Más de 1,4 millones de europeos se han valido de la Iniciativa Ciudadana Europea para pedir a la UE que prohíba las jaulas para animales de granja. Ante tan masiva solicitud, la UE lo aceptó y se comprometió en dar un marco jurídico a esa actividad en 2023, dentro de la Estrategia “De la Granja a la Mesa”. La ciudadanía exige una transición hacia sistemas agrícolas más éticos y sostenibles. Incluida una revisión de las normas vigentes de la comunidad en materia de bienestar animal.
La propuesta denominada “End the Cage Age” (Acabemos con las jaulas) incluye desmontar en forma progresiva la producción intensiva en explotaciones de conejos, gallinas ponedoras, pollos de engorde. Así como de codornices, patos y gansos. También casillas para parir para las cerdas; y casillas y corrales individuales para los terneros.
Mientras llega el 2023 y la posterior vigencia de las normas, serán muchos los animales maltratados y estresados. Datos de la Fundación Igualdad Animal, en la UE cada año más de 300 millones de animales de granja siguen pasando toda o parte de su vida en jaulas, corrales o establos. Circunstancia que les causa un gran sufrimiento.
“Son obligados a soportar una vida miserable encerrados en jaulas. Una práctica cruel y completamente innecesaria», dijo su presidenta Silvia Barquero. España es el país de la UE con mayor número de animales enjaulados, cerca de 92 millones. “Una realidad que en pleno siglo XXI debe cambiar, ya que los ciudadanos europeos demandan bienestar animal», agregó.
Antes de la aceptación de la UE de ajustar las leyes para prohibir las jaulas para animales, el parlamento europeo había debatido el tema. Con una aplastante mayoría (558) a favor del cese de estos métodos y 37 en contra.
La UE dispuesta a prohibir las jaulas para animales
En España se han pronunciado algunas asociaciones productoras de animales y desde ya avizoran algunas complicaciones con la decisión de la UE de prohibir las jaulas para animales.
En Galicia existen 900 explotaciones de pollos y 257 granjas de conejos. De hecho, la comunidad es la principal productora en España de este último tipo de carne, al concentrar el 24% de la producción nacional. Loli García integrante del Sindicato Unións Agrarias advierte que en caso de que Bruselas acabe cumpliendo su compromiso, el principal problema al que deberán hacer frente los ganaderos son los costes económicos. Por la adaptación de las instalaciones de sus explotaciones a las condiciones establecidas en el nuevo marco europeo.
Entretanto, en la Asociación de Productores Gallegos de Conejo (Progacun),cree que esa decisión “podría suponer la ruina”. A la fecha, defienden que las jaulas garantizan una producción industrial y a la vez eficiente de carne de conejo. Esto no se lograría con la cría en el suelo.
En cuanto al bienestar animal, añaden que las condiciones actuales de los conejos criados en las jaulas son mejores que años atrás porque las jaulas están acondicionadas para su crecimiento. En cada una de ellas, dicen, pueden estar entre ocho y nueve conejos. Pero cada camada tiene que estar en la misma jaula.
En ese sentido, Aurelio Pérez, ganadero y coordinador de COAG Castilla y León, ve con «enorme preocupación» el anuncio de la UE. Afirma que «con esta estrategia no se busca defender a los animales. Más bien acabará con 68.000 granjas en los próximos años. Las jaulas son necesarias, imprescindibles para el manejo de la producción ganadera y si eliminan esto no lo vamos a poder soportar, y no se puede consentir; es un problema gravísimo».
Maltrato y jaulas para animales, seamos veganos
Esta posición anticipa lo que sucederá a partir de 2023: una prohibición de las jaulas para animales. De allí que los sectores productivos (avícola, cunícola y ganadera) de la UE están replanteando sus sistemas de producción en el corto plazo. La medida provocará un cambio de modelo en la cría y explotación de animales como conejos, pollitos, codornices, patos y gansos.
