La transición hacia un futuro energético más limpio y sostenible es un imperativo global. La Unión Europea, pionera en la lucha contra el cambio climático tiene una ambiciosa estrategia para lograr la neutralidad climática en 2050. Pero se enfrenta a un desafío crucial: la dependencia de la Unión de la importación de minerales críticos.
El cambio climático y la degradación del medio ambiente representan una amenaza existencial para la Unión Europea y el resto del mundo. La solución se aborda en el Pacto Verde Europeo, la nueva estrategia de crecimiento de Europa, que transformará a la Unión en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva. Pretende conseguir que Europa sea climáticamente neutra de aquí a 2050, impulsar la economía mediante la ecotecnología, crear una industria y un transporte sostenibles y reducir la contaminación. Traducir los retos climáticos y medioambientales en oportunidades permitirá que la transición sea justa e inclusiva para todos.
Los minerales críticos son esenciales para alcanzar los objetivos trazados. Se requieren para la fabricación de baterías, paneles solares y otros componentes clave de las tecnologías limpias. Cuya demanda está en ascenso a nivel mundial. La UE, con escasas reservas propias, se encuentra en una posición de gran vulnerabilidad. Depende de terceros países que dominan su producción y procesamiento.
Los datos son elocuentes. A principios del siglo XX, Europa representaba alrededor del 40% de la producción minera mundial. En 2021, solo produjo el 5,2% del total de minerales y esa cifra se ha reducido al 3%. Mientras, Asia acaparó el 60,4%. La UE afronta una serie de riesgos, desde la volatilidad de los precios, las interrupciones en las cadenas de suministro y la dependencia geopolítica.
Nuevo reglamento
El litio, el cobalto y el níquel, fundamentales para las baterías de los vehículos eléctricos, son solo algunos de los minerales críticos que importa la UE. La dependencia de terceros países no solo afecta a la producción, también al procesamiento y la refinación de esos materiales. Otorga a China una posición de evidente dominio en la cadena de valor.
Consciente de la gravedad de la situación, la Comisión Europea propuso un reglamento de materias primas para garantizar un suministro seguro y sostenible de minerales críticos. Establece una serie de medidas para aumentar la capacidad de extracción, transformación y reciclaje de minerales críticos, y para diversificar las fuentes de suministro.
Los objetivos son ambiciosos. Para 2030, la UE pretende cubrir al menos el 10% de su consumo anual de materias primas estratégicas mediante la extracción propia, el 40% a través de la transformación y el 25% mediante el reciclaje. Para garantizar la diversificación de las importaciones de materias primas, ningún tercer país podrá aportar más del 65% del consumo anual en algún segmento de la cadena de valor. La Comisión Europea había establecido para 2019 el objetivo de reciclaje en 65% de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y del 70% para 2020. Pero, en 2024 solo se reciclan alrededor del 40%.
Malas noticias
La transición climática es una transición de materiales. Las conversaciones se centran en el suministro de materias primas fundamentales para cumplir los objetivos energéticos y climáticos. La UE necesita construir las tecnologías, en cantidades y a la velocidad adecuada, pero muchas requieren materiales importados de unos pocos países. Por tanto, enfrenta una creciente dependencia de las importaciones de minerales y tecnología esenciales para la transición hacia las energías renovables.
Un estudio realizado por Michalis Christou, experto principal en energía, cadenas de suministro de materiales y autonomía estratégica, y Samuel Carrara, responsable de proyectos científicos, ambos del Centro Común de Investigación, se refiere a la magnitud de esta dependencia y sostienen que la preparación es crucial.
Las materias primas críticas tienen una importancia económica significativa y están expuestas a un alto riesgo de suministro, a menudo debido a una elevada concentración de la oferta en unos pocos países. Se prevé que su demanda global aumente exponencialmente en pocos al mismo las necesidades de la UE.
Estrategia de la UE
La Ley de Materias Primas Críticas de la UE intenta proporcionar a los europeos una base normativa para desarrollar los recursos nacionales, diversificar el abastecimiento y reforzar las cadenas de suministro y la circularidad. Procura garantizar las normas sociales y medioambientales más estrictas. Sin embargo, queda mucho por hacer. El estudio del Centro Común de Investigación prevé que la demanda de los materiales fundamentales para la transición ecológica aumente de aquí a 2050. En particular, la demanda de tierras raras se quintuplicará de aquí a 2030.
