Las altas temperaturas en España, en un anticipado preámbulo del verano, invitan a fantasear en las vacaciones más esperadas del año. Empieza la búsqueda de los mejores lugares y los menores precios. El turismo sostenible, aquel que fomenta el respeto y la armonía entre visitantes y entorno natural, crece a pasos agigantados en la oferta actual.
Estas vacaciones tienen particular importancia. La despedida de la pandemia abre al viajero la posibilidad de movilidad plena y de retomar planes aplazados. También posibilita a esa potente industria recobrar cifras -aún inalcanzables- de turistas internos y externos previas a la pandemia. El turismo es generador de empleo, riqueza y aporta un grueso porcentaje al PIB de España.
En la amplísima variedad de paisajes, rincones, culturas, gentes y gastronomías en España, hay un espacio cada vez más blindado para ofrecer un turismo sostenible y de calidad.
La Organización Mundial del Turismo invita a los países a reconstruir sus economías y sus sectores en esta etapa pos-COVID. Propone “crear comunidades y empresas resilientes mediante la innovación, la digitalización, la sostenibilidad y las alianzas”. El BBVA le tomó la palabra y elaboró El viaje hacia la sostenibilidad del turismo. Un texto que recoge los retos y las soluciones para reducir la huella de carbono durante los viajes. Toma en cuenta las poblaciones locales para contribuir con el desarrollo sostenible y el equilibrio del entorno.
Los expertos consultados sugieren reorientar el actual modelo turístico para que el planeta sea más verde e inclusivo. consideran importante que los viajes sean de grupos reducidos, un turismo de proximidad y de conservación de la biodiversidad, el patrimonio y los recursos locales.
Turismo sostenible, un mundo por conocer
En el turismo sostenible también contribuye la visión del cliente. Una perspectiva cada vez más exigente. Pone de manifiesto la sensibilización con el medioambiente o la sostenibilidad económica y social de los lugares que se visita.
Según refleja el informe “Viajes Sostenibles” de 2021 de la plataforma Booking.com, el 60% de los encuestados admite “que le molesta que el alojamiento elegido le impida ser sostenible”. Mientras que el 49% cree “que no hay suficientes opciones de viajes sostenibles disponibles”.
Sin duda que entre los principales motivos por los que el turismo sostenible ha ganado peso se debe al impacto negativo que ha tenido a lo largo de los años un turismo desestructurado y masificado. Con una importante huella de carbono difícil de revertir.
A su vez, con la concienciación sobre políticas ambientales, son muchos los consumidores que valoran cada vez más los esfuerzos que realizan las empresas en materia de responsabilidad social corporativa. El esfuerzo logrado hacer realidad el turismo sostenible.
El mayor reclamo turístico es el paisaje, también el más frágil. La construcción de infraestructuras impactan directamente sobre el entorno. Por ello, es necesario que el turismo vele por la reposición de los recursos naturales y la protección de la biodiversidad.
Además, el turismo impacta sobre la sociedad anfitriona. Las necesidades de los turistas se imponen sobre la cultura local. El turismo sostenible respeta las sociedades locales y fomenta que el turismo a partir de lo que caracteriza a una sociedad, la cultura local y sus tradiciones.
Tips para viajeros y operadores turísticos
Organismos ambientales y turísticos coinciden en que el turismo sostenible es un asunto de conciencia. El BBVA da algunos consejos antes de emprender un viaje en estas vacaciones: elegir el transporte que menos emisiones de dióxido de carbono emita a la atmósfera, ven tren y desplazarse en bicicleta o autos eléctricos.
Alójate en un establecimiento responsable, como un hotel que incluya medidas de ahorro energético y presta atención a los desperdicios y desechos. Además, es fundamental respetar el entorno natural, las tradiciones y costumbres de los habitantes del lugar. Apoyar la cultura y la economía local,
Estas indicaciones sirven para los viajeros y para los gestores de empresas y destinos turísticos para tomar las mejores decisiones. Señala la OMT que estos índices hacen que el turismo sostenible sea algo tangible y los actores implicados puedan tener una referencia clara a la hora de enfocar el negocio. De hecho, dentro del sector hotelero hay un cambio real para que sus negocios sean cada vez más sostenibles.
La principal diferencia entre un hotel sostenible y otro convencional es la puesta en práctica de medidas orientadas a reducir la huella de carbono, el consumo eléctrico y de agua, la conservación del ecosistema y sus recursos naturales. Por ello, muchos hoteles reflejan en su actividad diaria este tipo de acciones para conservar tanto la flora como la fauna y potenciar la economía local.
El turismo mundial, que alcanzó los 415 millones de viajeros en 2021 -lejos aún de los 1.500 de 2019, una cifra superior a la población de China- es otra de las palancas clave para transformar un sector de manera responsable. A nivel global, es el tercer sector más importante en materia de exportaciones