La Navidad tiene olores, colores y recuerdos especiales, marcados por el paso de estas festividades en el tiempo. Las celebraciones en Ucrania serán tibias o inexistentes; la vida de sus habitantes se descuadró de pronto con el primer bombardeo ruso este febrero. En momentos en que los líderes de ambos países se reúnen con sus aliados para arreciar la guerra en 2023, la esperanza y la solidaridad también se disputan un espacio. El Vaticano, además de oraciones y buena dosis de diplomacia, envía a Ucrania no solo ropa, y equipos varios sino una palabra de paz.
El Limosnero Pontificio, el cardenal Konrad Krajewski, se encuentra en Ucrania como enviado del papa Francisco para la distribución de ropa térmica y generadores de electricidad. Luego de que las tropas de Putin destruyeran cerca del 50% de la red eléctrica. Por lo tanto, muchos ucranianos no tienen calefacción en este invierno.
El purpurado que se encarga de las obras de caridad del pontífice pasará la Navidad en Kiev. Confió a los medios de la santa sede que «fue muy difícil cruzar la frontera de Polonia, pues hay que hacer una cola de 25 kilómetros». Pero que finalmente pudo llegar a Leópolis para entregar los generadores que se destinarán a Odessa, Zaporizhzhia, Kharkiv.
«Estoy a punto de irme a Kiev, a pasar allí la Navidad. Hay mucha gente sin luz, sin calefacción», dijo Krajewski que aseguró que la «fidelidad del papa a su compromiso de no dejar sola a la población es máxima» y que «se han recogido miles y miles de prendas térmicas para ayudar a sobrevivir en este tiempo tan duro» y «él quería «ser el garante de que todo lo que recogiéramos en Italia se transfiriera inmediatamente».
¿Paz en Ucrania?
Horas después del final de la Copa Mundial de Fútbol en Qatar, Vladimir Putin viajó a Bielorrusia para reunirse con su homólogo Alexandr Lukashenko. No lo hacía desde hace tres años. A la prensa dijeron que el diálogo se centró en el hecho económico. Pero a puertas cerradas hablaron de cooperación militar.
Según el general ucraniano, Sergiy Náyev, el objetivo real del viaje de Putin a Minsk ha sido “involucrar a las Fuerzas Armadas de Bielorrusia de forma más amplia en la guerra contra Ucrania. Lograr su participación incluso en la invasión terrestre”. La semana pasada, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, su ministro de Defensa, Oleksii Réznikov, y varios generales del Ejército ucraniano, advirtiendo que las tropas rusas preparan una gran ofensiva para enero con la intención de atacar Kiev desde territorio bielorruso, reseñó ABC. ¿Se aleja la paz en Ucrania?.
El viernes, Putin convocó a su Consejo de Seguridad y llamó a una mayor “interacción” con Bielorrusia en materia de defensa. El mismo día, el presidente ruso se reunió con el mando militar para disponer medidas que permitan acelerar las operaciones en Ucrania. Este lunes, precisamente, en Minsk participaron en las conversaciones los ministros de Defensa ruso y bielorruso, Serguéi Shoigu y Víctor Jrenin. El primero inspeccionó durante el fin de semana las unidades rusas que toman parte en la invasión.
De seguidas, Volodímir Zelenski, sorteando algunos obstáculos logísticos, llegó a Estados Unidos en una visita sorpresa. Se reunió con Joe Biden y asistió a una sesión especial en el Congreso donde recibió un aplastante espaldarazo. «Nuestras dos naciones son aliadas en esta batalla y el próximo año será un punto de inflexión, lo sé», exclamó.
“Punto de inflexión” y “los crujiremos como nueces”
Biden reiteró su disposición de ayudar a Ucrania “el tiempo que sea necesario”. Ya lo ha hecho. Pero ahora se comprometió a seguir reforzando la defensa militar de Ucrania «en la búsqueda de una paz justa».
Y el presidente de EE UU confirmó que entregará por primera vez el sistema de defensa antiaérea Patriot a las tropas del país europeo. Este sistema forma parte de un nuevo paquete militar de $1.850 millones que también incluye sistemas de mortero. Camiones blindados, misiles anti-radiación de alta velocidad, proyectiles guiados de 155 mm y otros equipos.
La nueva aportación se suma a los aproximadamente $20.000 millones solo en armamento y defensa que EE.UU. ha enviado a Ucrania desde el principio de la guerra.
Ante ese ofrecimiento de armamento militar de EE UU a Ucrania, Putin indicó que su país tendrá un “antídoto” contra los sistemas de defensa antiaérea Patriot. “Lo tendremos en cuenta y encontraremos un antídoto”.
De hecho, fue más allá en la comparación que realizó entre los misiles norteamericanos y los S-300 que dispone Rusia. “Los crujiremos como nueces”, expresó. Con respecto al material militar cedido por Washington, opinó que se trata de un sistema “muy antiguo” que provocará una mayor duración del conflicto bélico en territorio ucraniano. “Los que lo hacen, lo hacen en vano. Simplemente alargan el conflicto”.
Zelenski, por su parte, señaló a la prensa estadounidense que una «paz justa» con Rusia -la expresión mencionada antes por Biden- es imposible debido a la cantidad de sufrimiento que el país invasor ya han infligido al suyo. «No puede haber una paz justa en Ucrania, en una guerra que nos fue impuesta», sentenció.
Paz, caridad, solidaridad
Mientras ambos países se preparan para endurecer los combates, muchas organizaciones en el mundo, desde hospitales hasta albergues, dan cobijo a millones de ucranianos desplazados y refugiados.
Una campaña de recaudación de fondos a través de la plataforma Eppela ha permitido comprar prendas que se están enviando al país asolado por la guerra. El cardenal Krajewski lleva a Ucrania todo el material recolectado junto con los generadores de corriente donados y adquiridos para la población: «la colecta continuará hasta el domingo 6 de enero».
«Una Navidad verdaderamente cristiana es la que llevamos a Ucrania», subrayó el Limosnero Konrad Krajewski. Y lo es, si uno acoge las necesidades de los demás. Abraza el sufrimiento y aporta incluso con poco para aliviarlos. Este es el espíritu con el que la oficina de caridad del Papa lanza una campaña de recaudación de fondos. A través de la plataforma de crowdfunding Eppela, para la compra de camisetas térmicas destinadas a la población ucraniana. En los últimos días se había invitado a enviar o traer al Vaticano vestimentas para hombres, mujeres y niños. Se estima que más de 2 millones de ucranianos no tienen calefacción.
El cardenal, varias veces enviado por Francisco a Ucrania, habla de «una respuesta muy generosa» a la petición de ayuda lanzada. «En mis cuatro viajes anteriores», dijo «vi el sufrimiento de la gente. Ahora hace frío, no hay calefacción, ni gas, ni electricidad. Los ucranianos me han pedido camisetas térmicas». Una buena forma de combatir las bajas temperaturas. «Hagamos este regalo de Navidad», sugirió.
El Papa Francisco señaló que “en la fiesta de Dios que se hace niño, pensemos en los niños ucranianos, que sufren mucho a causa de esta guerra inhumana. Pensemos en el pueblo ucraniano, que carece de lo necesario para sobrevivir. Y oremos juntos al Señor para que traiga a Ucrania, la paz lo antes posible”.