Por Iñigo Aduriz
17/10/2017
El proceso independentista ya está causando estragos en el sector turístico catalán. Desde los preludios del 1-0 hasta la fecha, la actividad turística ha caído en torno al 15%. Y se ha producido un freno significativo de las múltiples inversiones que iban a arrancar a corto plazo.
Así se desprende de los datos facilitados este martes por la patronal del turismo Exceltur. Alerta, además, del riesgo de que se mantenga la actual tendencia prevista de caída de reservas del -20%. Algo que ya se acusa en Barcelona. Si se mantiene esa tendencia el conjunto de la actividad turística en Cataluña y en especial en esa ciudad, sufriría la pérdida de 1.197 millones de euros de actividad económica.
Asimismo, de seguir esa deriva turística se vería muy afectado el empleo (405.000 personas penden del turismo). Y provocaría efectos arrastre sobre otros sectores. La situación empeoraría si se agrava «el escenario de volatilidad y altercados». Más si eso se traduce «en una imagen de conflictos permanentes e inseguridad ciudadana».
Así, el impacto negativo para el negocio turístico en el cuarto trimestre para Cataluña podría subir. Llegaría a suponer hasta 1.796 millones de menores ingresos, y la actividad turística caería un 30% en vez de un 20%.
Proceso de «inestabilidad»
La inestabilidad derivada del 1-O tan sólo afecta por el momento a la demanda turística hacia Cataluña. Pero dado su peso sobre el conjunto del turismo español, de confirmarse el escenario más moderado de caída del 20% de actividad, el PIB turístico de España acabaría creciendo en 2017 un punto menos (+3,1%, en vez del +4,1%) del previsto.
Exceltur «lamenta la creciente inseguridad jurídica vigente en Cataluña«. El temor se debe al «desafío soberanista y la notable deriva en clave turística que ello puede conllevar, si se alarga el proceso de inestabilidad». Por eso llama «a recuperar con urgencia el marco constitucional y legal bajo el que dirimir cualquier aspiración o diferencia».