Por Patricia Matey
Los pacientes españoles que sufren arritmias, cerca de un millón, están de enhorabuena. Se acaba de crear la Alianza de la Arritmia en la que participan afectados por esta dolencia cardiaca y profesionales de la salud. En su fundación participan la Sección de Electrofisiología y Arritmias (SEA) de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). El objetivo: dar a conocer la patología, mejorar el diagnóstico y el tratamiento de esta dolencia que produce más de 25.000 muertes al año y la mitad de los ingresos hospitalarios.
El corazón bombea casi 5 litros de sangre por el organismo por minuto. Incluso en reposo, el corazón late (se dilata y contrae) entre 60 y 80 veces por minuto. Estos latidos son provocados por impulsos eléctricos que se originan en el marcapasos natural del corazón, el nódulo sinusal o sinoauricular (nódulo SA). El nódulo SA es un grupo de células ubicadas en la parte superior de la cavidad superior derecha del corazón (la aurícula derecha). Cualquier irregularidad en el ritmo natural del corazón se llama arritmia.
Cualquiera puede sentir latidos ‘anormales’ o palpitaciones en algún momento de su vida, y estas cuando son leves e infrecuentes son inofensivas.
Sin embargo, tal y como aclara, Ángel Moya, presidente de la Alianza y presidente de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), “las arritmias son una proceso cada vez más frecuente, que tiene múltiples causas y diferentes tipos de consecuencias, desde muy benignas a algunas graves. El que la población tenga una mayor concienciación de cómo detectarlas, de cuáles pueden ser los signos de alarma y cuáles no, así como una mejor gestión del proceso puede facilitar su reconocimiento precoz y dar una mayor motivación para adherirse al tratamiento”.
De hecho, la causa más grave de este trastorno es la muerte súbita, aunque no la más frecuente. Como ha declarado a este respecto, el vicepresidente segundo de la Alianza, Salvador Tranche, también vicepresidente de la semFYC, “detrás de la imagen dramática de las arritmias (las que causan la muerte súbita), hay una mucho más diaria, que es la de las arritmias sostenidas, que afectan al 1%-2% de la población, un problema cuya importancia no está tanto en la dolencia en sí, como en sus posibles consecuencias, que pueden materializarse en un ictus”.
Enseñar a la población a reconocer sus síntomas es uno de los objetivos de la Alianza: dolor intenso en el pecho, desmayos, mareo, vértigo, palidez, dificultad para respirar o sudoración. No sólo, el nuevo ‘consorcio’, tiene como objetivo y como una de sus primeras líneas de actuación llevar a cabo un análisis de la comprensión, tanto por parte de los pacientes como de médicos no especialistas, de los dispositivos para el tratamiento de las arritmias, como son marcapasos y desfibriladores, ya que se trata de dispositivos complejos y de amplio uso entre la población y de los cuales hay un cierto desconocimiento.
A partir de los resultados esta encuesta se analizarán las acciones que se deben emprender. Por otro lado, la Alianza organizará el I Workshop sobre las Arritmias en el que, profesionales sanitarios y pacientes debatirán sobre la situación actual de las diferentes tipologías de esta dolencia proponiendo así una hoja de ruta.
Este tipo de dolencia cardiaca, cuyos factores de riesgo son el padecimiento de un infarto de miocardio previo, niveles anormales de potasio, cardiopatía congénita, insuficiencia cardiaca, hipertiroidismo, consumo de alcohol y drogas así como algunos fármacos (antihipertensivos, antidepresivos o antipsicóticos), está aumentando su incidencia. Ya son uno de cada cuatro españoles de 40 años los que padecerán el problema.
Sin embargo, el esfuerzo conjunto de afectados y profesionales de la salud podría contribuir a su detección precoz y mejor control.
Un nuevo sistema permite tratar las arritmias por GPS
Ya existe un centro en España que ha sido el primero en adquirir un nuevo sistema para el tratamiento de las arritmias cardiacas por cateterismo: La Clínica Universidad de Navarra. Al parecer, se trata de un dispositivo similar a un GPS que permite una precisión máxima en el seguimiento interior de la prueba y una reducción casi total de las radiaciones.
El cateterismo, según la Fundación Española del Corazón, es un “procedimiento complejo e invasivo que consiste en la introducción de unos catéteres que se llevan hasta el corazón para valorar la anatomía del mismo y de las arterias coronarias, así como para ver su función (cuánta sangre bombea), medir presiones de las cavidades cardiacas e, incluso, saber si hay alguna válvula alterada. Además, permite observar si existen defectos congénitos (de nacimiento), como comunicaciones (orificios) en el tabique auricular o ventricular, medir concentraciones de oxígeno en diferentes partes del corazón y obtener muestras de tejido cardiaco (biopsia) para el diagnóstico de ciertas enfermedades”.
El nuevo equipamiento se llama Mediguide y mejora la visualización permitiendo un seguimiento endovascular (por el interior de los vasos) de los catéteres muy preciso.
En general, ofrece una plataforma tecnológica que puede utilizarse para múltiples aplicaciones: «desde sencillos procedimientos de electrofisiología hasta los más complejos, incluida la implantación de dispositivos de terapia de resincronización cardiaca», destaca Ignacio García Bolao, director del Departamento de Cardiología de la Clínica y de su Unidad de Arritmias.