A un mes de la COP28 en los Emiratos Árabes Unidos, el fondo para compensar los daños climáticos –exigencia clave de los países en desarrollo en las negociaciones de la ONU– sigue sin concretarse luego de una reunión ministerial de dos días en Abu Dabi. Todavía los países tienen una oportunidad de avanzar en la solución de la financiación de pérdidas y daños. De lo contrario, arriesgan a otro año de retrasos que profundizarían la desconfianza global.
Las negociaciones para establecer un fondo para ayudar a los países a recuperarse de los impactos destructivos del cambio climático comenzaron en la COP27, en 2022. Entonces se alcanzó un acuerdo histórico para crear el organismo cuyas definiciones aún son inciertas. Llevan meses de lentas conversaciones. De hecho, la última ronda fracasó en Egipto a mediados de octubre. Afloraron desacuerdos importantes y persistentes entre el Norte Global y el Sur Global, Una división sobre cuál el daño y el país es elegible para recibir financiamiento, quién paga y cómo se distribuye el dinero.
“Sin un acuerdo esta semana, la COP28 no tendrá éxito”, señaló Avinash Persaud, negociador de Barbados. «Es mucho lo que está en juego y sin un consenso sobre el fondo antes de la cumbre en EAU, se agravará aún más la desconfianza entre los países vulnerables», añadió.
Sin acuerdo el fondo de daños climáticos
Unos 70 ministros han mantenido una variedad de reuniones para intentar destrabar las negociaciones sobre el fondo para compensar daños climáticos. «Tenemos que avanzar. Tenemos que utilizar cada día para avanzar», afirmó el presidente de la COP28, Al Jaber.
«La dinámica es buena, pero todavía queda mucho por hacer en estas semanas», admitió la negociadora alemana, Jennifer Morgan. Un negociador africano dijo que “las verdaderas batallas ocurren en la propia COP.
La ministra francesa de Energía, Agnes Pannier-Runacher, considera que «el nudo principal es el fondo de ‘pérdidas y daños climáticos'». El fondo, cuya adopción se presentó como el gran logro de la COP27, aún es una propuesta. No hay nada decidido. ¿Cómo funcionará, quién lo financiará, quién se beneficiará?. Sin embargo, los países en desarrollo exigen su puesta en marcha en la COP28. «Estados Unidos, por ejemplo, no quiere poner un céntimo si China puede beneficiarse», dijo Pannier-Runacher.
La propuesta de Estados Unidos es que el Banco Mundial administre el fondo que pagaría a los países más pobres que sufran daños climáticos irreversibles. El planteamiento amenaza con sacudir las conversaciones de la ONU. El equipo negociador encabezado por el enviado climático John Kerry respaldó a regañadientes en 2022 la idea de establecer un fondo para “pérdidas y daños” climáticos sufridos por las naciones en desarrollo.
¿Voluntariado u obligación?
Las naciones en desarrollo han favorecido la creación de un fondo similar a otros establecidos en el programa climático de las Naciones Unidas,que operan como organismos independientes bajo la ONU. Sin embargo, se oponen a la propuesta de Estados Unidos de incluirlo dentro del Banco Mundial. Una institución que muchas naciones ven como una herramienta del mundo industrializado para imponer sus políticas económicas. «Los sauditas no quieren ninguna formulación que expanda la lista de donantes más allá de los países desarrollados», comentó un delegado europeo.
Nadie sabe cuánto podrán recaudar los países ricos. A la fecha se han quejado de las dificultades para cumplir su promesa de financiar con 100.000 millones de dólares anuales la lucha climática. El fondo para pérdidas y daños climáticos «es voluntario, no una obligación», precisa la ministra francesa de Energía.
La asesora climática de Amnistía Internacional, Ann Harrison, sostuvo que un fondo de pérdidas y daños que funcione y sea eficaz es una cuestión de vida o muerte para las personas que enfrentan sequías, inundaciones, aumento del nivel del mar y pérdida de medios de vida, entre otros. “Es vergonzoso y preocupante que todavía no se haya alcanzado un consenso sobre cómo debe financiarse y gestionarse”, apuntó.
Francico y Carlos III van a la COP28
Francisco, desde el Vaticano, y el rey Carlos III, desde el Reino Unido, confirmaron su participación en la COP28. Será la primera vez que un papa participe en la cumbre del clima que se realiza anualmente desde 1995.
El 11 de octubre, Francisco recibió en el Vaticano al presidente de la COP28 y ministro de Industria y CEO de ADNOC, la compañía petrolera de EAU. El nombramiento de Al Jaber como presidente de la COP28 ha sido cuestionado por los activistas ecologistas. El mes pasado, Francisco aludió esas preocupaciones. Dijo que aunque EAU sea un «gran exportador de energías fósiles», también ha realizado «importantes inversiones en las energías renovables. «Decir que no hay nada que esperar sería un acto suicida, porque implicaría exponer a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, a los peores impactos del cambio climático», afirmó
El rey Carlos III asistirá a la instalación de la cumbre. Como heredero al trono, durante décadas hizo una fuerte campaña sobre asuntos medioambientales y el impacto del cambio climático.
En la antesala de la COP28, la comunidad médica y sanitaria mundial remitió una carta al presidente de la cumbre. Reclaman que los países participantes se comprometan a la eliminación “acelerada, justa y equitativa de los combustibles fósiles” para mejorar la salud de todos. La carta, abierta a nuevas adhesiones, es coordinada por Salud sin Daño y la Alianza Global para el Clima y la Salud. Cuenta con el respaldo de organizaciones que representan a 46,3 millones de profesionales de la salud.