El impresionante número de turistas, que no para de aumentar en Japón, tiene en su agenda visitar o, al menos tomarse una selfie con el Monte Fuji de fondo. El lugar perfecto para inmortalizar la icónica montaña es Fujikawaguchiko. Sus autoridades decidieron desplegar una gran lona negra para impedir a los viajeros -desordenados y bulliciosos- apostarse en sus alrededores para tomar fotos. La pantalla fue vulnerada, agujereada.
A pocas horas de su instalación se encontraron huecos en la tela. Uno o dos por cada día hasta minar la tela. Todos a la altura de los ojos y aparentemente del tamaño adecuado para pasar una lente de cámara. Los residentes locales se han quejado de que los visitantes bloquean la estrecha acera, dejan basura y aparcan sus vehículos en zonas prohibida. Incluso, se arremolinan con su móvil frente a las vistas, a pesar de los carteles y los guardias de seguridad.
La Organización Nacional de Turismo de Japón estima que marzo fue el mes de mayor afluencia de visitantes , con más de 3 millones de turistas extranjeros. De ese total, cerca de 2 millones llegan a Fujikawaguchiko al año para rendirse, aunque sea en la distancia, a la majestuosidad, belleza única y serena del Monte Fuji.
Los turistas que acuden al lugar desean repetir una fotografía que se hizo viral después de que un influencer posara en 2020. En su gráfica aparece una tienda de conveniencia Lawson -ahora famosa- desde donde las fotografías tomadas desde cierto ángulo hacen parecer como si el Monte Fuji estuviera sobre el techo del local.
Las autoridades están conscientes del boom de visitas y el beneficio económico para el país y para Fujikawaguchiko. Pero también la alteración de la vida de sus residentes.
Cómo gestionar a los turistas en Monte Fuji
Hace poco el alcalde de Venecia, aplicó una tarifa para los turistas que desean recorrer el centro, como una manera de controlar la presencia de los visitantes y obtener ingresos adicionales para invertirlos en su patrimonio.
La situación en Fujikawaguchiko es diferente pero coincide con la manera de gestionar la presencia masiva de turistas. La ciudad gastó 1,3 millones de yenes (8.285 dólares) para instalar la red de malla negra de 2,5 metros de alto que se extiende 20 metros y vallas adicionales a lo largo de la acera. El objetivo es impedir el tumulto y evitar problemas mayores.
El alcalde de la ciudad justificó la decisión alegando que son cuestiones de seguridad. Pidió comprensión y cooperación a los visitantes. «Es una decisión dura que nos han obligado a tomar para garantizar la seguridad tanto de los turistas como de los conductores. Además para asegurar una vida tranquila para los residentes de la zona», afirmó Hideyuki Watanabe.
La propuesta no ha estado exenta de debate y ha generado una fricción en el país en torno a la gestión del turismo. Las autoridades de Fujikawaguchiko han aprobado varias ordenanzas con la finalidad de promover el turismo y elevarlo aún más como impulsor de la economía.
El exceso de turismo también se ha convertido en un problema creciente en otros destinos turísticos populares como Kioto y Kamakura.
Japón lleva años intentando aumentar la llegada de visitantes y en los últimos años, con el yen en mínimos, lo está consiguiendo. En lo que va de 2024 ha recibido 11,6 millones de turistas el nivel más alto en los registros. Si antes los turistas atraídos por Japón procedían principalmente de China, Corea del Sur y Taiwán, ahora también provienen de distintos países de Occidente, especialmente de EE UU y Francia.
Otras opciones para ver la gran montaña
La prefectura de Yamanashi, cercana a Fujikawaguchiko, sugirió otros lugares donde los turistas pueden encontrar su lugar ideal para tomar fotografías del enigmático Monte Fuji.
Watanabe aseguró que no tenía planes de levantar otra gran lona negra frente a la segunda tienda Lawson. Más bien dijo que el gobierno de la ciudad planea instalar un código QR para que los turistas tengan otros lugares disponibles para obtener buenas vistas del Monte Fuji.
Funcionarios señalaron que el gobierno local había recibido alrededor de 50 correos electrónicos y 200 llamadas telefónicas sobre la lona negra colocada para impedir el aglutinamiento de turistas. Con opiniones tanto a favor como en contra de la propuesta, desde finales de abril, cuando se tomó la decisión de colocar la pantalla.
Al parecer esta barrera permanecerá en ese lugar hasta que haya una mejora notable en el comportamiento de los turistas extranjeros.
A finales de marzo comenzaron las discusiones sobre qué color utilizar para la lámina de plástico. La preocupación general era que el negro dejaba una imagen negativa, pero también era el único color que impedía cualquier vista de la montaña. El pico sagrado todavía era claramente visible en las fotografías de los teléfonos inteligentes cuando se probaron láminas de otros colores, como el gris y el verde.
Movilizaciones de turistas y trabas: todo por el Monte Fuji. Esta hermosa montaña, de inusitada belleza simétrica y coronada de nieve, se encuentra en el centro de Japón, en la isla principal, Honshu. Rodeada por los Alpes japoneses al noroeste y por el océano Pacífico al sudeste. Administrativamente, se extiende por las prefecturas de Shizuoka al sur y Yamanashi al norte. La cumbre es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 2013.
Algunas curiosidades del Fuji
El Monte Fuji es un cráter que permanece dormido y no es uno sino tres en uno. La leyenda cuenta que nació de la noche a la mañana después de un grave terremoto siglos atrás. Sin embargo, los hallazgos geológicos sugieren que está formado por tres picos de orígenes remotos y distintos.
El primero de ellos al parecer empezó a ascender en torno a hace unos 700.000 años atrás, llamado Komitake. El segundo se llama Ashikaka y ya no se puede distinguir de los demás debido a que está enterrado, formando parte de los cimientos de la montaña. Por último, está el volcán por el que asciende su famosa chimenea, el Shin Fuji (que significa «joven» o «nuevo»), comenzando su formación hace aproximadamente de 8 a 11 siglos.
El Fuji además se considera una estructura geológica de suma importancia espiritual y religiosa en Japón. Se considera la montaña sagrada más importante, venerada por las tres religiones y culturas más populares del país: el sintoísmo, el budismo y el confucianismo
Entre sus particularidades está su oficina de correos alojada en la cumbre, por si se desea enviar una postal de recuerdo con el matasellos original del monte. No en vano, todos los años (a excepción de la pandemia) se remiten decenas de miles de cartas desde su cúspide, que son diligentemente trasladadas hasta abajo por los técnicos de correos. Si se quiere enviar una foto al instante a algún ser querido desde la puntade la gran montaña también se puedes. Hay conexión wi-fi.
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