Por Alfonso Fernández (Efe)
09/08/2016
Tras su semana ‘horribilis’, el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha intentado relanzar su campaña con la presentación de un plan económico que promete «la mayor revolución fiscal» desde la presidencia de Ronald Reagan (1981-1989) y abogó por reducir las regulaciones federales.
«Hoy comenzamos una gran conversación nacional sobre la renovación económica de Estados Unidos», afirmó Trump en el inicio de su intervención en el Club Económico de Detroit (Michigan). El candidato republicano subrayó que Detroit, centro de la industria automovilística estadounidense y una de las ciudades más afectadas por la crisis de 2008, «es el vivo ejemplo de la agenda económica fracasada de mi rival«, en alusión a Hillary Clinton y su Partido Demócrata.
El magnate neoyorquino anunció un plan económico que incluye «rebajas de impuestos para la clase media» y «recortes masivos» de las regulaciones federales, e insistió en su intención de renegociar los acuerdos comerciales internacionales suscritos por EEUU. «Se trata de la mayor revolución fiscal desde Ronald Reagan», recalcó el multimillonario sobre sus propuestas impositivas.
En concreto, Trump citó como principales medidas la eliminación del impuesto de sucesiones, la reducción de la tasa a las empresas estadounidenses al 15 % desde el actual 35 %, y la desgravación de los gastos por el cuidado de hijos. Rebajaría y simplificaría también el impuesto individual de ingreso. De los siete rangos actuales, se pasaría a solo tres: 12 %, 25 % y 33 %.
Durante su discurso, que dio tras ser precedido por su candidato a la vicepresidencia, el gobernador de Indiana Mike Pence, Trump fue interrumpido por manifestantes más de diez veces. Sin embargo, el candidato republicano eludió la confrontación y esperó pacientemente a que los manifestantes fueran desalojados de la sala por los agentes de seguridad.
Cargó, además, contra las propuestas de Clinton como mera «continuación» de las políticas del actual presidente de EEUU, Barack Obama, y señaló que la candidata demócrata representa «al pasado». «Nuestra oposición hace tiempo que se quedó sin ideas (…) Nosotros somos la candidatura del futuro», agregó.
Para Trump, una de las principales causas de la mala situación económica en EEUU es el excesivo peso del Gobierno federal y la elevada carga de regulaciones, especialmente en materia medioambiental. «Cuando tome posesión del cargo, emitiré una moratoria temporal para frenar nuevas regulaciones», dijo Trump en su discurso, de una hora de duración y que leyó íntegramente, algo poco habitual en el candidato, que presume de no seguir pautas marcadas y romper con la clase política tradicional. Adelantó, en este sentido, su intención de romper con el Acuerdo del Clima de París alcanzado a finales de 2015, que busca frenar el calentamiento global, ya que, a su juicio, desincentiva la inversión empresarial y la creación de empleo.
Una vez más, se refirió a uno de sus ejes de campaña, la política comercial y su rechazo a los tratados comerciales internacionales por sus nefastos efectos sobre los trabajadores estadounidenses. «Tengo un objetivo fundamental, quiero que los trabajos y la riqueza se queden en EEUU», enfatizó.
Recalcó, de nuevo, que de llegar a la Presidencia sacaría a EEUU inmediatamente del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), pactado con otras naciones de la cuenca del Pacífico, y renegociaría el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), sellado con México y Canadá hace dos décadas. La alocución se circunscribió exclusivamente al ámbito económico y no contó con las habituales digresiones fuera del guión del locuaz magnate neoyorquino.
Trump, que ha caído notablemente por detrás de Clinton en las encuestas tras varias polémicas en las últimas semanas, especialmente su enfrentamiento con los padres musulmanes de un soldado estadounidense caído en Irak, busca así relanzar su campaña en un momento de crecientes dudas entre los propios republicanos sobre su capacidad de vencer en las elecciones de noviembre. Curiosamente, será también la ciudad de Detroit donde su rival demócrata presentará este jueves más detalles de su programa económico.