En las guerras o en acontecimientos excepcionalmente dramáticos surgen historias sorprendentes, cálidas, contrarias al duro momento. Sobresalen a las adversidades, impregnados de nobleza y solidaridad. En medio de los ataques de las fuerzas rusas, un niño ucraniano de 11 años cruzó solo la frontera con Eslovaquia. Portaba una bolsa de plástico, su pasaporte y un número de teléfono escrito en la mano.
El niño, cuya identidad no fue revelada por la policía eslovaca, llegó a su destino sano y salvo. Luego de viajar cerca de 1126 kilómetros en tren y de noche, hasta pasar la frontera de Ucrania y llegar al pequeño país vecino.
El pequeño fue considerado como “un verdadero héroe” por las autoridades del país receptor. Después de informar que cruzó la frontera de Ucrania hacia Eslovaquia por su cuenta.
“Llegó solo desde Zaporiyia porque sus padres se tuvieron que quedar en Ucrania”, dijo a la AFP la portavoz de la policía de Eslovaquia, Denisa Bardyova. Un equipo de voluntarios se hizo cargo del niño, que llegó el sábado, y le dieron de comer y beber.
El ejército ruso ocupa desde el viernes la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa y la tercera del mundo. Tras intensos disparos de artillería que provocaron un incendio.
El Ministerio del Interior de Eslovaquia indicó que gracias a la información escrita en la mano del niño y en un papel doblado en su pasaporte, el personal en la frontera pudo ponerse en contacto con los familiares del niño. Luego pudieron recogerlo y llevarlo a Brastislava, la capital.
“Se ganó a todos con su sonrisa, valentía y determinación digna de un verdadero héroe”, señaló el comunicado del despacho.
La historia del niño “héroe” ucraniano
El conflicto bélico desatado por Rusia ha obligado a millones de ucranianos a movilizarse dentro del territorio o huir fuera de sus fronteras. 1,5 millones de refugiados han abandonado Ucrania desde el 24 de febrero, según la ONU al 3 de marzo. De los refugiados que han huido, la mayoría de ellos, el 53,7 %, cruzaron a Polonia. Otros han ido a países como Hungría, Moldavia, Rumania y Eslovaquia, como es el caso de niño ucraniano que viajó solo hasta allá.
La policía eslovaca dijo que el pequeño “llegó solo desde Zaporiyia porque sus padres se tuvieron que quedar en Ucrania”. Sin embargo, otra versión recogida por The Guardian señala que el padre del niño falleció hace algún tiempo. Refiere el diario británico que la madre del niño ha hablado de su alivio por el escape seguro de su hijo de las bombas rusas.
Yulia Pisetskaya dijo que había subido a su hijo a un tren a Eslovaquia desde Zaporiyia, por desesperación. Cerca de su vivienda está la planta nuclear que fue atacada por las fuerzas rusas la semana pasada.
No había podido irse con él desde el sureste de Ucrania porque no se encontraba bien y necesitaba cuidar a su madre discapacitada.
Los guardias fronterizos eslovacos cuidaron del niño y los describieron como un héroe por su hazaña. “Soy viuda y tengo más hijos. Quiero agradecer a la aduana y los voluntarios eslovacos que cuidaron de mi hijo y lo ayudaron a cruzar la frontera. Estoy agradecida de que haya salvado la vida de mi hijo. Al lado de mi ciudad hay una planta de energía nuclear contra la que están disparando los rusos. No podía dejar a mi madre, ella no puede moverse sola”, comentó Pisetskaya
Aterrador informe de muerte de niños en la guerra
La Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, emitió un parte doloroso de la guerra que se intensifica cada vez más, “Hasta el lunes 7 de marzo el ACNUDH registró 1207 bajas civiles en Ucrania. Desde el 24 de febrero, al menos 27 niños han muerto y 42 niños han resultado heridos. Incontables más han sido severamente traumatizados”, afirmó en una reunión informativa para el Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación humanitaria en Ucrania.
Dado que los combates ya han llegado a zonas densamente pobladas de Ucrania, se esperan que aumenten las víctimas infantiles, dijo. También que la crisis de desplazamientos continúe creciendo rápidamente.
ACNUR informó el domingo de 1,7 millones de refugiados que huían a los países de acogida. La mitad de las personas en movimiento son niños. UNICEF está trabajando en estrecha colaboración con ACNUR para brindarles protección y asistencia en los países receptores.
“Acabo de regresar de la frontera entre Rumania y Ucrania, donde miles de mujeres y niños han llegado para escapar de los combates. Me reuní con madres y niños que tuvieron que huir de sus hogares en cualquier momento. Me dijeron cómo se sentía dejar todo lo que sabes atrás. Dejar a esposos, padres y seres queridos ancianos, sin saber cuándo o si se volverían a ver”, contó Catherine Russell.
Los niños hablaron sobre ser sacados repentinamente de la escuela, perder sus amados juguetes y el sonido aterrador de los bombardeos y los disparos. Muchos niños han quedado profundamente traumatizados.
En otros conflictos, igualmente dolorosos y de larga data, niños y jóvenes son impulsados por sus propias familias a asumir riesgos, que incluyen la pérdida de sus vidas. Otros muchos niños también son héroes. Deambulan por las fronteras solos y sin tener familiares que los reciban.