Si en algo coinciden organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Comisión Europea (CE), por citar algunos de los más destacados, es en la desaceleración de la economía mundial.
Ni siquiera los países con un crecimiento más robusto, como Estados Unidos, China e India, han evitado la revisión a la baja. En el caso de la eurozona, los ajustes para 2020 son pequeños, pero se producen tras un desplome de 7 décimas en el crecimiento anticipado para 2019 (1,2%) respecto a 2018 (1,9%), de acuerdo al Instituto de Estudios Económicos (IEE) en su más reciente informe de coyuntura. Inclusive el Banco Mundial, en su reporte más actualizado, recorta las estimaciones de crecimiento de la Eurozona de 1,4 a 1% para este año.
Este importante tema se analiza en la edición de Cambio Financiero (febrero-marzo), en el que se mencionan los conflictos comerciales de las grandes potencias, la aplicación de aranceles y sanciones, las inestabilidades políticas, el auge de movimientos nacional-populistas y el Brexit, como los factores que impactan en el desempeño de las economías particulares, grupales y globales.
Las Fintech transforman las finanzas
En el sector bancario y los mercados de capitales se comienza a sentir la influencia de las Fintech por su enorme potencial para mejorar el bienestar. Sin embargo, su éxito está atado a un marco jurídico que necesita adaptarse para que la nueva tecnología ofrezca los beneficios prometidos sin poner en peligro la estabilidad financiera.
La revolución digital en los servicios financieros está en marcha, pero el impacto en los actores bancarios actuales no está tan bien definido. La tecnología digital tiene el potencial de reducir el papel y la relevancia de los bancos actuales. O, por el contrario, puede ayudarlos a crear servicios mejores, más rápidos y más baratos, que los conviertan en una parte aún más esencial en la vida cotidiana de las instituciones, las empresas y las personas.
Los grandes desafíos en un año turbulento
También en el número 99 de Cambio Financiero se abordan los desafíos de la industria financiera En España.
El informe del IEB -Centro de Estudios Superiores adscrito a la Universidad Complutense de Madrid y a la Universidad Rey Juan Carlos- presenta diversas reflexiones sobre el entorno macroeconómico, propuestas de inversión y alternativas para ahorradores más conservadores.
En este documento se recoge la visión de expertos sobre el entorno macroeconómico actual. Se analizan las perspectivas de la banca europea en general y la española en particular, valorando el inevitable impacto del Brexit. También son materia de estudio la digitalización del sector bancario, las criptodivisas, la revolución Fintech, los Search Funds o las Stablecoins.
El director de Operaciones de MAPFRE Global Risks, Carlos Villanueva Afán de Ribera, es uno de los entrevistados en esta edición. Afirma que “la transparencia, eficiencia, agilidad y foco en el cliente son los puntos principales en la gestión de Grandes Riegos”.
La gestión de datos está condicionando el proceso de toma de decisiones en el sector asegurador, lo que garantiza una mejor experiencia del cliente y la oferta de propuestas personalizadas que calculen y minimicen mejor los riesgos. «La automatización inteligente ofrece oportunidades en cualquier sector, pero especialmente en la industria del seguro, donde permite detectar oportunidades de innovación que aumentan la productividad, mejoran la eficiencia, optimizan los costes y reducen el riesgo operacional», señala.
Entre otros temas que se abordan están los siguientes: BCE estudia la emisión del euro digital, el IVA intracomunitario será más simple, La Inteligencia Artificial, una aliada de la productividad y Conected Home: el proyecto que une a las gigantes del sector tecnológico.
Estos y otros temas en la edición febrero-marzo de Cambio Financiero.
Para más información visite Cambio16
Lee también:
Banca española no alcanza las exigencias del BCE
Banca española no alcanza las exigencias del BCE