella de la historia. Junto a sus instalaciones se encuentra el monasterio cisterciense de Santa María de Valbuena (siglo XII). También supone conocer el primer proyecto integrado de desarrollo sostenible de una bodega a escala mundial. Se puede acceder a ella en coche eléctrico y recargarlo a gran velocidad mientras se disfruta de la visita gracias al plan de movilidad sostenible que, de la mano de Iberdrola, ha implementado en todas sus bodegas.
Antes de comenzar la visita, el turista puede planificar su viaje eligiendo su experiencia más adecuada desde su central online de reservas (emina.es). Al llegar al complejo, el turista se percata de la importante inversión en las energías renovables al ver los paneles fotovoltaicos en su cubierta y en la marquesina del aparcamiento.
Emina Ribera es un ejemplo de edificación ecosostenible. Genera energía limpia para su autoconsumo
Un jardín de más de 50 diferentes variedades de uvas nacionales e internacionales da la bienvenida a un singular edificio de inspiración romana y de gran apreciación arquitectónica. Su estética integrada en el entorno y el paisaje gira alrededor de un patio central. Puede disfrutarse bajo la luz natural mientras se observan diferentes partes de la bodega.
Cabe reseñar que el riego del jardín de vides procede de agua que ha sido utilizada y depurada, como gesto de contribución a la reducción de la huella hídrica.
Más de la mitad de los lugares que recorrerá el enoturista a lo largo de la visita cuentan con luz natural, y su orientación no es fruto del azar. La orientación norte de la nave de barricas sirve para regular su temperatura en invierno. La orientación oeste de las oficinas y del laboratorio contribuye a evitar una pérdida de la capacidad calorífica en invierno. Por último, la orientación sur de la nave de producto terminado evita excesivas pérdidas de temperatura en invierno.
VIVIR EXPERIENCIAS Emina ofrece diferentes experiencias tan personalizadas como completas a lo largo de todo el año PASIÓN SOSTENIBLE Fruto de su apuesta por la sostenibilidad, Bodega Emina ha renovado la imagen de uno de sus vinos más reconocidos acorde a su filosofía, personalidad y esencia. Un cambio que aporta más identidad
Bodega Emina cuenta con un sistema de eficiencia energética pionero que le ha valido ser finalista de los Premios Nacionales a la Mejor Industria Conectada
Bodega Emina cuenta con un sistema de eficiencia energética pionero elaborado con las empresas Vodafone y Ekiom. Le ha valido ser finalistas de los Premios Nacionales Mejor Industria Conectada.
Cobra importancia en estos momentos, la cantidad de espacios abiertos en un paisaje enológico espectacular cuyo paseo sirve de enlace entre la naturaleza y el vino. Una prueba es el Museo del Vino que alberga la bodega. Una muestra interactiva para empaparse de historia con pantallas táctiles, vídeos explicativos, juegos interactivos. Aquí se encuentra la colección de facsímiles medievales de Carlos Moro.
Hablar de enoturismo sostenible es hablar de una bodega que asume su actividad como factor dinamizador de la economía de la zona en que está enclavada. Bodega Emina se sitúa a menos de dos horas de Madrid y a escasos metros del monasterio cisterciense de Santa María de Valbuena. Fue fundado por monjes venidos de Francia, de la zona de Burdeos, que trajeron las cuatro variedades tintas que se pueden utilizar en la zona. Se le considera el primer lugar donde comenzaron a plantarse las vides a partir del siglo XII. Fueron el comienzo de la denominación de origen de los vinos Ribera del Duero.
La visita finaliza con la cata de los vinos Emina en una sala profesional de catas de hasta 50 plazas. Se aprecia la gama de vinos elaborados bajo la certificación Wineries For Climate Protection, avalada por la Federación española del Vino (FEV).
Cabe recordar que, fruto del compromiso sostenible de la bodega, su vino blanco EMINA Verdejo fue el primer vino al que se le calculó la huella de carbono en España. Por otro lado, el 100% de las etiquetas empleadas en sus vinos proceden de bosques aprovechados de forma racional. Además, se ha reducido el peso de las botellas de vidrio, lo que contribuye a un menor impacto medioambiental en el transporte.