Las empresas invierten dineros para burlar los objetivos climáticos y, más aún, para promocionar credenciales verdes engañosas. Esta práctica no solo se circunscribe a las grandes petroleras y gasíferas, también incluye a la industria del alimento, ropa, calzado, entre otros, y se le conoce como greenwashing. Para evitar que escapen a sus compromisos con el medioambiente se está proponiendo, a gran escala, un código ético empresarial contra el lavado verde.
A nivel global, la exigencia que se impone cada vez más es que las compañías revelen en detalle sus acciones sobre el cambio climático y otros relacionados con la diversidad, la inclusión y la justicia social.
Las empresas de la Unión Europea y de otras partes del mundo a partir de este año tendrán que utilizar nuevas divulgaciones obligatorias sobre los criterios en materia ambiental, social y de gobernanza relacionados con el clima en sus informes anuales desde 2024 en adelante. Además, estas divulgaciones deben ser revisadas por auditores externos como salvaguardia contra el lavado verde.
Gabriela Figueiredo Dias, presidenta del Consejo de Normas Internacionales de Ética para Contadores, señaló a Reuters que estaba proponiendo revisiones y adiciones a los estándares de ética para auditar la información de sostenibilidad de las empresas.
Los estándares detallan las mejores prácticas para verificar las afirmaciones de sostenibilidad de una empresa. Al ofrecer instrucciones en áreas como contabilizar el impacto de las acciones corporativas en las emisiones, confiar en expertos externos e identificar y abordar conflictos de intereses.
«No hay nada más central para las finanzas sostenibles que la información que se proporciona a quienes deciden invertir o financiar proyectos y negocios», comentó la experta.
Código contra el lavado verde
El objetivo de estos estándares o nuevo código ético es mitigar el lavado verde y elevar la calidad de la información sobre sostenibilidad, fomentando así una mayor confianza pública e institucional en los informes y garantías de sostenibilidad, señala el IESBA en su página web.
Estos estándares de ética propuestos son relevantes en un contexto donde la información sobre sostenibilidad es cada vez más importante. Para los mercados de capitales, los consumidores, las corporaciones y sus empleados, los gobiernos y la sociedad en general. Y cuando nuevos proveedores fuera de la profesión contable desempeñan un papel destacado en el aseguramiento de la sostenibilidad
En ese sentido, Dias precisó que las normas propuestas relativas a un nuevo código ético empresarial contra el lavado verde, estarán abiertas a consulta pública hasta mayo. Se espera que complementen el desarrollo de nuevas normas de aseguramiento técnico del Consejo Internacional de Normas de Auditoría y Aseguramiento.
«La ética es la base de toda la infraestructura. Si piensas en el lavado verde y la desinformación, siempre tiene problemas de comportamiento en su raíz y no razones técnicas de presentación de informes», agregó.
Y «no es porque los preparadores y proveedores no sepan lo que tienen que informar y asegurar. Es porque hay cuestiones éticas o de independencia como conflictos de intereses». Por ejemplo, “intereses financieros, presiones de las empresas a clientes o de sus directivos, incentivos o falta de competencia”.
El organismo de control de valores globales, IOSCO, ha alentado las medidas del IESBA para actualizar sus estándares a medida que se implementan divulgaciones relacionadas con el clima bajo reglas obligatorias, en lugar de orientación del sector privado. Esto facilita la aplicación de medidas contra el lavado verde.
Se pierde la confianza
Gabriela Figueiredo Dias sostiene que hay una creciente, generalizada y devastadora erosión de la confianza con el comportamiento de muchas empresas. Y la confianza es fundamental para el buen funcionamiento de las corporaciones, los mercados financieros y el conjunto de la economía.
De hecho, insistió, estamos atravesando una crisis de confianza. Personas dentro o fuera de grandes corporaciones que instruyen informes contables falsos o inapropiados sobre el tema del cambio climático.Estas actuaciones, afirmó la experta, dañan la reputación empresarial y los compromisos globales por un mejor planeta. De allí la necesidad de arreciar un código para evitar el lavado verde.
Entretanto, el presidente de la junta directiva de IOSCO, Jean-Paul Servais, señaló que acogió con satisfacción la acción del IESBA de convocar a emisores, inversores y proveedores de seguros a participar en la consulta.
«La confianza en dichas divulgaciones mejorará cuando reciban garantía externa basada en estándares globalmente aceptados en materia de comportamiento ético e independencia», resaltó.
Por su parte, IESBA dijo que el nuevo código ético contra el lavado verde también podría ser utilizado por empresas distintas de los contadores profesionales. Para auditar las divulgaciones de consultores, ingenieros o abogados, responsables de más de la mitad de los informes de sostenibilidad.
Las normas de la UE permiten a las empresas no contables auditar las revelaciones de sostenibilidad. Estas serán verificadas con un estándar más bajo que los estados financieros para competir con las grandes auditoras corporativas. Es el caso de KPMG, EY, Deloitte y PwC.