Michalis Christou afirma que «la transición ecológica requiere una gran cantidad de minerales críticos y la UE es muy dependiente de las importaciones de China. Es crucial que diversifique sus fuentes de suministro y aumente su capacidad de reciclaje para garantizar un suministro seguro y sostenible.
La UE trabaja en el desarrollo de tecnologías para la transición energética. Pero las baterías de iones de litio y las células de combustible de hidrógeno también requieren minerales críticos que aumenta la dependencia de las importaciones. Se tratando de abordar el problema mediante la financiación de proyectos de investigación y desarrollo de reciclaje, y la extracción de minerales críticos dentro de la UE.
Dependientes de China
El estudio del Centro Común de Investigación demuestra que la UE, en muchas de las tecnologías estratégicas de energía limpia, depende totalmente de China tanto para las materias primas como para otros segmentos de la cadena de valor. Para satisfacer las necesidades de turbinas eólicas, la demanda de tierras raras se quintuplicará de aquí a 2030. La presidenta Úrsula von der Leyen lo reconoció.
La previsión exhaustiva del CCI analizó de las15 tecnologías cruciales (para lograr las transiciones ecológica y digital, y la agenda de defensa y espacio de la UE), en cinco sectores: energías renovables, electromovilidad, tecnologías de la información y la comunicación, industria y aeroespacial y defensa.
Tiene el control
La demanda de materias primas claves para las tecnologías estratégicas de la UE y sus objetivos de seguridad aumentará rápidamente, tal vez por encima de la oferta, mientras que las opciones de sustitución son limitadas y muy difícil el aumento de la producción. Igualmente, habrá un aumento rápido y multiplicado de la demanda de materias primas fundamentales para los objetivos ecológicos, digitales y de seguridad de la UE. La cuota de la UE en la producción mundial de materias primas no supera el 7%.
La UE es líder mundial en producción de turbinas eólicas, pero depende totalmente de China para los imanes permanentes y las tierras raras que requieren. También es el principal proveedor mundial de células y módulos solares fotovoltaicos de silicio cristalino, la tecnología que se desplegará para quintuplicar la capacidad fotovoltaica de la UE de aquí a 2030. Asimismo, las materias críticas son fundamentales para los electrolizadores de hidrógeno. El plan REPowerEU, para dejar de importar energía de Rusia en 2027, exige multiplicar por diez la capacidad de fabricar electrolizadores, pero será poco probable por la escasez mundial de iridio
Europa desguarnecida y vulnerable
El panorama es preocupante. En la UE la demanda de litio para baterías se multiplicara por 12, en 2030, y por 21, en 2050. A nivel mundial, el aumento será de 90 veces en 2050. Un patrón similar se prevé en el grafito (natural y sintético) La demanda aumentará 26 veces en 2050. El papel dominante de China suscita preocupación no como competencia sino por el riesgo de interrupciones del suministro. Un importante riesgo geopolítico.
Hay esperanzas
Europa no dispone de materiales alternativos, por lo que la estrategia más prometedora es la investigación e innovación en materiales avanzados. Tanto para la autonomía de la UE, como para su liderazgo mundial. Los materiales avanzados pueden disminuir los costes de producción, aumentar la eficiencia y hacer la producción más sostenible. El Centro Común de Investigación sostiene que los materiales avanzados pueden ser buenos para la innovación y sustitución en muchas tecnologías de energía limpia. “Pero se enfrentan a barreras para su adopción generalizada”, indican
También podría haber una reducción constante del contenido de tierras raras en los imanes permanentes de los generadores eólicos. Una comunicación de la Comisión Europea sobre el suministro de materiales avanzados para la industria considera la energía una de las principales prioridades de investigación e innovación.
Como señala el estudio del CCI, la UE necesita garantizar el suministro de materias primas estratégicas para lograr sus objetivos ecológicos, digitales y de seguridad mediante una acción urgente y decisiva en varios frentes. «Desde la diversificación de las fuentes de suministro y el desarrollo de la capacidad de reciclaje, hasta la mejora de la eficiencia de los materiales y la promoción de la innovación e inversión en tecnologías de sustitución», afirma. Nada simple y muy costoso.