Una voz más contra la aviación y su efecto en la crisis del clima. Un estudio internacional, dirigido por la Universidad de Manchester, publicó que el transporte aéreo mundial representa el 3,5% del calentamiento climático antropogénico.
A su vez, dijo que solo un tercio del efecto climático de la aviación corresponde a las emisiones de dióxido de carbono y dos tercios a otros efectos. Las estelas de condensación y los cirros constituyen el aspecto más notorio.
El transporte aéreo ha emitido 32.600 millones de toneladas de dióxido de carbono en un periodo comprendido desde 1940 hasta 2018. Otro dato, la mitad de las emisiones de dióxido de carbono se dieron solamente en los últimos 20 años. La causa radica en el aumento de los números de vuelos y rutas. También en la ampliación del tamaño de la flota, sobre todo, en Asia.
“El equipo de investigación calcula que la cifra de 32.600 millones de toneladas representa alrededor del 1,5% del total de las emisiones antropogénicas de dióxido de carbono. El transporte aéreo aporta 3,5% al calentamiento global”.
Emisiones investigadas
La información corresponde a los resultados de una investigación que miembros de la Universidad de Manchester dirigieron. En esta también participó, entre otras instituciones, el Centro Aeroespacial Alemán (DLR, por sus siglas en alemán). El trabajo se publicó en la revista Atmospheric Environment.
Los científicos analizaron los factores que influyen en el impacto climático del transporte aéreo. El objetivo era poder saber, por primera vez, cuál era el impacto climático global.
“El estudio es el primero de su tipo desde 2009 y proporciona la información más completa hasta la fecha sobre el efecto del transporte aéreo en el clima. Se usaron cálculos que se fundamentan en una nueva métrica”, informó el DLR.
Así, los investigadores analizaron todos los factores a través de los cuales la industria del transporte aéreo aporta al problema del cambio climático. Para ello, toman en cuenta el dióxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, el efecto de las estelas de condensación y las estelas de nubes cirros (nubes de cristales de hielo debido a motores de aviones a altas temperaturas).
Asimismo, la investigación comprende otras emisiones importantes para el clima. Tales como el vapor de agua, el hollín, los aerosoles y las partículas de aerosoles de sulfato que provienen de las columnas de escape de los motores de los aviones.
“Con el primer uso de la métrica actualizada, que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático agregó en 2013, este estudio abre un capítulo en el análisis del impacto climático del transporte aéreo”, agrega el organismo.
La nueva métrica recibe el nombre de Fuerza Radiativa Efectiva (ERF, por sus siglas en inglés). Representa el aumento o la disminución en el equilibrio entre la energía que llega a la Tierra y que viene del Sol y la energía que ha emitido la misma Tierra desde tiempos preiundustriales.
Robert Sausen, miembro del Instituto DLR de Física Atmosférica, indicó que con la nueva métrica ERF ven que las estelas tienen menos de la mitad del efecto climático que se había calculado antes. Sin embargo, son las que, proviniendo del transporte aéreo, aportan más al calentamiento global.
“Las estelas reflejan la radiación solar hacia el espacio, lo que tiene un efecto de enfriamiento. Sin embargo, también reducen la propia radiación de calor de la Tierra, que calienta el clima. En promedio, el efecto de calentamiento predomina a escala mundial. Las emisiones de dióxido de carbono son la segunda mayor contribución, del transporte aéreo, al impacto climático.
A diferencia de los efectos de las estelas de condensación, que tienen una vida útil, relativamente corta, de pocas horas, el efecto del dióxido de carbono en el clima dura muchos siglos. Durante este tiempo el gas se distribuye, en gran medida, de manera uniforme y a largo plazo”, explicó.
Otro dato, pero en el caso de la UE
El Parlamento Europeo señaló en diciembre de 2019 que tanto la aviación internacional como el transporte marítimo representaban cada uno menos del 3,5% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la Unión Europea. No obstante, afirmó que estas han sido las fuentes de emisiones que contribuyen al cambio climático que más rápido han aumentado.
También indicó que el problema se debía, sobre todo, al crecimiento récord del tráfico. Este, a su vez, tiene que ver con el incremento del número de pasajeros y el volumen comercial.
Las emisiones de ambos sectores han aumentado en gran medida. De ahí que organizaciones como Greenpeace recomienden viajar en tren cuando sean rutas terrestres y no de larga distancia. Tampoco aconsejan el coche, considerado otro medio contaminante.
Así, el Parlamento Europeo señaló que las emisiones del transporte aéreo y del marítimo aumentaron casi 130% y 32%, respectivamente, en las últimas dos décadas. “Este fue el crecimiento más rápido en todo el sector del transporte, el único sector en el que las emisiones han aumentado desde 1990”, aseguró.
El asunto es que tampoco el panorama pinta bien a largo plazo. Se espera que las emisiones de los aviones en 2050 se incrementen de 7 a 10 veces más que en 1990. En el caso de los barcos, se calcula que las emisiones se incrementarán entre 50% y 250%.
“Las emisiones de gases de efecto invernadero, procedentes de la aviación y del transporte marítimo, han sido impulsadas, en gran medida, por el crecimiento del tráfico. El número de pasajeros aéreos en la Unión Europea se ha triplicado desde 1993. El volumen del comercio marítimo internacional también ha aumentado notoriamente en las últimas dos décadas”, afirmó.
Efectos perjudiciales del cambio climático:
- .Con la emisión de cada tonelada de CO2 desaparecen alrededor de 3 m² de hielo estival en el Ártico.
- Aumentan los niveles de mar y de las regiones de todo el mundo que serán inhabitables.
- Significa un mayor riesgo de desplazamiento forzado de las poblaciones humanas, fuertes fenómenos meteorológicos, posibles crisis sanitarias, amenazas a la agricultura y al suministro de alimentos, y conflictos por el acceso al agua y a la tierra fértil.
- En el caso del tráfico aéreo, la personas que viven cerca de los aeropuertos están expuestos a mayores riesgos para la salud, sobre todo, presión arterial alta y enfermedades cardíacas. Estos son algunos de los efectos de la exposición al ruido de las aeronaves y a los fuertes niveles de partículas suspendidas en el aire.
A los representantes de la industria les gusta señalar que las emisiones de la aviación representan solo el 2% de las emisiones mundiales de CO2 y que los vuelos internacionales representan solo el 1,3%. Lo que omiten convenientemente es que la proporción de emisiones del sector de la aviación está aumentando rápidamente
El espejismo de la aviación verde, del Stay Grounded & Periskop
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