Por Cambio16
13/01/2017
«Como saben ya hace algún tiempo comuniqué al Gobierno mi decisión de ser relevado como embajador en el Reino Unido, puesto en el que he cumplido más de cuatro años. En los últimos días he pedido al Gobierno que este relevo se produjera cuanto antes, para no interferir en la acción de Gobierno. Ya puedo anunciarles que así se producirá mañana por los cauces establecidos». Con estas sucintas palabras presentaba ayer su dimisión el exministro de Defensa y hasta hoy máximo representante de España en Gran Bretaña, Federico Trillo.
El que entre 2000 y 2004 fue el máximo responsable militar del país, y quien entre 1996 y 2000 fue el presidente del Congreso de los Diputados, se limitó, durante una breve comparecencia, a repasar su trayectoria al frente de la Embajada de España en el Reino Unido y a «desear suerte» a su sucesor en el cargo, que aún no tiene nombre.
Pero Trillo no hizo mención al caso del Yak-42, y eso a pesar de que tras su dimisión está el informe filtrado por el Consejo de Estado que responsabiliza a su equipo de haber hecho caso omiso a los informes que advertían de que la aeronave en la que fallecieron 62 militares tras estrellarse en las montañas de Turquía en 2003, no cumplía con los requisitos de seguridad exigibles.
El exministro tampoco ha pedido perdón a los familiares y demás víctimas del siniestro, que llevan más de 13 años exigiendo responsabilidades políticas por lo sucedido. Por ello, anoche, la Asociación de familiares de víctimas del Yak-42 pidió al Gobierno que Trillo sea «destituido para significar ante toda España que su conducta es impropia de cualquier sociedad democrática».
Mediante un comunicado, la Asociación expresó su indignación por el anuncio del exministro de Defensa en una comparecencia «sin preguntas» y por su intención de reincorporarse a su carrera profesional en el Consejo de Estado.