Las similitudes en forma y función de algunos órganos de los cerdos con las del ser humano ha llevado a la ciencia a experimentar, en tres oportunidades, con trasplantes de riñón y corazón a pacientes con salud muy comprometida. Incluso se ha procedido a la modificación genética para que estos órganos sean más compatibles con el sistema inmunológico humano y, sin embargo, luego de procedimientos quirúrgicos exitosos, las personas no han logrado sobrevivir.
Richard Slayman se convirtió, en marzo de 2024, en el primer receptor vivo de un riñón de cerdo, un hito científico que tuvo lugar en el Hospital General de Massachusetts, en Estados Unidos. Siete semanas después, pese al acertado xenotrasplante, la historia de “Rick’ llegó a su fin. El 11 de mayo su familia informó de su repentino fallecimiento y el equipo de atención médica convalidó la noticia. Pero no han hallado indicios de que el deceso sea resultado de su reciente intervención.
En EE UU, la mayoría de personas deben esperar entre 3 y 5 años para recibir un riñón y deben apuntarse en una lista de espera. Se estima que unas 17 personas mueren al día esperando un trasplante. Actualmente se encuentran 103.223 hombres, mujeres y niños anotados para todos los órganos, según la Administración de Recursos y Servicios de Salud. En vista de estos datos, los xenotrasplantes se convirtieron en una alternativa que se debía explorar.
El caso de Slayman coincide con el de dos antecesores que recibieron corazones de cerdo y también murieron aproximadamente dos meses después de sus trasplantes. El tiempo de supervivencia de estos receptores demuestra que estos trasplantes pioneros entre especies «no han tenido tanto éxito como se habría predicho», afirma Robert Montgomery, cirujano de trasplantes de la Universidad de Nueva York, a la revista Nature.
Historia de trasplantes de órganos de cerdo
Pero los tres procedimientos ofrecieron esperanza a personas desesperadamente enfermas que se habían quedado sin opciones. Los investigadores dicen que han aprendido lecciones valiosas de los primeros trasplantes de órganos de cerdos a humanos. Desde los tipos de medicamentos que los receptores necesitan hasta la cantidad de pruebas a las que deben someterse los órganos de cerdos. «No es un problema insoluble Me alienta saber que hemos llegado a donde estamos», afirma Montgomery.
Los investigadores se han centrado en los cerdos como especie donante porque el tamaño y la anatomía de sus órganos se parecen a los de los humanos. Además, son prometedores los datos de primates no humanos que han recibido órganos de cerdo. Un estudio publicado en 2023 indica que cinco monos sobrevivieron cada uno durante más de un año después de recibir riñones de cerdo trasplantados.
El primer xenotrasplante a una persona viva se realizó en 2022, cuando David Bennett, de 57 años, recibió un corazón de cerdo y sobrevivió 60 días después del procedimiento. Un segundo hombre, Lawrence Faucette, recibió un corazón de cerdo en 2023 y sobrevivió 40 días.
Muhammad Mohiuddin, cirujano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore, cita varias explicaciones posibles para la muerte de Bennett. El experto formó parte del equipo de atención de ambos trasplantes de corazón de cerdo
En las semanas previas a su muerte, Bennett tuvo una infección, por lo que los médicos le administraron una terapia de estimulación inmunológica compuesta por anticuerpos combinados de miles de donantes. Más tarde, los científicos descubrieron que algunos de los anticuerpos habían reaccionado con el órgano del cerdo, lo que significa que el tratamiento podría haber exacerbado la condición de Bennett.
Mal procedimiento o mala salud del receptor
Desde entonces, Mohiuddin ha trabajado con bancos de sangre locales para desarrollar formas de detectar anticuerpos reactivos. Otra posible explicación para la supervivencia limitada de Bennett es una infección latente del corazón trasplantado con un patógeno llamado citomegalovirus porcino, que podría haberse activado y luego dañado el corazón. El virus se encontró en el órgano después de la muerte de Bennett. Pero las pruebas previas al trasplante no lo detectaron. Indica que se deben utilizar pruebas más sensibles para examinar los órganos.
Todos los xenotrasplantes en personas vivas han recibido la aprobación de «uso compasivo» de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. Concedida en casos raros en los que la vida de una persona está en riesgo y no hay otros tratamientos disponibles.
“Las personas tratadas por esos motivos tienden a estar mucho más enfermas que la persona promedio en la lista de espera de trasplantes. Esto dificulta determinar si un resultado desfavorable es consecuencia del procedimiento o de la mala salud del receptor”, dice Mohiuddin. Algunos investigadores presionan a la FDA para que inicie ensayos clínicos del procedimiento, lo que permitiría una evaluación de su desempeño.
Es posible, por ejemplo, que la mala salud subyacente haya contribuido a la muerte de Richard Slayman, el primer receptor vivo de un riñón de cerdo. Tatsuo Kawai, uno de los cirujanos que realizó el trasplante en el Hospital General de Massachusetts, le dijo a Nature que el riñón de Slayman funcionaba bien el día antes de su muerte y que murió por razones no relacionadas con su trasplante. El año anterior al procedimiento, Slayman había desarrollado insuficiencia cardíaca congestiva.
Nuevos hallazgos
Los investigadores también están experimentando qué se puede hacer antes del trasplante para prevenir mejor el rechazo del órgano de cerdo. Una técnica consiste en modificar genéticamente los cerdos donantes. Pero el número de ediciones genéticas necesarias para evitar el rechazo está lejos de estar determinado, advierte Montgomery.
eGenesis, una empresa de biotecnología en Cambridge, Massachusetts, crió el cerdo utilizado en la cirugía de Slayman. Y ha producido cerdos con un récord de 69 ediciones, tanto para evitar el rechazo como para reducir el riesgo de que un virus escondido en el órgano pueda infectar al receptor. Mientras tanto, Revivicor, una empresa de Blacksburg, Virginia, ha optado por unas diez ediciones genéticas.
Montgomery y su equipo probaron un nuevo enfoque utilizando el timo, un órgano que podría ayudar a enseñar al sistema inmunológico del receptor a reconocer el órgano del cerdo. Injertaron el timo del cerdo original en el riñón y luego trasplantaron ambos a Lisa Pisano, de 54 años, el 12 de abril. Utilizaron un cerdo con una sola modificación genética, lo que podría facilitar el aumento de la producción de órganos porcinos, dice Montgomery. Pisano permanece estable en el hospital, añade.
Aún queda mucho por aprender, afirma. En un estudio de próxima aparición Montgomery y sus colegas analizaron muestras de tejido de dos personas que habían sido declaradas legalmente muertas antes de recibir un corazón de cerdo. Y descubrieron que a nivel celular, el rechazo de órganos xenotrasplantados parece «muy diferente del de los órganos trasplantados de un donante humano”.