Por Cambio16
12/02/2018
Donald Trump quiere cerrar la Estación Espacial Internacional (EEI) y prepararse para privatizar la carrera espacial. La Casa Blanca recortará los fondos para la EEI en 2025. Frente a ello, la administración estadounidense se inclina en estrecha colaboración con el sector privado. Tanto para la externalización de comunicaciones tierra-espacio como para los futuros viajes.
El recorte del presupuesto de la EEI, a oficializarse este 12 de febrero, supone para la Casa Blanca un fin de los aportes dentro de siete años. Asimismo, planea crear un nuevo programa de $ 150 millones para preparar a las compañías privadas para hacerse cargo de las operaciones. Compañías como Bigelow Aerospace, Nanoracks, Blue Origin de Jeff Bezos o Space X de Elon Musk serían las primeras en ser llamadas en este nuevo enfoque de privatizar la carrera espacial.
Bigelow Aerospace ya tiene un contrato de investigación extraterrestre. Nanoracks trabaja con la NASA para lanzar satélites. También Blue Origin y Space X investigan las mejores vías de transporte de carga. Prueba de ello fue el último lanzamiento del Falcon Heavy, hecho por la segunda. Pero la cosa va más allá. Algunas empresas (como Bezos o los fundadores de Made in Space ) piensan que la fabricación orbital tiene futuro, y otros piensan que el turismo espacial o la extracción de recursos podría ser lucrativo.
El plan que prevé privatizar la carrera espacial
El presupuesto del presidente también avanza para financiar nuevas alianzas con compañías privadas para aterrizar robots en la luna. También financia nuevas naves espaciales, construidas por Boeing y SpaceX de Elon Musk, que se espera traslade astronautas a la EEI el próximo año. Y como colofón acelera un plan para lanzar el primer cohete privado a la luna para 2020. Por ello proporcionará un impulso a las empresas privadas que esperan moverse más rápido que el gobierno en lo que respecta a la exploración espacial.
Pero privatizar la carrera espacial implica sacrificios. El presupuesto de la Casa Blanca está recortando $ 100 millones de la cuenta operativa de la EEI. También elimina el programa de educación independiente de la NASA. Y además apagaría el DISCOVR, el satélite de monitoreo del cambio climático encaramado entre la tierra y el sol. El presupuesto también ordena a la NASA que reemplace los sistemas terrestres satelitales que utiliza para comunicarse con sus naves con alternativas operadas de manera privada.
Los legisladores que finalizarán el plan de gastos de la NASA probablemente harán cambios significativos en esta visión. Aunque algunos consideran que sus costos pesan sobre todo el programa espacial. Otros se muestran reacios a desmantelar la EEI. De hecho, hasta ahora, Trump no ha podido confirmar siquiera su polémica elección del congresista de Oklahoma Jim Bridenstine, para dirigir la agencia espacial.