El nuevo coronavirus, SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19 tiene una ventaja sobre los investigadores: su maquinaria genómica especial le permite corregir errores y multiplicarse más eficazmente. Aunque no resulta tan mortal como el brote de SARS en 2002, estas y otras particularidades son las que los investigadores y científicos deben sortear para dar con un tratamiento.
Fármacos de otras enfermedades mortales
En estos momentos se prueban diferentes fármacos para ganarle la carrera al nuevo coronavirus con un tratamiento, pues recordemos que no tiene vacuna. Entre los fármacos en experimentación se está probando la cloroquina, un medicamento usado en el tratamiento de la malaria y otras enfermedades autoinmunes.
También se están haciendo ensayos con el remdesivir, un fármaco desarrollado para el ébola. Kaletra es otro de los fármacos con los que se experimenta. Este último se utiliza en el tratamiento del VIH. Se conoce que en China se están desarrollando diferentes ensayos basados en tratamientos de otras enfermedades. Pero no solo en China se mueve la maquinaria científica contra el coronavirus. En todo el mundo se busca un tratamiento para esta particular cepa que saltó de los animales a los humanos.
A la caza de un virus escurridizo
Señala Isabel Sola, viróloga del Centro Nacional de Biotecnología de Madrid, en una entrevista a ABC que desde el punto de vista sanitario el virus es “escurridizo y se propaga muy bien”. Por ejemplo en China y en Japón se están registrando casos de reinfecciones. Señala que desconoce los detalles, pero que todo es “muy extraño y difícil de explicar”.
En España, el nuevo virus avanza con más de 70 personas infectadas. Desde Salud Pública se ha asegurado siempre que el país cuenta con un sistema capaz de responder a las necesidades que surjan con el brote.
En este momento, hay casos confirmados en diferentes comunidades autónomas, pero el foco de contagio que más preocupa es el municipio Torrejón de Ardoz en Madrid, pues se desconoce quién ha sido la fuente del contagio en esta localidad y cuatro de estos pacientes no han viajado a ninguna de las zonas de riesgo.
Alerta en Torrejón de Ardoz
Desde este municipio madrileño se ha importado un caso a Ecuador. Una mujer ecuatoriana de 71 años que reside en Madrid y llegó el pasado 14 de febrero en un vuelo directo hasta Guayaquil. De los 10 casos confirmados en la comunidad de Madrid, la mayoría se concentra en Torrejón. Por el caso de la mujer hospitalizada en Ecuador, se presume que el nuevo virus corre por la ciudad desde una fecha anterior al 13 de febrero, fecha en la que esta ciudadana ecuatoriana salió de la ciudad.
Los expertos señalan que se encuentran en alerta, pues manejan dos escenarios. Primero, donde los contagios son limitados y otro, donde los contagios son exponenciales. Ante este contexto de poca certidumbre, contar con un tratamiento contra el coronavirus resulta fundamental para el control del brote. Sin embargo, no es algo que vaya a llegar de la noche a la mañana. Isabel Sola, por ejemplo, lleva dos décadas de trabajo conjunto con Luis Enjuanes para desentrañar los misterios de la familia de virus coronavirus.
Tratamiento contra el coronavirus de la noche a la mañana
En España, al parecer, hay un gran interés por los acontecimientos relacionados con el nuevo virus, pero no hay una alarma social de acuerdo con una encuesta realizada por El País.
El sondeo a 600 personas en línea arrojó que menos del 50% de los encuestados está preocupado por el nuevo coronavirus, mientras que un 36,1% podría estar algo preocupado por el virus. Hasta ahora en España no han acontecido fallecimientos y el número de afectados sigue siendo menor al de países como Japón o Corea del Sur. Sin embargo, España mantiene un alto intercambio de viajeros con Italia, donde cuatro regiones están calificadas como zonas de riesgo.
Desde la OMS y las autoridades sanitarias españolas siempre ha habido una claridad: es un virus desconocido que inevitablemente se está propagando. Entonces, el panorama que se avizora sería que los Gobiernos estén preparados para el impacto en sus sociedades o por lo menos tomen medidas frente al nuevo virus. Mientras, los científicos escudriñan día y noche para encontrar un tratamiento contra el coronavirus.
Para finales de abril se esperan los resultados de la experimentación que se hace con remdesivir en China. Mientras tanto lavarse las manos y tener una higiene respiratoria pareciera la consigna. De principio hay que aceptar que para el coronavirus no hay un tratamiento y que este no va a llegar de la noche a la mañana.
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