Colorado prosigue su lucha contra los incendios. Tras lograr controlar el que tuvo lugar en Grand Junction el 15 de septiembre, los bomberos de la ciudad luchan por controlar el que tiene lugar en Cameron Peak, uno de los picos del Parque Nacional de las Montañas Rocosas del estado norteamericano situado al oeste del país. Un incendio que ha arrasado ya con 663 kilómetros cuadrados (104 kilómetros más que el que tuvo lugar en Gran Junction al oeste de la ciudad).
Los bomberos, la naturaleza y los ciudadanos de Colorado afrontan momentos complicados a causa de esta catástrofe natural. Y es que han visto como en dos meses han tenido que enfrentarse a dos incendios que han alcanzado cifras históricas para este estado situado al oeste de los Estados Unidos.
Esta rápida expansión de las llamas se debe, principalmente, a las ráfagas de viento por encima de loas 110 kilómetros por hora que han tenido lugar en la zona durante esta semana. Haciendo que se expadiera más aún hacia el este del Parque Nacional Montañas Rocosas. Como consecuencia de esta progresión han tenido que darse nuevas órdenes de desalojo para garantizar la protección de las viviendas y de las personas que cercanas a la zona por la que avanzan las llamas.
El jefe de operaciones del Departamento de Bomberos, Paul Demerico, explicaba que en la tarde de ayer movilizaron alrededor de noventa camiones y desplegaron cerca de 500 efectivos para salvaguardar la franja afectada y tratar de mitigar el incendio. Asimismo, el jefe de operaciones ha declarado que prevén días «desafiantes» para la región, pero que creen contar con los recursos «adecuados» para «hacer» lo que puedan en cuanto a la «protección estructural».
Este incendio es ya el mayor de la historia de Colorado a su paso por el Parque Nacional a la vez que se extendía hacia comunidades ha acabado con 100 edificios, aproximadamente. A falta de un recuento total una vez logren mitigarse las llamas y pueda estudiarse el terreno afectado de forma más exhaustiva.
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