Por lo pronto, Henry Mance, escritor y redactor principal de artículos del Financial Times la situación actual es muy cruel para los animales y se refiere especialmente a las reses. Él es vegano y le gustaría que todos nos sumáramos a su decisión. Para plasmar sus investigaciones y pareceres, escribió un libro “Cómo amar a los animales” que recoge su experiencia en granjas, con científicos, chefs, agricultores, filántropos multimillonarios y conservacionistas. El resultado: un denso documento desafiante y aleccionador. Descorre el difícil razonamiento moral de aquellos que dicen que aman a los animales pero también se benefician de su sufrimiento. Es lo que describe como «la paradoja de la carne”.
Señala que “la vida de una típica vaca lechera es peor que la de una destinada a terminar como filetes. En EE UU, hasta la mitad de las vacas lecheras sufren cojera, un problema que también es común en el Reino Unido. Los vegetarianos ni siquiera pueden afirmar que al menos no son responsables de la matanza de vacas, ya que la economía de la industria láctea significa que la mayoría de los terneros machos mueren al nacer, una vez que han cumplido su único propósito como catalizadores de la lactancia. «Si está realmente preocupado por el bienestar de los animales», dice Mance, «es casi seguro que debería dejar de comer lácteos antes de dejar de comer carne de res».
Queremos a los animales, pero participamos de su sufrimiento
El catálogo de Mance va más allá del abordaje de la UE de prohibir jaulas para animales, se refiere a los horrores de la producción industrial de carne. Esto representa una hoja de cargos condenatoria de estos procesos. Sobre todo porque esta no es una nueva exposición, sino un compendio de hechos que han estado en debate durante décadas.
Sus planteamientos, sin duda, alteran la comprensión de muchos lectores sobre el maltrato a los animales y en los que todos participamos.
La agricultura industrial ha estado con nosotros durante unos cien años, argumenta Mance. Desde que los criadores de pollos de Delaware descubrieron que podían mantener a sus aves en el interior toda su vida si les daban suplementos de vitamina D. La actitud desde entonces ha sido con demasiada frecuencia la que expresó con impactante franqueza la revista Hog Farm Management en 1976: «Olvídate de que el cerdo es un animal, trátalo como a una máquina en una fábrica».
Además, en su libro afirma que con las granjas industriales, el cambio climático y la deforestación, este podría ser el peor momento de la historia para ser un animal. En una era de extinción y pandemias, nuestra relación con las otras especies de nuestro planeta se ha vuelto insostenible. ¿Qué pasaría si nos tomáramos en serio las experiencias de los animales? ¿Cómo comeríamos, pensaríamos y viviríamos de manera diferente?
Mance emprende una búsqueda personal para ver si existe una forma más justa de vivir junto a otras especies.
Irregularidades del transporte animal
La UE anuncia su determinación de prohibir las jaulas para animales. Pero en ese mundo hay otras irregularidades detectadas por Igualdad Animal. Refiere que la UE está exportando su excedente de producción de animales vivos a terceros países en buques ganaderos.
Concretamente España es uno de los principales exportadores de la UE y sus envíos de animales vivos a terceros países no dejan de aumentar. En 2020 exportó 193.085 bovinos; un 9,2% más que el año anterior y 906.517 ovinos; un 20% más que en 2019.
Un estudio realizado por las organizaciones Robin des Bois (Francia), Animal Welfare Foundation (AWF, Alemania). Y Tierschutzbund Zürich (TSB Zürich, Suiza) examina por primera vez la navegabilidad de los 78 buques de transporte de ganado certificados que operan en la UE.
Concluye en “los buques de transporte de ganado son los más peligrosos del mundo. Con una media de 41 años, los buques son demasiado viejos, contribuyen a la contaminación de los mares, son la causa de un enorme sufrimiento animal. Conducen en su mayoría bajo banderas negras de conveniencia y han sido aprobados como aptos para la navegación por empresas dudosas”.
53 buques han sido detenidos varias veces debido a las violaciones masivas del Memorándum de París. “A pesar de las continuas violaciones del bienestar animal y de la puesta en peligro de los mares, los operadores de los buques siguen en el negocio”, dijo Robin des Bois, AWF y TSB Zurich
Sólo en los dos últimos años se registraron oficialmente 2.504 infracciones en los 78 buques autorizados por la UE. Se contabilizaron incumplimientos en el 90% de los buques en cuanto a la seguridad de la navegación.
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