Donald Trump instruyó a la Administración General de Servicios a que “haga lo que tengan que hacer respecto a los protocolos iniciales” de la transición de la Presidencia a Joe Biden. Pero insistió en denunciar “la que se considera la elección más corrupta en la historia política estadounidense (…) nunca cederé a votos falsos”.
El anuncio del presidente de Estados Unidos ocurre tres semanas después celebrarse los más polarizados comicios presidenciales, y ante un clima de fuerte tensión en el conteo y reconteo de votos. Trump sigue sin reconocer la victoria del demócrata Biden en la contienda nacional. Seguirá intentando que su denuncia de fraude prevalezca y se imponga en los tribunales. Dice poseer suficientes pruebas y miles de evidencias.
Estos veintiún días han transcurrido para el presidente Trump, dando continuidad a su agenda de Estado y en su esfuerzo para desenmascarar hechos irregulares en el manejo de las papeletas. Mientras, Biden realiza entrevistas de trabajo que anticipan el rumbo de su gestión, especialmente sobre el combate a la pandemia de la COVID-19, asuntos de seguridad nacional y relaciones exteriores. También baraja los nombres de quienes serán parte de su equipo de gobierno.
Trump instruyó a la administradora de la GSA, Emily Murphy a comenzar los protocolos, una vez que Administración General de Servicios certificara la victoria del demócrata. A partir de ahora el sucesor de Trump podrá acceder a fondos clave, oficinas, reuniones informativas de inteligencia clasificadas y acceso a agencias.
«Quiero agradecer a Emily Murphy en la GSA su firme dedicación y lealtad a nuestro país. Ha sido acosada, amenazada y objeto de abusos, y no quiero ver que esto le pasa a ella, su familia o a empleados de GSA”, tuiteó Trump. Mientras reiteraba que “nuestro caso continúa FUERTEMENTE, seguiremos la buena lucha y creo que prevaleceremos. Sin embargo, en el mejor interés de nuestro país, recomiendo que Emily y su equipo hagan lo que tengan que hacer respecto a los protocolos iniciales, y le he dicho a mi equipo que haga lo mismo».
Trump accede al proceso de transición
El equipo de transición del presidente electo Joe Biden anunció que en «los próximos días» tendrá reuniones con los funcionarios del gobierno de Trump para hacer efectiva la transferencia de poder y recibir plenas funciones el 20 de enero de 2021.
«En los próximos días, los funcionarios de transición comenzarán a reunirse con funcionarios federales para discutir la respuesta a la pandemia. Y tener información detallada de nuestros intereses de seguridad nacional», dijo el director ejecutivo del equipo de transición de Biden, Yohannes Abraham.
Señaló además, que la decisión de GSA «es un paso necesario para comenzar a abordar los desafíos que enfrenta nuestra nación. Incluido el control de la pandemia y la recuperación de la economía».
Horas después, Trump reiteró su lucha por la claridad de lo ocurrido en las elecciones. En respuesta a un tuit, Trump manifestó que sigue trabajando duro “para limpiar el hedor del engaño de las elecciones de 2020”.
Entretanto, Murphy se refirió a los cuestionamientos que ha recibido, pero libró de responsabilidades a la Casa Blanca. «He dedicado gran parte de mi vida al servicio público y siempre me he esforzado por hacer lo correcto. Por favor, sepa que llegué a mi decisión de forma independiente tomando en cuenta la legislación y los datos disponibles”, indicó en una carta pública.
Asimismo manifestó que «nunca fui presionada directa o indirectamente por ningún funcionario de la rama ejecutiva. Incluyendo a quienes trabajan en la Casa Blanca o en la GSA en relación con el contenido o con el momento de tomar mi decisión».
Murphy afirmó también que no recibió «ninguna indicación para postergar mi decisión». En cambio, aseguró que “sí recibió amenazas en contra de su seguridad, la de su familia y la de su equipo para forzarla a tomar esta decisión de forma prematura».
Dijo en la misiva que reconoce que Biden es el «ganador aparente» de las elecciones, que su papel no es referirse a la legalidad de los votos, que esos asuntos los deben dirimir los tribunales.
El equipo de Biden: diversidad étnica y mujeres en altos cargos
El gobierno de Joe Biden pareciera que será un reflejo de la diversidad étnica del país, de acuerdo con los nombramientos públicos. Además de Kamala Harris, como primera vicepresidenta, Avril Haines será la primera mujer en dirigir el Centro Nacional de Inteligencia. Fue asesora del Departamento de Seguridad Nacional en el Gobierno de Obama y la primera mujer que ocupó uno de los altos cargos de la CIA.
Alejandro Mayorkas, el primer latino que podría desempeñarse como secretario de Seguridad Nacional, es abogado cubano-estadounidense. También fue nombrado John Kerry, el exsecretario de Estado de Barack Obama y uno de los autores del Acuerdo de París. Será el enviado presidencial para el Clima.
Igualmente, Anthony Blinken fue nominado para secretario de Estado y Linda Thomas-Greenfield, ocupará el cargo de embajadora de Estados Unidos ante la ONU. Fue la principal diplomática en África durante la gestión de Obama y abordó, entre otras cuestiones, la crisis del ébola. Jake Sullivan será asesor de Seguridad Nacional.
«En la Administración Biden-Harris, la seguridad nacional y política exterior estadounidense estarán dirigidos por profesionales con experiencia. Dispuestos a restaurar el liderazgo de principios en el escenario mundial y un liderazgo digno en casa», indicó el equipo del demócrata. «Es hora de restaurar el liderazgo americano», escribió Biden en su cuenta Twitter.
Otros nombres que han circulado en la lista para conformar el equipo de Biden, están Janet Yellen. La expresidenta de la Reserva Federal es la principal candidata para dirigir el Departamento del Tesoro. Aunque también suenan los nombres de Lael Brainard, de la junta de la Fed, o Sarah Bloom Raskin, exsecretaria de la agencia económica.
Michelle Flournoy, exoficial de los equipos de Clinton y Obama, lidera la carrera para la Secretaría de Defensa. De confirmarse, se convertiría en la primer mujer al frente del Pentágono. Tammy Duckworth, senadora por Illinois y exsoldado en Irak, también opta al cargo y sería la primera estadounidense de origen tailandés del gabinete de Biden.
Entretanto, minorías quieren puestos en el gabinete por su apoyo a Biden en las elecciones. Dirigentes descendientes de los pueblos originarios piden que alguien de esa minoría dirija la poderosa dependencia que supervisa a las tribus de Estados Unidos. Lo mismo hacen las comunidades de origen mexicano, asiático y los afroamericanos. Quieren que el nuevo gobierno se enfoque en los problemas de esas comunidades y que más miembros de esos grupos ocupen cargos públicos.
El presidente Trump, luego de aceptar la transición, escribió: “Emily Murphy ha hecho un gran trabajo. Pero la GSA no determina quién será el próximo presidente de los Estados Unidos”.
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