POR CAMBIO16
26/07/2017
La muerte de un joven de 23 años en el estado de Mérida, en el occidente venezolano, eleva a tres los muertos en todo el país durante el paro general opositor de 48 horas contra el presidente Nicolás Maduro que comenzó el miércoles.
«Fiscal 13 de Mérida investiga muerte de Enderson Caldera (23), quien fue herido este 26/7 durante una manifestación en Timotes», escribió hoy en su cuenta oficial de Twitter la Fiscalía general de Venezuela.
El Ministerio Público había informado anoche del fallecimiento de un adolescente de 16 años durante una manifestación en la barriada caraqueña de Petare, considerada una de las barriadas pobres más grandes de América Latina.
Antes, la Fiscalía había reportado la muerte de un hombre de 30 años, Rafael Antonio Vergara, durante otra manifestación en Mérida.
Agentes de las fuerzas del orden y participantes en el paro cívico convocado por la oposición se enfrentaron ayer en varios puntos de Caracas cuando la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada) intentaba despejar las calles.
Líderes de la oposición han responsabilizado directamente al presidente por las muertes de los tres manifestantes.
Con estos nuevos fallecimientos, 103 personas han muerto desde el 1 de abril en la presente ola de protestas contra el Gobierno.
Más de 150 personas fueron detenidas en la primera de las dos jornadas de paro convocadas por la oposición, lo que eleva a 4.500 los detenidos en el marco de las protestas contra el Gobierno.
El paro -al que se han sumado más de 350 sindicatos y que tiene el apoyo de la patronal- busca forzar a Maduro a detener el proceso para elaborar una nueva Carta Magna a través de la Asamblea Nacional Constituyente que debe elegirse este domingo.
La huelga general
Bajo fuerte tensión, la oposición venezolana inició este miércoles una huelga de 48 horas para obligar al presidente Nicolás Maduro a suspender la elección, el domingo, de una Asamblea Constituyente con la que temen una instauración oficial de una autocracia en el país.
El paro inició a las 06H00 locales (10H00 GMT) con bloqueos de calles en todo el país, lo que hace temer brotes de violencia pues la semana pasada otro cese de labores, de 24 horas, dejó cinco muertos en protestas hechas en las barricadas.
https://youtu.be/KdLISBI_wQs
En vísperas de la huelga, muchos venezolanos acudieron a los supermercados y panaderías para abastecerse de alimentos, en tanto que miles cruzaron la frontera para comprar provisiones o salir del país, ante la incertidumbre de lo que pueda pasar estos días.
El domingo se celebrará la polémica elección de los 545 miembros de Asamblea Constituyente, convocada por Maduro para reformar la Carta Magna creada bajo el gobierno de su mentor, el fallecido presidente Hugo Chávez.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) convocó para el viernes, a una gran marcha en Caracas, bajo la advertencia de que si Maduro insiste en la elección, boicoteará la votación.
En un vídeo difundido la noche del lunes en su Twitter, el líder opositor Leopoldo López, en su primer mensaje bajo arresto domiciliario, pidió a los venezolanos “seguir en las calles hasta alcanzar la libertad” y pidió a la Fuerza Armada no ser “cómplice” de un fraude constitucional.
El fuerte rechazo a la Constituyente -según la consultora de opinión venezolana Datanálisis de más del 70%– intensificó aún más las protestas que iniciaron hace cuatro meses para exigir la salida de Maduro, y que ya dejan un centenar de muertos, miles de heridos y cientos de detenidos.
Venezuela pide “no más chantajes”
El gobierno de Maduro enfrenta también el malestar de muchos venezolanos -el 80% según esa encuestadora- por la profunda crisis económica en que cayó el país, donde la comida y la medicinas escasean y los precios suben todas las semanas.
La oposición acusa a Maduro de convertir a Venezuela en una dictadura y destruir su economía -caerá un 12% este año según el FMI-.
La patronal Fedecámaras exigió a Maduro no avanzar en su intención de “imponer” una Constituyente que traerá más “hambre” al país, en tanto que las principales centrales obreras anunciaron que se sumarán a la huelga.
Sin embargo, el gobierno controla la estratégica empresa petrolera PDVSA, fuente del 96% de divisas del país, y el sector público, de más de tres millones de empleados.
El gobierno comprobará que los beneficiarios de sus programas sociales participen en la elección, para lo cual deberán presentar en las urnas el “Carné de la Patria”, que los acredita como tales, lo cual es denunciado por la oposición como un mecanismo de presión y control.
El opositor Henrique Capriles pidió a los empleados públicos no aceptar “más chantajes” del Gobierno. “Trabajadores públicos deben terminar de romper las cadenas”.
La oposición asegura que el paro de la semana pasada fue cumplido en un 85%.
https://youtu.be/10k0_-VV73c
Pero Maduro no quiere detenerse
La Constituyente ha sido fuertemente criticada por gobiernos latinoamericanos y europeos, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con sanciones económicas si se concreta.
Maduro, sin embargo, no ha mostrado ninguna señal de retroceso. Más bien insiste en que la Constituyente “ya es un hecho”.
Y como muestra de su postura radical, tres magistrados de una corte suprema designada por el Parlamento de mayoría opositora fueron detenidos estos días.
La MUD no participará en la Constituyente alegando que no fue convocada en referendo y el sistema de elección de los asambleístas fue diseñado para que el gobierno la controle y haba una Carta Magna a su medida para garantizar su permanencia en el poder.
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, una veterana chavista que rompió con Maduro, advirtió que la Constituyente será un “cheque en blanco” para el gobierno y llamó a los venezolanos a jugar todo para detenerla.
Mientras tanto, el gobierno fuerza la maquinaria del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para lograr una votación masiva.
Según los analistas una alta abstención restaría legitimidad a la Constituyente, frente a los 7,6 millones de votos que según la MUD obtuvo en el plebiscito simbólico que hizo el 16 de julio contra esa iniciativa.
Pero Maduro se dice seguro de obtener un éxito el domingo. Así lo proclama mientras baila en los mitines, mientras que la represión sigue en las calles del país caribeño.