Por Cambio16
30/4/2017
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dio ayer un baño de masas en Pensilvania para celebrar sus cien primeros días de mandato, un periodo en el que ha cumplido “una promesa tras otra” pese a las críticas de los medios de comunicación, a los que calificó como una auténtica «desgracia» y criticó que están alejados de la realidad. “Mis primeros cien días han sido muy productivos (…) Hemos cumplido una promesa tras otra”, dijo Trump en un acto en Harrisburg (Pensilvania), uno de los estados claves de su victoria electoral en noviembre pasado, puesto que no votaba por un candidato presidencial republicano desde 1988.
El mandatario lanzó una nueva andanada de ataques a la prensa. “Si el trabajo de los medios es ser honestos y decir la verdad entonces creo que estamos de acuerdo en que la prensa se merece un suspenso bien grande y gordo”, sostuvo ante los aplausos de los cerca de 10.000 asistentes.
“No podría estar más emocionado de estar a más 150 kilómetros de la ciénaga de Washington”, señaló en referencia al hecho de que es el primer presidente en el cargo que esquiva el evento en la capital estadounidense, algo que no ocurría desde hace más de dos décadas.
Trump rechazó las críticas vertidas sobre los fracasos registrados durante sus primeros 100 días de mandato, como la negativa del Congreso a aprobar su reforma de la ley sanitaria conocida como Obamacare y el bloqueo de los tribunales a su prohibición de entrada temporal en EEUU de viajeros procedentes de siete países de mayoría musulmana. En este sentido, enfatizó que “las prioridades de la prensa no son vuestras prioridades” y volvió a recalcar que está concentrado “en volver a hacer grande de nuevo a EEUU”, su lema electoral.
Reiteró asimismo los ejes de su campaña, como su voluntad de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México o Canadá y su polémica promesa de construir el muro en la frontera sur. “No os preocupéis, lo vamos a construir”, dijo sin comentar los obstáculos que enfrenta en el Congreso, donde los legisladores han mostrado sus reticencias a desembolsar fondos para la ampliación del muro existente.
El presidente anunció que estará “tomando una gran decisión sobre el Acuerdo de París en las próximas dos semanas. Veremos qué ocurre”, y a la vez que reiteró su compromiso para revitalizar la industria del carbón y el petróleo.
Las declaraciones de Trump se producen el mismo día que se celebraron multitudinarias marchas en defensa del clima y contra sus políticas de desregulación medioambiental en Estados Unidos, incluida una con miles de manifestantes en Washington.
Esta semana, el mandatario firmó una orden ejecutiva para revisar las prohibiciones impuestas por Obama para permitir explotaciones petroleras en las costas del país, lo que podría abrir zonas del Ártico o del Golfo de México a nuevos pozos.
Estados Unidos está sopesando si se mantiene en el Acuerdo Internacional de París sobre cambio climático, que busca un cambio de modelo de desarrollo libre de combustibles fósiles y fue firmado por su predecesor Barack Obama.
Trump también se refirió a la escalada de tensiones con Corea del Norte, y defendió que está trabajando con China para solucionar un problema que calificó de “complicado”. De hecho, insistió en que su decisión de no designar a China como manipulador de divisas, como había prometido, responde a la colaboración estrecha con Pekín para rebajar el conflicto. “Creo que no es el momento de designar a China como manipulador de divisas”, afirmó.