Donald Trump y Jair Bolsonaro, mandatarios de EEUU y Brasil, respectivamente, abrieron las intervenciones de representantes de Estado en la Asamblea General de la ONU. Los polémicos mandatarios enfilaron sus declaraciones para reivindicar sus políticas unilaterales y nacionalistas, refiriéndose a otras cuestiones manteniendo sus posturas proteccionistas y sumamente críticas al socialismo.
Antes de los discursos de Trump y Bolsonaro, la jornada fue inaugurada por António Guterres, secretario general de la ONU. El portugués inició la sesión hablando sobre el estado del mundo actual, destacando la tensa situación en el Golfo Pérsico y su temor a una guerra comercial entre EEUU y China que sumerja al mundo en una crisis económica.
"En un mundo cada vez más dividido, necesitamos unas Naciones Unidas fuertes. Los problemas que enfrentamos son reales. Pero también lo es la esperanza".
— @AntonioGuterres a los líderes mundiales en la apertura del debate general de la 74.ª #UNGA. https://t.co/05epsDOW8O pic.twitter.com/1u8IziZkhQ
— Naciones Unidas (@ONU_es) September 24, 2019
Asimismo, recalcó respecto al cambio climático que es “una carrera que se puede ganar si es que cambiamos nuestras conductas ahora”. Advirtió que la situación «requiere también un cambio de lenguaje: ya no hay cambio climático, sino una crisis climática” .
«El Amazonas no es patrimonio de la humanidad»
Luego de Guterres llegaría al podio el mandatario brasilero. Bolsonaro se defendió de las denuncias que hace un mes llovieron en las redes sociales sobre la deforestación y los incendios en la Amazonía.
El mandatario brasilero aseguró que su país es uno de los que «más protege el medio ambiente». Con respecto a dicha región, consideró que es “una falacia” afirmar que constituye un patrimonio internacional, refiriéndose a las propuestas provenientes de Europa, específicamente de Francia y Alemania, quienes asomaron la posible propuesta de declarar el Amazonas como un patrimonio mundial.
Na ONU, levei a palavra firme do Brasil, dando voz aos verdadeiros anseios e valores de nosso amado povo. Estamos construindo um país mais próspero, onde a liberdade, a inviolabilidade da nossa soberania e a vontade dos brasileiros são os três alicerces que nos darão sustentação.
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) September 24, 2019
Además, el presidente de Brasil negó que la selva amazónica esté siendo devastada por los incendios, «como afirman los medios de comunicación mentirosos». También denunció que el interés extranjero en la región se debe a su riqueza mineral y su biodiversidad.
«Resulta falaz decir que el Amazonas es un legado de la humanidad y decir que nuestro bosque es el pulmón del mundo. Eso no tiene sentido. Recurrir a estas falacias y creer esas mentiras cuestionan nuestro valor más sagrado, nuestra soberanía”, afirmó el mandatario de Brasil.
Bolsonaro cargó contra Cuba y Venezuela
Bolsonaro, quien se estrena en este escenario mundial, agradeció primeramente a Dios por la oportunidad de “restablecer la verdad”, refiriéndose a las múltiples acusaciones que ha recibido por parte de la comunidad internacional.
De inmediato, hizo una dura condena a las políticas de izquierdas y el socialismo. «Brasil llegó a estar al borde del socialismo», afirmó, para luego denunciar que Cuba ha sido el país que ha intentado llevar el comunismo por todo el continente.
"Mi país estuvo muy cerca del socialismo, lo que nos puso en una situación de corrupción generalizada, grave recesión económica y alta criminalidad”: Bolsonaro en la ONU
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Bolsonaro hizo alusión específicamente a los 10.000 médicos cubanos que operaban en Brasil mediante planes de cooperación que duraron hasta su llegada al poder. El país «dejó de contribuir con la dictadura cubana, a la cual se enviaban 300 millones de dólares anuales mediante esos programas de cooperación», subrayó.
Respecto a Venezuela, aseguró que Nicolás Maduro sostiene una dictadura en la que fuera alguna vez una nación rica y próspera. «60.000 cubanos están en Venezuela y actúan en las áreas de inteligencia y defensa», denunció con vehemencia, y agregó que Cuba busca mantener en el poder a una «dictadura bajo la barbarie del socialismo».
«El futuro no es de los globalistas, es de los patriotas»
En otra parte de su discurso, Trump destacó su postura nacionalista en contra del multilateralismo: “Si quieres libertad, ten orgullo de tu país. Si quieres democracia, no abandones tu soberanía. Si quieres paz, ama a tu nación. El futuro no pertenece a los globalistas, sino a los patriotas».
"The future does not belong to globalists.
The future belongs to patriots." #UNGA pic.twitter.com/5qoiasN6wo
— The White House 45 Archived (@WhiteHouse45) September 24, 2019
El mandatario, en torno a su política de frontera cerrada, se mostró sumamente crítico contra quienes se aprovechan -según él- de la migración masiva hacia EEUU.
«Los activistas que promueven una política de fronteras abiertas tienen intereses por encima de las personas inocentes y socavan los derechos humanos. Sus políticas son crueles».
El presidente defendió a ultranza que todos los países tienen «el derecho absoluto a proteger sus fronteras, incluido EEUU».
Trump se refirió a China, Irán y Cuba
Donald Trump siguió a su amigo y aliado de Brasil. El mandatario estadounidense abrió con un tono moderado, en ningún momento se exaltó ni lanzó grandes amenazas, sin embargo, sí dejó clara su postura en contra de los regímenes de Irán y Cuba.
Respecto a la tensa situación en el Golfo Pérsico, Trump dirigió duras palabras hacia Irán, «el patrocinador número uno del terrorismo». Además, se refirió a la República islámica como «un fracaso de cuatro décadas y un régimen que esquilma la riqueza del país para desarrollar armas nucleares».
"Socialism and communism are not about justice. They are not about equality. They are not about lifting up the poor.
And they are certainly not about the good of the nation.
Socialism and communism are about one thing only: power for the ruling class." #UNGA pic.twitter.com/6maUKHlr8W
— The White House 45 Archived (@WhiteHouse45) September 24, 2019
Exigió acciones a la comunidad internacional, porque a su criterio «ningún Gobierno responsable debería subsidiar el ansia de sangre de Irán».
Luego de asegurar que no planea levantar las sanciones contra Irán, Trump se refirió a la crisis en Venezuela. Denunció que Nicolás Maduro es “un títere de los cubanos» y habló sobre la «opresión que se vive en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua».
En torno al tema latinoamericano, el mandatario fustigó al socialismo y al comunismo, calificándolas de «amenazas a la libertad» y asegurando que solo existen para «darle poder a la clase dominante».
Con respecto a China, Trump fue cauto pero sí se encargó de enumerar las infracciones que Pekín ha cometido en los últimos años desde que ingresó a la Organización Mundial del Comercio.
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