Un nuevo estudio científico, realizado en Wuhan, advierte que es poco probable que se desarrolle inmunidad al coronavirus, tras superar la enfermedad que la provoca. «Después de la infección por SARS-CoV-2, es poco probable que las personas produzcan anticuerpos protectores duraderos contra este virus», precisa una investigación realizada en la provincia china.
En el estudio, publicado en el portal de temas de salud medRxiv, los investigadores analizaron la prevalencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en 4 grupos de afectados.
Un primer grupo estaba conformado por 1.470 pacientes con COVID-19 internados en tres centros de salud: el Hospital de Leishenshan, el Hospital Zhongnan de la Universidad de Wuhan y el Hospital No. 7 de Wuhan.
Un segundo grupo estaba integrado por sanitarios sin un diagnóstico confirmado (3.832). En el tercero había trabajadores generales de todas las instalaciones (19.555). Y en el cuarto, otros pacientes que serían admitidos en el hospital (1.616).
Es decir, 26.473 personas representaron la muestra. De ese total, 23.387 son personal del hospital en el que se centran sus principales conclusiones.
El propósito de la investigación era determinar si las personas infectadas con el nuevo coronavirus desarrollarán a largo plazo inmunidad. Se encontró que de los anticuerpos IgM —centrado en la inmunoglobulina M en sangre, asociado a las primeras reacciones del organismo infecciones virales agudas— sí que aparecía en el 31,4% en pacientes con COVID-19. Un 1,5% en profesionales de atención médica, 1,3% en trabajadores generales y 0,2% en otros pacientes.
Sin embargo, frente a este anticuerpo, el IgG, que también tarda más en desarrollarse por el organismo, sólo estaba presente en 4% del 25% de los sanitarios que se estimaban infectados.
Improbable inmunidad al coronavirus
«El estudio reveló un hallazgo intrigante. Sólo el 4% de los profesionales sin diagnóstico confirmado de COVID-19, tenían anticuerpos IgG contra el SARS-CoV-2 en sangre. La mayoría de los sanitarios estuvieron expuestos al virus durante los primeros meses del brote, cuando el uso de equipo de protección personal [EPI] era escaso. Ya que no se sospechaba de una transmisión de persona a persona», señalan los investigadores.
Mientras, los pacientes hospitalizados presentaban el 89,9%, los trabajadores generales presentaban el 4,6% y el resto de afectados el 1%. «Se infectaron con el SARS-CoV-2 y eliminaron el virus por su propio sistema inmunológico. No se produjeron anticuerpos protectores de larga duración contra el SARS-CoV-2 en estos profesionales de atención médica».
Advierten que «la estrategia de certificados de inmunidad para pacientes recuperados de COVID-19 no es válida«.
El estudio de Wuhan evidencia que, al menos a largo plazo, los anticuerpos no garantizan la inmunidad al coronavirus y vuelve incluso a abrir el debate de la reinfección.
El plasma no es una opción
Otras investigaciones habían apuntado con antelación, a que ni para emitir pasaportes de inmunidad ni para confirmar infecciones, los test de anticuerpos serían una buena opción. No obstante, ayudaría a la detección en personas sintomáticas, asintomáticas si están en contacto con casos reportados, y para donantes de plasma.
El estudio se refiere al posible tratamiento con plasma convaleciente de los recuperados. Dice que, al contrario de lo que se ha estado analizando, la actual investigación, que todavía no ha sido revisada por pares, cree que no es una opción a largo plazo.
«Es cuestionable el tratamiento con anticuerpos», insisten. «Los anticuerpos COVID-19 IgG probados por los kits pueden servir simplemente como una señal del estado de la infección y podrían no ser anticuerpos neutralizantes protectores».
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