Por Ores Lario
07/03/2017
La primavera llega con sus efectos más inmediatos: picor en los ojos, secreción nasal, estornudos y sensación de congestión todo el día. La alergia al polen es un problema que afecta a más de siete millones de personas en España y cada año se sufren con más intensidad, en parte debido a la subida de las temperaturas son más altas y las precipitaciones decrecen.
La primera regla para combatir las consecuencias de la alergia es evitar la exposición al alérgeno: optar por espacios interiores, mantener las ventanas cerradas e, incluso, no secar las prendas al aire libre. Sin embargo, la exposición al polen es inevitable en muchas ocasiones, con lo que unos pequeños cambios en los hábitos alimenticios ayudarán a mejorar esta incómoda sensación.
1.- Una taza de té. Sobre todo el verde contiene antihistamínicos naturales que ayudan a reducir los síntomas de la alergia. Optar por una taza caliente nada más levantarse ayuda a prevenir los estornudos. Para los ojos rojos, nada como unas bolsitas de té usadas bien frías para desinflamar y reducir las rojeces.
2.- Comidas sin especias. Durante los días en los que los picos de alergia son más pronunciados, conviene evitar las comidas demasiados especiadas o picantes, ya que reducen el efecto antihistamínico al provocar grandes flujos de histamina, que afecta doblemente en temporada de alergias.
3.- Probióticos– En época de alergias es importante mantener el sistema inmunitario en buen estado, para lo que los probióticos hacen la función perfecta: tanto los yogures naturales como aquellos reforzados con lactobacillus se vuelven imprescindibles a la hora de reducir los síntomas de la alergia.
4.- Omega-3. Gracias a su poder anti-inflamatorio, los ácidos grasos Omega-3 contenidos en alimentos como el atún o el salmón ayudan a mejorar dos de los efectos más directos de la alergia: el asma y la piel irritada. Según se publica la revista Time, comer 300 gramos de salmón a la semana en primavera mejorará los efectos de la primavera.
5.- Antioxidantes naturales. La función antioxidante trabaja como un antihistamínico natural, por lo que alimentos como las cebollas, pimientos, frutas del bosque o el perejil, se hacen imprescindibles durante la temporada de alergias, ya que contienen quercitina, uno de los principales antioxidantes, presentes en frutas y verduras.
6.- Dieta mediterránea y baja en sal. Reducir el contenido de sal de los alimentos mejora los síntomas del asma así como el funcionamiento de los pulmones. Además, optar por una de las dietas más sanas del mundo como es la mediterránea (muy completa en frutas, verduras, cereales, pescado y. sobre todo. aceite de oliva) es el arma perfecta contra los síntomas más agudos de la alergia.
Estos consejos alimenticios provienen de Kaiku Sin Lactosa.