Lampedusa, la pequeña isla italiana en el medio del Mediterráneo, se ha sido en una tabla de salvación para miles de migrantes africanos que huyen de sus países en busca de una vida mejor, aunque en la travesía arriesguen la vida. Ahora Lampedusa está abarrotada de migrantes y al borde de una crisis migratoria. Italia y la UE intentan evitar su estallido.
La isla, con una población inferior a 7.000 habitantes, recibió en 72 horas más de 10.000 migrantes. Sus capacidades se vieron desbordadas. «Se equivoca quien en Europa piense que la crisis se puede resolver dejando a los italianos solos», declaró en forma airada la primera ministra Giorgia Meloni, ante la visita de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y su equipo.
La mayor de las islas integrantes del archipiélago de las Pelagias ha sido durante mucho tiempo punto central en el tránsito irregular a Europa de migrantes de África, el Medio Oriente y Asia a Europa. El alcalde Filippo Mannino señaló en medio de un tumulto que la crisis migratoria llegó a un “punto sin retorno”. “Esta pequeña roca, en medio del Mediterráneo, está en crisis por el carácter dramático del fenómeno migratorio», apuntó.
Chiara Cardoletti, representante de ACNUR para Italia, la Santa Sede y San Marino, adelantó que ante la crítica situación se adelantan “medidas urgentes” para “restablecer la normalidad”. Una 5.000 personas han salido Lampedusa en 28 horas.
La crisis migratoria en Lampedusa
Muchas de las personas que llegan huyen de la inestabilidad política en Túnez. En años anteriores, la mayoría procedía de Libia y las rescataban embarcaciones benéficas de diversas ONG y socorristas italianos. La Organización Internacional para las Migraciones teme que las cifras aumente. Las catastróficas inundaciones en Libia han causado más de 11.000 muertos.
En consecuencia, en plena crisis migratoria de Lampedusa, Alemania dijo que informó a Italia su decisión de suspender “hasta nuevo aviso” la recepción de inmigrantes dentro del plan europeo de solidaridad voluntaria.
El ministro del Interior de Francia, Gerard Darmanin, dijo que está llegando más inmigrantes a las fronteras francesa e italiana debido a “la acelerada desestabilización de Libia y Túnez”
Muchos de los que llegan a Lampedusa y son trasladados al continente italiano intentan cruzar la frontera de Ventimiglia hacia la ciudad costera francesa de Menton. Darmanin, que precisó «un aumento del 100% de los flujos en la frontera italiana, lo que evidentemente afecta a todos los departamentos de los Alpes», anunció «refuerzos importantes para abordar la situación en la frontera y frenar la inmigración ilegal”. Asentó que «una gran proporción de las personas que cruzan la frontera italiana quieren ir a Gran Bretaña.
Medidas para frenar los desembarcos e
En vista de las complejas respuestas de los países europeos ante la crisis migratoria de Lampedusa, la primera ministra italiana acompañó a la presidenta de la Comisión Europea en un recorrido por los muelles donde atracan cientos de embarcaciones con inmigrantes. Ursula von der Leyen presentó un plan de acción europeo. El propósito es contener la inmigración irregular y compartir los traslados de migrantes llegados a las costas italianas. «He venido a Lampedusa para decir que la inmigración ilegal requiere una respuesta europea», dijo.
Cifras del Ministerio del Interior de Italia, en constante evolución, advierten que en lo que va de año han desembarcado en ese país 127.207 inmigrantes. Casi el doble que los 66.237 del mismo período del 2022 y el triple que los de 2021 (42.750).
Von der Leyen habló de una estrategia para dar acabar con el “brutal negocio” del tráfico de migrantes. «Los dirigentes de los países europeos deben decidir “quién viene a la Unión Europea y en qué circunstancias. No los contrabandistas”, apuntó.
Acciones urgentes
El plan de 10 puntos que presentó incluye aumentar la vigilancia aérea del Mediterráneo y expandir las misiones navales. Otro es acelerar la entrega de fondos a Túnez. Por un acuerdo que Bruselas firmó con Túnez a cambio de medidas de contención migratoria, Europa le entrega una «ayuda» de más de 1.000 millones de euros. También propone acelerar las solicitudes de asilo en Italia.
El plan estima crear corredores humanitarios en los países de origen para desalentar las rutas ilegales y apoyar a la agencia Frontex «el rápido retorno de los migrantes a su países y en condiciones seguras, si no califican para permanecer en territorio europeo.
Uno de los puntos más polémicos es el mecanismo de solidaridad mediante el cual otros países europeos aceptarían transferencias voluntarias de migrantes en situación irregular llegados a Lampedusa. Francia y Alemania lo rechazan.
Meloni respaldó la propuesta de la presidenta de la CE. «El futuro de Europa depende de su capacidad para afrontar la inmigración ilegal, uno de los desafíos más trascendentales. Hay disposición colaborativa en Ursula von der Leyen», dijo