Ante la prohibición del uso de pajitas de plástico de un solo uso como una contribución al saneamiento ambiental, resurgieron las de papel. Se plantaron con fuerza en cafés y restaurantes captando la atención de los usuarios, con diseños bonitos, de colores y ligeros. Sin embargo, estas pajitas de papel que reemplazan las plásticas, no son del todo ecológicas ni saludables: son tóxicas para el ser humano y el medio ambiente.
Un estudio publicado en la revista Food Additives and Contaminants indica que se encontró evidencia de PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) en la mayoría de las pajitas de papel analizadas. Estas sustancias pueden tener efectos adversos en la salud y suelen detectarse en envasado de alimentos, agua potable, alimentos envasados, telas, pinturas, productos electrónicos o cajas de pizza. Los agentes químicos de PFAS más estudiados son el PFOA y el PFOS (sulfonato de perfluorooctano).
En Bélgica, equipos científicos probaron 39 marcas de pajitas de papel, bambú, plástico y acero inoxidable que se encuentran en tiendas, supermercados y restaurantes. Casi todas las pajitas analizadas contenían algo de PFAS, que a menudo se utilizan para que los productos sean resistentes al agua. Del total, se detectaron sustancias químicas en 27, ninguno de los cuales era de acero inoxidable.
De 20 pajitas de papel, 18, o el 90% de las marcas, dieron positivo. También se encontraron en cuatro de cada cinco pajitas de bambú, tres de cada cuatro pajitas de plástico y dos de cada cinco pajitas de vidrio. Sorprendente hallazgo.
¿Pajitas de papel ecológicas?
También se detectaron en total 18 PFAS en concentraciones bajas. Sin embargo, la sustancia química encontrada con mayor frecuencia fue el ácido perfluorooctanoico (PFOA), que fue prohibido mundialmente en 2020.
«Estas pajitas vegetales ‘ecológicas’ no son necesariamente una alternativa más sostenible que las pajitas de plástico. Pueden considerarse como una fuente adicional de exposición a PFAS en humanos y el medioambiente en vertederos o mediante incineración incompleta”, concluye el estudio.
La Agencia Europea de Medio Ambiente advierte que las PFAS se conocen como «químicos eternos» porque son extraordinariamente persistentes. Causan daños hepáticos, enfermedad tiroidea, obesidad, problemas de fertilidad y cáncer. Son sustancias con un riesgo muy bajo individualmente, pero que a gran escala implican un factor de exposición adicional que puede derivar o incrementar los problemas de salud.
Los investigadores señalan que los fabricantes estarían recubriendo intencionadamente las pajitas de origen vegetal con sustancias químicas para hacerlas repelentes al agua. La presencia de PFAS también podría atribuirse a la contaminación del suelo o a una consecuencia no intencionada del reciclado del material. Sugieren más análisis y estudios para determinar la fuente principal de contaminación de las pajitas de papel y sobre cómo pueden afectar las sustancias químicas las bebidas y a las personas que las consumen.
Con evidencia de PFAS
El estudio belga continúa otro realizado en Estados Unidos en 2021 que detectó 21 PFAS en las pajitas de papel y otras de origen vegetal frente a ninguna cantidad mensurable en las de plástico. Su baja concentración, unida al escaso uso que se hace de ellas, significa que no suponen un riesgo inmediato para los humanos.
Las pequeñas cantidades de PFAS no son perjudiciales en sí mismas, lo mundialmente peligroso y plantea el mayor riesgo, es su capacidad para acumularse en el cuerpo humano y en el medioambiente. Incluso con estas conclusiones, las pajitas de origen vegetal siguen siendo mejores para el medioambiente que los plásticos puros. Dado que las pajitas de acero inoxidable son reutilizables a largo plazo y todas han resultado libres de PFAS, sugieren su uso por razones medioambientales y de salud.