La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ofreció mediar en el conflicto en Bielorrusia, una iniciativa que cuenta con el respaldo de la Unión Europea. «La apoyamos de todas las formas posibles», dijo este viernes Josep Borrell al término de una reunión informal de cancilleres europeos. Los ministros también acordaron sancionar a los funcionarios bielorrusos responsables del fraude electoral y la violencia contra los manifestantes que exigen nuevos comicios.
El primer ministro de Albania, Edi Rama, informó que propuso la mediación de la OSCE. El objetivo es propiciar un diálogo entre las autoridades de Bielorrusia y la oposición, indicó. «Propongo que la OSCE ejerza como mediador para el diálogo necesario, para ayudar a Bielorrusia a salir de la situación», dijo, al tiempo que manifestó su esperanza de que Minsk acepte la propuesta.
Subrayó que la OSCE «no va a tomar partido o interferir» en los asuntos internos de Bielorrusia. «La situación debe resolverse en Minsk y por el pueblo bielorruso, en pleno respeto a la soberanía, la independencia y los derechos humanos», precisó.
El conflicto en Bielorrusia estalló el 9 de agosto, cuando la gente salió a protestar por los resultados de los comicios presidenciales realizados ese día. Los cómputos oficiales dieron 80% de los votos a Alexander Lukashenko, en el poder desde 1994. La oposición y gran parte de la comunidad internacional no reconoce válido dicho resultado, y pide la realización de nuevas elecciones.
Lukashenko, de 65 años, dijo que solo muerto él se realizaran otras elecciones. Este viernes, Minsk fue escenario de una nueva jornada de las protestas, que ya han dejado un saldo de tres personas muertas, unas 7.000 detenidas y denuncias de torturas a los prisioneros.
Bielorrusia debe oír a la OSCE
«Apoyamos esto de todas las formas posibles», dijo el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, sobre el anuncio de Rama. «Pensamos que las autoridades (de Bielorrusia) deberían aceptar la propuesta de la Presidencia en ejercicio de la OSCE de visitar y facilitar el diálogo», indicó.
Borrell habló con la prensa tras la reunión informal de dos días que sostuvo en Berlín el Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea. La situación en Bielorrusia fue uno de los temas analizados.
«Hemos tenido un verano de crisis. Durante el mes de agosto hemos estado muy ocupados. Ha sido de gran utilidad poder reunirnos en persona para abordar de forma concreta y orientada a resultados algunas de las cuestiones más urgentes a las que nos enfrentamos hoy en la Unión Europea, desde el punto de vista de las relaciones exteriores», dijo el político español.
Reiteró que la UE no reconoce los resultados de las elecciones del 9 de agosto y considera «inaceptables» las acciones de las autoridades. «Una vez más, expresamos nuestro pleno apoyo a la soberanía e independencia de Bielorrusia; condenamos la violenta represión del pueblo bielorruso y pedimos a las autoridades que entablen un diálogo inclusivo para salir de la crisis».
«Promovemos un diálogo nacional, que es la única forma de que se respeten la democracia y las libertades fundamentales en Bielorrusia», aseveró. Borrell también pidió a Rusia mantenerse al margen del conflicto y no convertir a su vecino en «una segunda Ucrania».
Sanciones contra altos funcionarios
No obstante, informó de que los ministros alcanzaron un acuerdo político para sancionar a los responsables del fraude electoral y la represión a las manifestaciones. Las medidas se aplicarán bajo el régimen de sanciones existente de Bielorrusia. «Estas designaciones incluirán a personas de alto nivel político», señaló Borrell.
Indicó que la lista con los nombres de los sancionados la elaborarán los grupos de trabajo competentes. En tal sentido, refirió que 11 miembros del Consejo le entregaron una carta «pidiendo hacerlo lo antes posible y presionando para que se tomen decisiones rápidamente. Pero tenemos que hacerlo de acuerdo con todos los procedimientos legales», señaló.
«No puedo dar un número concreto o los nombres precisos (de la lista), pero serán funcionarios de alto nivel. Dependerá de la evolución de la situación», explicó cuando le preguntaron si Lukashenko será sancionado.
«Si Lukashenko aumenta la presión sobre la oposición y las manifestaciones pacíficas, nosotros como UE tenemos que aumentar la presión sobre Lukashenko». Así lo señaló, por su parte, Heiko Maas, ministro de Exteriores de Alemania, país que ejerce la Presidencia rotatoria del Consejo.
Serbia respalda a la UE
En un sorpresivo cambio con respecto al régimen de Minsk, Serbia se unió a la Unión Europea en su rechazo a los resultados electorales que permitirían a Lukashenko gobernar por un sexto periodo.
Serbia, que en 2014 inició las negociaciones para ingresar a la UE, dijo que desea alinear su política con la del bloque europeo. «Espero que Lukashenko no nos lo reproche», dijo la primera ministra serbia, Ana Brnabic, citada por la agencia Associated Press. «No debemos olvidar la amistad que Lukashenko ha demostrado con nuestra gente durante los tiempos difíciles», añadió.
En diciembre pasado, Lukashenko realizó una visita oficial a Belgrado para fortalecer las relaciones económicas entre los dos países. «Esta visita representa un impulso importante para el desarrollo de nuestras relaciones económicas bilaterales, dado que nuestras relaciones políticas son extremadamente buenas», indicó en esa ocasión el presidente serbio, Alexander Vucic.
Lukashenko fue el único mandatario que visitó Serbia durante el bombardeo en 1999 de la OTAN para que cesara la represión de Slobodan Milosevic contra los albaneses separatistas. Un año antes, había dicho que Bielorrusia era un Estado amigo de Yugoslavia. «Y si Milosevic necesita ayuda y apoyo, siempre le daremos ese apoyo», dijo entonces.
Policía detiene a periodistas en Minsk
A pocas horas de que los cancilleres iniciaran su reunión en Berlín, la policía de Minsk detuvo a unos 30 periodistas que se disponían a cubrir una protesta en la capital bielorrusa. En el grupo se encontraba Alexandra Boguslavskaya, reportera de Deutsche Welle, el servicio de información internacional público de Alemania.
Boguslavskaya y los demás periodistas fueron detenidos por la Policía para verificar sus credenciales. DW indicó que la ley de Bielorrusia establece que la verificación de datos personales no debería llevar más de tres horas. Sin embargo, la revisión de los documentos de Boguslavskaya comenzó alrededor de las 19:00 hora local hasta poco antes de la 01:00 del jueves.
La joven periodista informó que desconocidos vestidos de civil y con mascarillas le exigieron a ella y a otros periodistas desbloquear sus teléfonos. Después de revisarles los teléfonos y borrar parte del material registrado, permitieron salir a los periodistas. Boguslavskaya se negó a desbloquear el suyo, lo que retrasó su liberación. Aunque no la maltrataron, le confiscaron el teléfono durante el tiempo que estuvo detenida y le impidieron hacer llamadas o contactar a un abogado.
Boris Gorezkij, disidente de la Asociación de Periodistas de Bielorrusia, comentó a DW que «la policía realiza arrestos selectivos contra periodistas para evitar que informen sobre las protestas».
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