Cuando Hugo Chávez asumió el poder en 1999 anunció un gobierno de los pobres. Y tanto él como su sucesor han cumplido. Los índices de pobreza han aumentado salvaje y sostenidamente en estos 20 años de revolución socialista. Los datos más recientes confirman una exagerada e indetenible tendencia de empobrecimiento. Trabajar todo un mes para ganar menos de un euro es la realidad de millones de venezolanos.
En 1999, la pobreza en Venezuela alcanzaba al 41,7% de la población. Desglosando ese dato, el 15,9% estaba en situación de pobreza extrema. La tasa de inflación era del 20% anual. No era buenas cifras, y el ex militar golpista ofreció un cambio. El petróleo estaba a menos de 7 dólares el barril y el peso del servicio de la deuda externa afectaba los ingresos.
Para 2019, el 96% de la población estaba en situación de pobreza, incluyendo un 52% en el rango de pobreza extrema, y muy extrema. La inflación fue de 9.585,5% (no es un error de transcripción).
Menos de un euro al mes
Actualmente, el salario mínimo mensual, establecido por el régimen dictatorial de Nicolás Maduro, llega a 400.000 bolívares mensuales. A la tasa del día viernes 2 de octubre, el euro se cotiza en 489.000 bolívares. Esto quiere decir que la dictadura venezolana exhibe como su mayor logro, que un trabajador sobreviva con menos de un euro al mes. Exactamente 82 centavos. Sectores sindicales han dejado de llamarlo salario mínimo y lo denominan «salario mísero».
Y no se trata únicamente del ingreso nominal, y que el costo de la vida se corresponda con el nivel de los salarios. Es que con 87 centavos de euro no se compra ni un café. El Centro de Documentación y Análisis, una oficina del gremio de los maestros) estima el costo de la canasta alimentaria, que incluye los productos esenciales, para el mes de agosto en 57.660.000 bolívares. Esto sería, también al cambio del viernes, el equivalente a 117,91 euros al mes. Solo en comida, faltan los servicios, la salud, el entretenimiento, el alquiler, el transporte, la ropa, las medicinas, el médico y los gastos imprevistos que son muchos en un país donde nada funciona.
En términos sencillos, un salario mínimo le alcanza a un venezolano para comprar el 0,69% de los alimentos que requeriría para su familia.
Estos datos también son un logro de la revolución. En 1999, el salario mínimo en Venezuela equivalía a unos 220 euros, a la tasa de cambio de esa época. Como lo ofreció Chávez, en 20 años el cambio ha sido bastante significativo. Demoledor.
A cuántas personas afecta
La situación es particularmente grave en el caso de los pensionados, cuya paga mensual se calcula con base en el salario mínimo. El fruto de una vida de trabajo y cotizaciones al sistema de Seguro Social se traduce en 0,82 euros para cubrir sus necesidades de alimentación, salud, vivienda, servicios y recreación por un mes. Cerca de 4 millones de venezolanos de la tercera edad están hundidos en esta penosa situación.
También se ubican en torno a los 4 millones los trabajadores que reciben este salario, especialmente en la administración pública.
Igualmente, otros 10 millones de venezolanos reciben unas bonificaciones eventuales que asigna el régimen dictatorial y que Maduro anuncia con bombos y platillos. No obstante el escándalo comunicacional, estos desembolsos ocurren, en promedio, cada dos meses y nunca llegan a los 5 euros.
Trabajadores en desbandada
Para peor, los salarios de la administración pública, en general, se calculan sobre la base del sueldo mínimo. Por esta razón, estos trabajadores y personal profesional, como los médicos, los profesores universitarios y los investigadores científicos, perciben un ingreso que, en algunos casos, podría llegar a 1,50 o 2,25 euros por mes. Una razón para que miles de miles de profesionales, abandonen sus empleos calificados y se dediquen a labores informales, como el comercio o el trabajo doméstico, en los que obtienen algunos ingresos en dólares. Tal es el caso de educadores, administradores, técnicos.
Ha sido incluso el caso de cirujanos, enfermeras y otro personal sanitario. La dictadura los ha amenazado con cárcel si se niegan a reincorporarse a los trabajos, que abandonaron por los míseros salarios que recibían, en los hospitales públicos en plena pandemia. Amén de los bajos salarios, también deben cumplir sus funciones en medio de una desprotección total. Ya suman 126 los trabajadores del sector que han muerto por causas relacionadas con la COVID-19. Así lo reflejan los datos de la ONG Médicos Unidos de Venezuela y de la Federación Médica Venezolana.
Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica, afirmó que el 22% de los fallecidos en Venezuela son médicos. Y si se suma a todo el personal sanitario el dato es el 30% de los decesos.
Pobreza creciente
Los últimos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2019-2020 muestran que el 96% de la población venezolana es pobre, una realidad que afecta más a las mujeres. “La clase media desapareció y 54% de los encuestados se ubica en pobreza reciente”, anota. El estudio es coordinado por las tres principales universidades del país, dos públicas y una privada. De acuerdo con la encuesta, apenas 20,7% de la población tiene cómo cubrir la cesta básica.
“Más del 70% de ese 96% de la población que está en pobreza, está en pobreza extrema, es decir, que no tiene nada que comer. Entonces, hablamos de una gravedad enorme”, dijo Francisco Coello, sociólogo y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello.
Devaluación de la moneda
En estos 20 años de revolución socialista, «los logros» en la economía saltan a la vista. Además de las cifras de pobreza, salario mínimo e inflación, lo relativo a la fortaleza del signo monetario traspasa cualquier cifra imaginable. Los ceros que se le han agregado a la moneda no caben en la mirada.
En 1999, un euro equivalía aproximadamente a unos 543,8 bolívares, a la tasa de cambio de esa época. Para 2020, la depreciación de la moneda ha obligado hacer dos reconversiones monetarias, para eliminar, en total, 8 ceros al bolívar. Ahora, un euro se cotiza en 489.457,67 bolívares. Pero, si se obvian las dos reconversiones monetarias, un euro son en realidad 48.945.767.000.000 bolívares. Para quienes les gustan las matemáticas, usando notación científica, serían 48,95 x 1010 bolívares por un euro. ¡Nada mal!
Todo un país como víctima
Esta precaria situación afecta a todo el país. Los números de la Encovi reflejan que Venezuela se ha alejado considerablemente de sus pares suramericanos y podría estar peor que Haití y algunos de los países de África más pobres y atrasados. En Venezuela, solo 3% de los hogares tienen el alimento asegurado y el 79,3% no tiene cómo satisfacer sus necesidades alimentarias mínimas, en kilocalorías. El problema va mucho más allá de trabajar todo un mes para recibir a cambio menos de un euro.
En cuanto a la información nutricional, de los menores de cinco años, de acuerdo con el indicador peso-edad, alrededor del 21% se encuentra en riesgo de desnutrición y 8% está desnutrido, un nivel que se distancia considerablemente del registro en Colombia (3,4%), Perú (3,2%) o Chile (0,5%).
La Organización Internacional para las Migraciones ubica en 4,5 millones (censados) la cantidad de venezolanos que han salido del país en los últimos años. Y todo apunta a que el número aumentará. Eduardo Stein, representantes especial de ACNUR, aseguró que se espera que, para mediados del año 2020, llegarán a 6,5 millones, «ocasionando más presión en los países que reciben a la diáspora”.
Trabajar por menos de un euro al mes, un buen motivo para abandonar el país.
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