Total Energies aprobó un proyecto petrolero de miles de millones de dólares para convertir a Uganda -sin salida al mar- en un productor de petróleo. El plan prevé la construcción de un gigantesco oleoducto de petróleo crudo de África Oriental en Uganda y Tanzania de 1.443 kilómetros. Y el desarrollo de dos campos de crudo en las orillas del lago Albert.
El ambicioso proyecto lo lideran la multinacional energética francesa y los gobiernos de Uganda y Tanzania. China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), Uganda National Oil Company (UNOC) y Tanzania Petroleum Development Corporation (TPDC), son los socios. Las firmas anunciaron la inversión de 10.000 millones de dólares para impulsar el desarrollo petrolero en la capital de Uganda, Kampala.
El desarrollo del lago Albert abarca los proyectos petroleros aguas arriba Tilenga y Kingfisher y la construcción del oleoducto en Uganda y Tanzania. Se espera que el proyecto Tilenga, operado por Total, y el proyecto Kingfisher, operado por CNOOC, entreguen una producción combinada de 230.000 barriles.
Los acuerdos alcanzados abren el camino para iniciar el desarrollo del lago Albert. Los principales contratos de ingeniería, adquisición y construcción se adjudicarán pronto y comenzará la construcción. La primera exportación está prevista para principios de 2025.
Señaló Total que los socios se comprometen a adelantar estos proyectos teniendo en cuenta los intereses ambientales y de biodiversidad. «Los proyectos Tilenga y EACOP están situados en un contexto social y ambiental sensibles. Requieren programas de adquisición de tierras con atención a los derechos de las comunidades afectadas”, apuntó.
Las evaluaciones, agregó, se llevan a cabo de conformidad con los estándares de la Corporación Financiera Internacional (IFC) y con la revisión de terceros.
Total cerró negociación petrolera en Uganda
Total Energies ofreció detalles del acuerdo alcanzado con los gobiernos de Uganda y Tanzania y sus socios para explotar petróleo. Sin embargo, se negó a revelar a sus patrocinadores financieros y alimentó la especulación de que los fondos aún no están asegurados.
A medida que los inversionistas se alejan de los combustibles fósiles, y frente a una campaña de oposición global, Total ha luchado por asegurar 3.000 millones de dólares en financiamiento. Les dijo a sus accionistas que necesita construir el oleoducto.
“Total y CNOOC se mantienen callados sobre la cuestión crucial de dónde vendrá el dinero para sus planes de oleoductos increíblemente arriesgados”, dijo Ryan Brightwell, investigador de la ONG BankTrack. “No veo nada que indique que se ha firmado un acuerdo de préstamo”.
Total dijo que el proyecto representa una inversión total de alrededor de 10.000 millones de dólares, y se espera que la producción comience en 2025, casi 20 años después de que se descubrió petróleo comercial en Uganda, en 2006. Una portavoz de Total dijo a Climate Home que la compañía no comentaría sobre la situación de la financiación.
Las autoridades de Uganda han dicho repetidamente que esperan que el proyecto impulse el desarrollo económico del país. El lunes, la ministra de Energía, Ruth Nankabirwa, escribió en Twitter que se esperaba una inversión de entre 15.000 y 20.000 millones de dólares en los próximos 5 años. Las avenidas para que Total encuentre la financiación se están estrechando. Al menos 11 bancos, 3 compañías de seguros y el Banco Africano de Desarrollo han descartado su apoyo.
Financiación arriesgada en plan de Total en Uganda
Brightwell señaló que este no sería el primer proyecto en llegar a una decisión final de inversión sin toda la financiación disponible, pero la estrategia era «arriesgada». Varios de estos proyectos, por ejemplo, la planta de carbón de Lamu, en Kenia, fueron cancelados posteriormente.
Durante la asamblea general anual de Total en mayo de 2021, los accionistas expresaron sus preocupaciones porque los bancos se niegan públicamente a apoyar el proyecto y corren el riesgo de afectar el costo de los préstamos para el oleoducto.
Total respondió que “muchos bancos internacionales han confirmado su interés en participar en este financiamiento” y que el proyecto petrolero en Uganda era “económicamente sólido”.
Jeff Mbanga, un consultor de comunicación para compañías de petróleo y gas en Uganda, comentó a Climate Home que Total había retrasado repetidamente dar luz verde al proyecto debido a la falta de fondos. “Esperamos que anunciar la decisión final de inversión tenga una implicación en el financiamiento. Asumimos que está en su lugar”, agregó.
Pero para Brian Atuheire, director ejecutivo de la ONG conservacionista AIFE-Uganda, la firma de la decisión final de inversión fue diseñada para atraer financiadores. Después de que la empresa “perdiera credibilidad” ante una campaña mundial en su contra.
AIFE-Uganda es una de las más de 50 organizaciones regionales que han pedido a Total que detenga el proyecto. Seña que la incipiente industria petrolera de Uganda “no traerá beneficios” y más bien “dejará a las comunidades, el país y la región en general peor”.
Más y más contaminación
La ruta del oleoducto atraviesa una serie de ecosistemas sensibles y humedales de importancia internacional. Los activistas han advertido que amenaza los hábitats de vida silvestre protegidos y las fuentes de agua. Miles de personas se enfrentan al desplazamiento. Los que se oponen a los proyectos dicen que están siendo atacados.
AIFE-Uganda calcula que, debido a su bajo contenido de azufre, el petróleo transportado por el oleoducto requerirá un calentamiento por encima de los 50 °C para fluir. Al quemarse, emitirá 33 millones de toneladas de CO2 al año.
Total argumenta que el proyecto está en línea con su estrategia de aprobar solo desarrollos que sean «de bajo costo y bajas emisiones». Les dijo a sus accionistas que el proyecto costaría el equivalente a 11 dólares por barril y produciría menos de 20 kg de CO2/bbl.
UE entre dos aguas y confusión de conceptos
La Comisión Europea ha dado mucho de qué hablar con su taxonomía verde. El miércoles respaldó el gas fósil como combustible de «transición» bajo su taxonomía de finanzas sostenibles. Una acción que los activistas medioambientales llamaron «el mayor ejercicio de lavado verde de todos los tiempos».
La inversión privada en la generación de energía a gas se clasificará como “transitoria”. Siempre que las plantas utilicen una proporción cada vez mayor de combustibles más limpios, como el biogás o el hidrógeno. La ley aprobada por los comisionados. Esto está sujeto a negociación con el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo en los próximos meses.
Al anunciar la decisión, la comisionada de finanzas de la UE, Mairead McGuiness, enfatizó que la taxonomía no establece la política energética, ordenando o prohibiendo la inversión en sectores particulares, pero sí aumentando la transparencia en el sector financiero.
La decisión había sido ferozmente disputada por los Estados miembros de la UE. Alemania y gran parte de Europa Central y del Este apoyaron la inclusión del gas. Mientras que Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Luxemburgo y Austria se opusieron y pueden impugnarla en los tribunales.
La taxonomía verde influirá en las decisiones de inversión privada en la UE y potencialmente creará una plantilla para otras jurisdicciones. Los activistas climáticos temen que hará que los proyectos de gas sean más fáciles y baratos de financiar, asegurando un mayor uso de combustibles fósiles.
Ariadna Rodrigo, activista de finanzas sostenibles de Greenpeace UE, dijo: “El gas es un combustible fósil y es la principal fuente de emisiones de energía de Europa. La Comisión está tratando de llevar a cabo el ejercicio de lavado verde más grande de todos los tiempos. Y si tiene éxito, sin duda dará lugar a más emisiones en el futuro”.