Una emotiva ceremonia de clausura del congreso de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza votó ampliamente a favor de un pacto global para defender el bosque tropical más grande del mundo. Activistas y gobiernos, reunidos en la UICN apoyaron la propuesta de proteger el 80% de la Amazonía para 2025, a pedido de los indígenas.
Por primera vez en sus siete décadas de historia, la UICN incluye a los pueblos indígenas como miembros con derecho a voto por derecho propio, en lugar de la categoría de ONG. El encuentro en Marsella, Francia, aprobó una moción propuesta por estos voceros, en respaldo a la Amazonía, tan vulnerada y golpeada por la gestión de Jair Bolsonaro. Y de otros presidentes de países que forman parte de esa región selvática.
La Amazonía produce el 20% del suministro mundial de oxígeno. Y contribuye entre otras potencialidades, a absorber entre 500 millones y 1.000 millones de toneladas de carbono por año en las zonas intactas.
Por tanto, la decisión de la asamblea conservacionista es de impacto global. La propuesta de defensa de la Amazonía fue presentada por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica). En total, 61 países respaldaron la moción, que no es legalmente vinculante, y 42 se abstuvieron. Ninguno votó en contra. Sus integrantes celebraron efusivos los resultados de la votación.
José Gregorio Díaz Mirabal, miembro del pueblo Wakuenai Kurripaco de Venezuela y coordinador de la Coica, que representa a más de 2 millones de indígenas, dijo que esa propuesta es “para la salvación de los pueblos indígenas y del planeta. Hemos logrado un primer paso. Por primera vez en la historia de la UICN, se aprobó una moción de los pueblos indígenas. Una propuesta que no nació en Europa sino en nuestros territorios”.
Amazonia retumbó en UICN en voz de indígenas
La jornada final de la UICN sometió a la consideración varias mociones entre ellas la de proteger la Amazonia, por parte de los pueblos indígenas.
Brasil, que no es miembro de la UICN, no pudo participar en la votación. Pero los expertos brasileños dicen que es muy poco probable que el presidente Jair Bolsonaro se dé cuenta del veredicto, que choca con su agenda de abrir la Amazonía a los intereses comerciales.
La moción de la campaña “Amazonía por la vida” de Coica exige la protección del 80% de la cuenca del Amazonas para el 2025. Las áreas protegidas y los territorios indígenas representan alrededor del 45% en la actualidad. Con énfasis en los pueblos indígenas que administran esas áreas protegidas. Piden a los gobiernos que reconozcan el 100% de la tierra indígena en la Amazonía y prohíban todas las formas de industrias extractivas en esas áreas.
Un número récord de defensores del medio ambiente fueron asesinados en 2019 por proteger sus tierras, el 40% de los cuales eran indígenas. “La ciencia dice que las áreas mejor conservadas son territorios indígenas… pero tenemos el nivel más alto de asesinatos”, afirmó Díaz Mirabal.
Asimismo indicó que “los parques nacionales reciben financiamiento y apoyo de los gobiernos. Pero cuando se trata de nuestros territorios indígenas, nos queda derramar nuestra propia sangre para defenderlos. Ahora es el momento de proteger nuestros territorios indígenas con el mismo nivel de apoyo y legislación”, sugirió.
La Amazonía de Brasil, las luchas internas
La moción histórica de la UICN insta a los gobiernos a promover esfuerzos para restaurar al menos la mitad de los bosques degradados de la Amazonía para 2025 y trabajar con los pueblos indígenas. En un trabajo por reconocer y delimitar plenamente todas sus tierras y territorios ancestrales.
En Brasil ocurre lo contrario. El gobierno de Bolsonaro está impulsando una serie de leyes para revertir los derechos indígenas. Así como los estándares de licencias ambientales y la legislación de apropiación de tierras.
Durante la pandemia en 2020, la deforestación en la Amazonía aumentó17% en comparación con el año anterior. La selva tropical más grande del mundo emite ahora más carbono del que absorbe. La pérdida de bosque primario húmedo en la Amazonía brasileña aumentó un 15% durante ese tiempo.
El Panel Científico para la Amazonía respaldado por la ONU (IPCC) que está compuesto por 200 científicos, encontró que 17% de los bosques de la cuenca del Amazonas han sido talados. Advirtió que si la deforestación y la degradación combinadas aumentaran al 20-25%, el bosque podría llegar a un punto de inflexión. Las lluvias se secarían y grandes franjas de los bosques podrían convertirse en sabanas, lo que provocaría enormes emisiones de carbono.
Proteger derechos ambientales y de indígenas
El tema de la Amazonía, llevado a la cumbre de la UICN por los pueblos indígenas, sentó un precedente. Paulo Moutinho, del Instituto de Investigaciones Ambientales de la Amazonía (Ipam), comentó que no esperaba ninguna reacción de Bolsonaro.
En su opinión los esfuerzos e iniciativas globales para proteger la Amazonía generalmente se han encontrado con reclamos sobre interferencia extranjera y violación de la soberanía. Sin embargo, confió en que fuera de Brasil, la votación «podría reforzar el criterio de que necesitamos proteger urgentemente los derechos indígenas sobre sus tierras. Para proteger la selva amazónica”.
Mirabal adelantó que esperaba que la moción pudiera traducirse en un plan de acción e implementarse. Dijo que Coica lo llevaría a los gobiernos de América del Sur y más allá a Europa, Estados Unidos y China para obtener apoyo. “Queremos que esta moción genere proyectos y apoyo político para nuestros territorios, pero también conserve y proteja nuestro hogar”, agregó.
Por su parte, Izabella Teixeira, ex ministra de Medio Ambiente de Brasil y copresidenta del Panel Internacional de Recursos, fijó posición sobre lo sucedió en el encuentro. Señaló a Climate Home que la moción podría ser utilizada por grupos de la sociedad civil en Brasil. Para pedir protección ambiental antes de las elecciones presidenciales del próximo año, un tema que será crítico».
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