POR NARKYS BLANCO
09/10/2017
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El gobierno del presidente de Estados Unidos Donald Trump derogará este martes el llamado Plan de Energía Limpia de Obama (CPP, por su sigla en inglés) con el cual EEUU pretendía reducir la contaminación de dióxido de carbono en alrededor de un tercio en 2030, en comparación con los niveles de 2005.
El administrador de la Agencia de Protección Ambiental, Scott Pruitt, confirmó hoy la información así como el fin de la iniciativa para recortar las emisiones de las centrales de carbón. Con ella se buscaba reducir las emisiones de CO2 en alrededor de un tercio para 2030, en comparación con los niveles de 2005. La información ya la había adelantado la semana pasada Bloomberg News y posteriormente el The Washington Post. No fue hasta hoy cuando se hace oficialmente ambos medios de comunicación, en una propuesta de 43 páginas se mencionaba, entre otras cosas, que la derogación se solicitaría oficialmente este martes aduciendo que “la administración anterior excedió su autoridad legal” al imponerla.
El documento filtrado no muestra un plan alternativo de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para regular las emisiones de dióxido de carbono. Indica, más bien, que buscará en la opinión pública la mejor manera de reducir las emisiones de las centrales eléctricas de gas natural y carbón, reporta The Washington Post.
El Plan de Energía limpia ha sido polémico
El Plan de Energía Limpia fue diseñado para contener las emisiones de dióxido de carbono de las plantas de energía a carbón existentes, así como promover la producción de energía renovable y una mayor eficiencia energética.
Desde que se anunció el plan en 2005 representantes de las industrias petroleras y productoras de energía habían expresado que esas regulaciones los fuerzan a cerrar sus operaciones y hasta a subsidiar esencialmente las industrias de energía limpia competidoras. Los opositores argumentaban que EPA había sobrepasado su autoridad regulatoria con las nuevas leyes y por eso deberían ser derogadas. Esta decisión se suma a otras como el anuncio de la retirada de EEUU del Acuerdo de París y la propuesta de recorte de presupuesto que pueda afectar la investigación de la ciencia que mide cambio climático.