El desvío forzado de un avión de Ryanair por parte del régimen de Lukashenko, para apresar al periodista y líder opositor Roman Protasevich, desató una tormenta diplomática. Numerosos países democráticos repudian la actuación por desproporcionada y violatoria del derecho internacional sobre aviación civil. La Unión Europea se encuentra reunida para fijar posición y dictaminar más sanciones contra los quienes ejercen el poder en Bielorrusia.
El bloque rechazó el desvío de un vuelo de Ryanair de Atenas a Vilna hacia Minsk, capital de Bielorrusia. «Condeno en los términos más enérgicos posibles, el aterrizaje forzoso de un vuelo de Ryanair en Minsk», manifestó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El ejecutivo salió del encuentro para anunciar la decisión comunitaria. “Lo que pasó en Bielorrusia es un escándalo internacional. Puso en peligro la vida de la población civil y amenaza la seguridad internacional. Estamos discutiendo varias sanciones. Se necesita una fuerte reacción”.
Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, calificó de “ilegal” el comportamiento de Bielorrusia. Apuntó que “los responsables del secuestro del avión de Ryanair deben ser sancionados. El periodista Roman Protasevich debe ser liberado de inmediato”.
Grecia, desde donde partió el avión, califica el hecho como “secuestro de Estado” y Polonia como un “acto de terrorismo”.
La UE analiza más sanciones contra régimen de Bielorrusia
La aerolínea irlandesa Ryanair informó el domingo que el vuelo FR4978 fue desviado a un aeropuerto en Minsk. La tripulación del avión fue alertada por las autoridades bielorrusas de una posible bomba, que al final se desechó. Tras el aterrizaje, se detuvo al periodista y bloguero Roman Protasevich. Fundador del canal opositor Nexta y acusado de terrorismo en episodios anteriores.
El servicio de prensa de Lukashenko dijo que el mandatario había dado la orden de desviar el vuelo con la intercepción de un caza Mig-29.
Protasevich, que está exiliado en Polonia, viajaba de Grecia a Lituania. Hasta los momentos, nada se sabe de él ni de su novia rusa que lo acompañaba en el vuelo. El avión estuvo retenido ocho horas antes de que le permitieran continuar viaje.
El paradero del periodista es desconocido, señaló la líder opositora Svetlana Tijanóvskaya desde Vilna. «Aún no sabemos donde está, ni en qué estado. Hay una alta probabilidad de que le estén torturando las fuerzas especiales», añadió.
Un pasajero dijo a Radio Free Europe que una vez informados del desvío, un joven se mostró muy angustiado. «Le preguntamos qué estaba pasando y nos dijo quién era y agregó: ‘Aquí me espera la pena de muerte’, comentó temblando». Los militares lo aguardaban y se lo llevaron, relató.
La UE se encuentra debatiendo la posición que adoptará respecto al acto de piratería aérea y la detención del periodista, hechos condenados por países y líderes democráticos.
Bielorrusia, tormenta diplomática en la UE y otros países
Cada vez se suman líderes políticos en Europa y occidente que piden a la UE y a la OTAN que intervengan frente a la actuación inaceptable de Bielorrusia. Y apliquen más sanciones contra el gobierno de Bielorrusia, cuya legitimidad está en entredicho, luego de las elecciones del año pasado.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que “es un incidente grave y peligroso que requiere una investigación internacional”.
Entretanto, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, acusó a Bielorrusia de cometer un «acto horrendo». Igualmente, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, dijo que «secuestrar un avión civil es un acto sin precedentes de terrorismo de Estado que debe tener consecuencias».
Asimismo, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, el español Josep Borrell, dijo que Bielorrusia debería ser responsable de la seguridad de todos los pasajeros del avión. “Es otro intento de las autoridades bielorrusas de silenciar las voces de la oposición”.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, condenó enérgicamente al gobierno de Bielorrusia por interceptar y hacer aterrizar en Minsk un vuelo de la aerolínea Ryanair.
“Estados Unidos condena enérgicamente el desvío forzoso de un vuelo entre dos estados miembros de la Unión Europea. Y la posterior deportación y arresto del periodista Roman Protasevich en Minsk. Exigimos su liberación inmediata”, declaró.
Blinken agregó que los informes iniciales que sugieren el uso de aviones militares bielorrusos para escoltar el avión “son profundamente preocupantes y requieren una investigación completa”.
Posibles sanciones
Los 27 países europeos continuaban sus deliberaciones sobre la adopción de más sanciones contra Bielorrusia. Probablemente no se limitarán a añadir otros nombres a la lista de 88 ciudadanos sancionados.
Algunas de las medidas que se barajan en el seno de la UE son la suspensión de vuelos en el espacio aéreo de Bielorrusia y la prohibición de los vuelos de la compañía bielorrusa Belavia en los aeropuertos europeos.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, señaló en un comunicado que «Lukashenko debe rendir cuentas por sus acciones extravagantes».
¿Quién es Roman Protasevich?
Protasevich es periodista y bloguero. Fundador y director de los canales de Telegram Nexta y Nexta Live, que tuvieron un papel clave en la organización de las protestas opositoras contra Lukashenko después de las elecciones fraudulentas de agosto de 2020 y para denunciar la represión policial de las marchas pacíficas.
Protasevich comenzó sus actividades contra Lukashenko en 2011, con apenas 16 años. En julio 2020 lo detuvieron en una manifestación en el marco de la «Revolución a través de las redes sociales”. La fotografía de su detención, publicada ampliamente en las redes sociales, convirtió a Román en una cara conocida. Como represalia, lo expulsaron del colegio.
Desde entonces ha sido apresado varias veces y llevado a tribunales. Perseguido y acusado de terrorismo. Tuvo que exiliar. Ahora las autoridades de Bielorrusia perpetran un acto de piratería aérea para apresarlo..
El régimen presidido por Lukashenko intenta amordazar a la oposición y acabar con la disidencia. Pretende evitar toda cobertura de las protestas y de la represión. Este lunes firmó una ley que prohíbe a la prensa informar en directo sobre protestas opositoras no autorizadas.
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