La pandemia del coronavirus ha dejado muchas preguntas sin responder. Una de las principales se refiera al origen del coronavirus. Si bien todo apunta a un mercado y a un laboratorio de bioinvestigación en la ciudad de Wuhan, China, quedan dudas sobre cómo apareció. Incluso, hay quienes niegan que haya sido por causas naturales. No descartan que haya sido creado. Tales temores no aparecen solo entre quienes siguen las teorías de conspiración. Varios científicos han asomado la idea. Y ahora advierten que si esta pandemia no es obra del hombre, la próxima hasta podría ser un ataque terrorista.
No es una posibilidad remota. En realidad, la situación mundial sería relativamente fácil que un ataque terrorista genere una pandemia. Hay dos factores que crearían la «tormenta perfecta». Por un lado, está la gran cantidad de información sobre virus y epidemias que está disponible y alcance de un «click» a través de internet. Y por el otro, la rapidez con que la enfermedad viral se puede esparcir por el mundo.
Totalmente probable
Los terroristas podrían modificar genéticamente las enfermedades para atacar a sus enemigos. Las consecuencias serían mucho más devastadoras que un brote de origen natural. Si un grupo terrorista pudiera obtener la biotecnología que les permitiera modificar genéticamente un patógeno o virus, las consecuencias podrían ser letales para la humanidad, la raíz de la próxima gran pandemia.
Vivek Wadwha, un miembro distinguido de la Facultad de Derecho de Harvard, asegura que es altamente probable que la próxima gran pandemia sea causada por un ataque terrorista con un virus de ingeniería biológica que la desencadene en el mundo.
Las herramientas están al alcance la mano. Lo único que nos impide hacerlo es nuestra capacidad moral. De hecho, ahora cualquiera puede conectarse a Internet y comprar un kit de 350 dólares que le permite comenzar a editar bacterias. En un ensayo, Wadwha asegura que es demasiado tarde para detener la propagación de estas tecnologías globales.
Un peligro mucho mayor
Los riesgos serían mucho mayores, asegura Wadwha. Explica que el mundo ha luchado para hacer frente a un brote de virus de origen natural en la pandemia de coronavirus, con casi un millón de muertos. Sin embargo, si se diseñara un nuevo virus, sería completamente extraño para los científicos que, en última instancia, tendrían grandes dificultades para contener y encontrar una cura.
Vivek Wadhwa dijo que los avances en la tecnología de edición de genes como CRISPR están facilitando la creación de armas biológicas. De la misma manera que se crean las vacunas, al identificar el antígeno que desencadena la respuesta inmune que luego se aísla y luego se inyecta en humanos, podría ocurrir un proceso similar al identificar los rasgos letales en los virus para hacerlos más dañinos.
Las CRISPR, acrónimo en inglés de Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats, o Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Espaciadas, se producen en el genoma de ciertas bacterias, de las que el sistema fue descubierto. La tecnología CRISPR fue desarrollada por investigadores de las universidades de Berkley y MIT, que se esforzaron por replicar la reacción natural del cuerpo a la lucha contra los virus utilizando parte de su ADN para defenderse.
Este ejemplo muestra cuán rápido se está moviendo la tecnología y cómo, bajo las actuales estructuras de poder en el mundo, puede usarse como una fuerza para el mal, advierte Wadhwa.
Una serie advertencia
La actual pandemia y sus repercusiones económicas y políticas en el mundo podrían estarle dando malas ideas a algún grupo terrorista para planificar un ataque. «Con la COVID-19 poniendo de rodillas a las economías occidentales, todos los dictadores del mundo saben ahora que los patógenos pueden ser tan destructivos como los misiles nucleares·, señala Wadhwa en su ensayo, publicado en Foreign Policy.
«Lo que es aún más preocupante es que ya no se necesita un laboratorio gubernamental en expansión para diseñar un virus. Gracias a una revolución tecnológica en ingeniería genética, todas las herramientas necesarias para crear un virus se han vuelto tan baratas, simples y fácilmente disponibles que cualquier científico deshonesto o biohacker universitario puede usarlas, creando una amenaza aún mayor. Ahora es demasiado tarde para detener la expansión global de estas tecnologías: el genio está fuera de la botella».
No está solo
Wadhwa no es el único experto preocupado por el potencial peligro del bioterrorismo. Bryan Walsh, autor del libro End Times, que detalla las amenazas existenciales que enfrenta la humanidad, dice que cuando mira hacia el futuro cercano lo que más le preocupa es la amenaza de una pandemia producto de un ataque terrorista, mediante la bioingeniería creada en el laboratorio, utilizando algunas de las herramientas para la edición genética.
«Eso es particularmente peligroso porque las enfermedades y las pandemias ya son una amenaza, pero lo que los terroristas podrían crear a propósito en un laboratorio sería mucho peor que cualquier cosa creada por la naturaleza», afirmó.
Vivek Wadhwa, emprendedor, académico y autor, se ha dedicado a seguir el ritmo de los cambios tecnológicos que transforman el mundo. Lidera la investigación en Singularity University, una institución que educa a un selecto grupo de líderes sobre tecnologías de crecimiento exponencial y su impacto mundial.
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