Por Andrés Tovar
28/01/2017
Después de aprobar resoluciones ejecutivas durante toda la semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este viernes varios decretos para regular el flujo de entrada de inmigrantes en su país bajo la reforma de un conjunto de normas que pueden poner en serias dificultades aspectos importantes como el comercio y el turismo, un principio central de su plataforma política.
Junto al ya anunciada norma de «investigación extrema» sobre las personas procedentes de Oriente Medio, la cual ha sido institucionalizada por decreto, el mandatario dio instrucciones al Departamento de Estado de suspender inmediatamente el Programa de Exención de Entrevista de Visa de los EE.UU. (Visa Interview Waiver Program), que permite a los viajeros de 38 países, incluyendo gran parte de Europa -entre ellos España-, para renovar las autorizaciones de viaje sin una entrevista en persona. Alemania, Japón, Francia, Italia, Portugal y Chile forman parte de una lista de países, tradicionalmente aliados de EE.UU.
Trump's order suspends the U.S. visa INTERVIEW waiver program (not the whole program) which impacts travelers from these U.S. allies: pic.twitter.com/TCxo4fS5fH
— Dan Merica (@merica) January 28, 2017
Asimismo, según información extraoficial obtenida por Cambio16, funcionarios consulares de EE.UU ya habrían recibido la orden de detener los procesos de solicitud de nuevos visados en todas las oficinas de migración y hacer una revisión exhaustiva de estos procesos.
Ambas medidas podrían, en el corto plazo, traer inconvenientes a los muchos visitantes frecuentes de los EE.UU., obligándoles a tener una entrevista personal con un funcionario consular de Estados Unidos cada vez que su visa expire en lugar de simplemente renovar su pasaporte en el consulado. El Departamento de Estado no pudo confirmar de inmediato los efectos precisos de la suspensión de este programa, pero dijo que anunciaría cualquier cambio «tan pronto como sea posible».
El orden está reñida con la promesa de Trump para estimular la economía de Estados Unidos mediante la reducción de su déficit comercial y el aumento de las exportaciones. Analistas consideran que un número importante de operaciones comerciales, cercano a un 50%, tienen como actores a personas que son visitantes frecuentes del país. Asimismo, el dinero que gastan los extranjeros en los EE.UU. se tabula como una exportación del país, por lo que las acciones obstaculizan tanto el flujo de entrada como el turismo son impedimentos directos a las exportaciones y agravará el déficit comercial, por definición.
Esto, sin contar que podría causar estragos en las operaciones consulares estadounidenses en todo el mundo que se ocupan de las visitas frecuentes de los viajeros que buscan visados de corta duración. No podemos decir con seguridad cuántos más visas ciertos consulados tendrán que procesar porque los EE.UU. no publica estadísticas específicas sobre el Programa de Exención de Entrevistas. El período de validez de un visado puede variar de meses a años y es a menudo diferente para los nacionales de diferentes países.
«Muro» para los refugiados
Entre otras medidas para reducir el flujo de inmigrantes, el decreto firmado por Trump determina que durante los próximos 120 días queda suspendido el programa de admisión de refugiados provenientes de varios países musulmanes. Pasado este tiempo, se limitará a 50.000 el número de refugiados a admitir durante 2017.
Mediante esas pesquisas, EE.UU. analizará de manera exhaustivas si los extranjeros de esa parte del mundo tienen antecedentes penales o mantienen vínculos con organizaciones terroristas.
En palabras de Trump, estas medidas permitirán «mantener fuera de Estados Unidos a los terroristas islámicos radicales«. Para ello, se prestará una mayor atención a la revisión de los antecedentes de aquellas personas indocumentadas y de los solicitantes de visado estadounidense que provengan de países y regiones donde proliferan las organizaciones terroristas islamistas.