La Tierra ha sufrido al menos cinco grandes extinciones masivas. La extinción de los dinosaurios es sin duda la más conocida. No obstante, una de las más antiguas es la del Ordovícico tardío (LOME), cuando 445 millones de años atrás alrededor del 85% de las especies marinas existentes desaparecieron. Hasta el momento era un secreto, pero un grupo de investigadores publicó un nuevo estudio en la revista científica Nature Geoscience donde exploran la causa de esta masiva extinción.
Una de las grandes diferencias que encontraron al comparar esta primera gran extinción con la del Cretácico-Terciario, donde los dinosaurios y otras especies desaparecieron repentinamente hace unos 65,5 millones de años, es que LOME se desarrolló durante un período de tiempo considerable, con estimaciones entre menos de medio millón y casi dos millones de años.
Con las tendencias actuales del calentamiento global y el cambio climático, muchos investigadores consideran que podemos estar cerca de la sexta extinción masiva de vida en la Tierra. Es por ello que para los expertos, conocer las condiciones ambientales que llevaron a la eliminación de la mayoría de las especies en el pasado podría ayudar a prevenir que ocurra un evento similar en el futuro.
La primera gran extinción masiva de la Tierra
El estudio revela que la mayoría de las especies que se extinguieron en LOME vivían en océanos poco profundos cerca de los continentes. Por ello, pensaron que era relevante investigar el entorno oceánico antes, durante y después de la extinción. Así podrían determinar cómo se produjo el evento que ocurrió hace más de cuatrocientos millones de años.
En ese entonces los mares estaban llenos de biodiversidad. Y los océanos contenían algunos de los primeros arrecifes formados por animales. Sin embargo, carecían de una gran cantidad de vertebrados. “Si hubieras buceado en un mar Ordovícico, habrías visto algunos grupos familiares como almejas, caracoles y esponjas, pero también muchos otros grupos que ahora tienen una diversidad muy reducida o están completamente extintos como trilobites, braquiópodos y crinoideos”, señaló el experto en extinción masiva Seth Finnegan, profesor asociado de UC Berkeley y coautor del estudio.
Se debió a un enfriamiento global
El equipo también se debatía sobre si la falta de oxígeno en el agua de mar causó la extinción masiva de ese período. Para investigar esta pregunta, integraron pruebas geoquímicas con simulaciones numéricas y modelos informáticos. Zunli Lu, profesor de Ciencias Ambientales y de la Tierra en la Universidad de Syracuse, y sus estudiantes tomaron medidas de la concentración de yodo en rocas carbonatadas de ese período. Lo que contribuyó con hallazgos importantes sobre los niveles de oxígeno en varias profundidades del océano.
Tras las pruebas, Zunli Lu aseguró que no había evidencia de falta de oxígeno (anoxia). Por el contrario, este se fortaleció donde ocurrió la extinción. Lo que significa que el enfriamiento climático que ocurrió durante el período Ordovícico tardío, combinado con factores adicionales, probablemente fue responsable de la primera gran extinción masiva conocida como LOME.
Niveles más bajos de oxígeno en el océano
No obstante, hay evidencia de que la falta de oxígeno en los océanos profundos se expandió durante ese mismo período. «Es un misterio que no puede ser explicado por el modelo clásico del oxígeno del océano», dijeron los autores. Al respecto, el experto en modelos climáticos Alexandre Pohl indicó que se anticipó la oxigenación de la parte superior del océano en respuesta al enfriamiento. Porque el oxígeno atmosférico se disuelve preferentemente en aguas frías. «Sin embargo, nos sorprendió ver una anoxia expandida en la parte inferior del océano, ya que la anoxia en la historia de la Tierra generalmente se asocia con el calentamiento global inducido por el vulcanismo», agregó.
Concluyeron que la falta de oxígeno de las profundidades marinas podría ser por la circulación del agua de mar a través de los océanos globales. Los resultados de modelado por computadora muestran que el enfriamiento climático probablemente alteró el patrón de circulación oceánica, deteniendo el flujo de agua rica en oxígeno en mares poco profundos hacia el océano más profundo.
Lu y su equipo reconocen que el enfriamiento del clima también puede conducir a niveles más bajos de oxígeno en algunas partes del océano. No solo durante el calentamiento global, como se cree desde hace décadas. «En los últimos años, la creciente evidencia apunta a varios episodios en la historia de la Tierra cuando los niveles de oxígeno también cayeron en climas más fríos», dijeron los investigadores.
El cambio de temperatura fue la causa de la extinción
Una de las grandes conclusiones de la investigación es que por ahora las causas de la extinción del Ordovícico tardío no han sido completamente acordadas, ni lo serán por algún tiempo. De todas formas, el equipo descarta por completo que los cambios en la oxigenación sean la única causa de esta primera gran extinción. Por otro lado, piensan que el cambio de temperatura sería el mecanismo de muerte de LOME.
A medida que continúen las investigaciones y se obtengan más y mejores datos climáticos y modelos numéricos más sofisticados, los científicos podrán ofrecer una representación más sólida de los factores que pueden haber llevado a la extinción masiva del Ordovícico tardío.