El presidente de los Estados Unidos (EEUU) Donald Trump ha hecho público este jueves un plan para acelerar los permisos para grandes obras de fomento de infraestructuras de agua, mineras, carreteras u oleoductos, incluso dejando de lado su posible impacto sobre el cambio climático.
El plan presentado por Trump cuenta con el impulso del Consejo de Calidad Ambiental de la Casa Blanca (CEQ) y ayudaría a la administración a avanzar en macroproyectos de energía e infraestructura como el oleoducto Keystone XL o carreteras, puentes y edificios federales.
Si la polémica propuesta sale adelante marcará la primera revisión en cuatro décadas de la Ley de Política Ambiental Nacional (NEPA), una regulación ambiental fundamental. Es parte del esfuerzo más amplio de Trump para reducir la burocracia regulatoria para impulsar la industria.
«La burocracia innecesaria ha disminuido con el tiempo las expectativas de excepcionalidad y excelencia estadounidenses», ha dicho el secretario del Interior, David Bernhardt.
Trump se apoya en los combustibles fósiles
La regla propuesta dice que las agencias federales no tendrían que tener en cuenta los «impactos acumulativos» de un proyecto, lo que podría incluir su impacto en el cambio climático, facilitando que los principales proyectos de combustibles fósiles eviten desafíos legales.
La presidenta del CEQ, Mary Neumayr, ha dicho a los periodistas que la agencia evaluará las alegaciones sobre si abordar o no los impactos climáticos de manera más explícita durante el período de revisión pública.
Los esfuerzos de Trump para reducir la burocracia regulatoria cuentan con el respaldo de la industria. Pero hasta ahora han fracasado en gran medida al desencadenar oleadas de demandas que la administración ha perdido en los tribunales, según un recuento en curso por el Instituto de Integridad de Políticas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York.
En los últimos años, los tribunales federales han dictaminado que la NEPA requiere que el gobierno federal considere la huella de carbono de un proyecto en las decisiones relacionadas con el arrendamiento de tierras públicas para perforar o construir tuberías.
Evaluaciones ambientales menos rigurosas
Para los proyectos que requieren evaluaciones detalladas de impacto ambiental, la regla limitaría el período de revisión a dos años, así como la duración del informe. Las evaluaciones ambientales menos rigurosas tendrían un plazo de un año.
Según CEQ, la duración promedio de una Declaración de Impacto Ambiental en regla es actualmente de 600 páginas y lleva 4,5 años hasta su conclusión. Las agencias federales de los EEUU preparan aproximadamente 170 de esas evaluaciones por año.
Trump, desarrollador de bienes raíces antes de convertirse en presidente, se quejaba con frecuencia de que el proceso de permisos de NEPA requiere «demasiado tiempo».
Algunos de los grupos industriales más grandes del país, incluidos la Cámara de Comercio y el Instituto Americano del Petróleo, también se han quejado por los «largos retrasos» en los permisos.
Oposición ecologista a los planes de Trump
Las organizaciones ambientalistas, en cambio, consideran que el plan eliminará una herramienta eficaz para proteger a las comunidades locales de los impactos adversos de un proyecto revisado y diseñado rápidamente que pueda ser perjudicial para el medio ambiente.
«Las acciones destructivas de hoy por parte de Trump, si no son bloqueadas por los tribunales o revertidas de inmediato por el próximo presidente, tendrán repercusiones en las próximas décadas», considera Rebecca Concepcion Apostol, directora del programa estadounidense en Oil Change International.
Por su parte, The National Wildlife Federation de EEUU insta a la Administración a que «retire esta propuesta equivocada que destripará el derecho del público a ser escuchado y descartará la toma de decisiones basada en la ciencia».
Previsiblemente los grupos ecologistas trabajarán durante el periodo de exposición pública y alegaciones para revertir, o al menos suavizar en lo posible, la propuesta realizada por la administración de Trump.
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