«Turquía, una crisis de manual» es el nuevo número de Cambio Financiero. La fuerte caída de la moneda ha generado temores de contagio en los mercados emergentes. Erdogan dice que Turquía es blanco de una guerra económica auspiciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y ha hecho reiterados llamamientos para que los turcos vendan sus dólares y euros a fin de apuntalar la moneda nacional.
La lira turca, que ha perdido el 60% de su valor respecto al dólar en lo que va de año, y una inflación de dos dígitos, que podría terminar 2018 en una tasa del 22% anual, de acuerdo con las previsiones de Standard & Poor’s. Este escenario ha provocado que el Banco Central de Turquía suba los tipos de interés hasta el 20%, un nivel muy inferior al que exige la realidad. Como consecuencia, la financiación al sector privado, tanto a las empresas como a las familias, se ha encarecido de forma sustancial y eso ha provocado una caída tanto de la inversión empresarial como del consumo de los hogares. Esta “crisis de Turquía” es el centro de la edición 93 de Cambio Financiero, nuestra revista especializada para la empresa global y la nueva economía.
¿Qué más trae Cambio Financiero N°93?
Junto a este tema, la edición 93 de Cambio Financiero, pone lupa en las ideas de Donald Trump en la política del libre comercio. Al menos para los Estados Unidos el libre comercio es malo, por lo que es necesario proteger al país, anulando o modificando todos los tratados.
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Nos adentramos también en la incertidumbre internacional, los expertos avisan el inicio de una nueva fase marcada por un crecimiento más moderado. Sin embargo, en lo referente a los cambios estructurales de la economía, hay algunas transformaciones preocupantes: los salarios reales crecen poco, los déficits públicos se están descontrolando en países donde la población envejece (y las pensiones futuras se ven comprometidas) y solo un aumento de la productividad podría invertir estas tendencias. Mientras que la economía de Estados Unidos avanzará con vigor, superando el crecimiento del producto potencial. Caerán en situación de demanda excedentaria mientras aumentan cada vez más las presiones inflacionarias.
Y como nuestro enfoque tiene que ver con las crisis, no podíamos dejar de lado el debate sobre el diesel. “El diesel tiene los días contados” ya no esta de moda, el cambio de normativa para la medición de sus emisiones o las restricciones a vehículos. Todos los coches de nueva fabricación tendrán que estar homologados por la nueva norma de emisiones de la Unión Europea, llamada WLTP. Se trata de una medición más exacta que ofrece cifras más reales y ajustadas a la utilización del vehículo. Esto quiere decir que un coche homologado a partir del 1 de septiembre reflejará que contamina más que los mismos modelos que se lanzaron bajo la normativa anterior.