Alaa M. enfrenta un juicio ante el Tribunal Regional Superior de Fráncfort desde el 19 de enero. Se le acusa de crímenes de lesa humanidad. De nacionalidad siria y 36 años de edad, habría cometido actos de tortura en una prisión del servicio de inteligencia militar y en hospitales militares de Homs y Damasco.
Llegó a territorio alemán en 2015 con un visado para trabajar como médico y actuó como cirujano ortopédico en varias clínicas alemanas. En junio de 2020 lo apresaron. Numerosos refugiados sirios lo reconocieron cuando trabajaba en una clínica de rehabilitación en Bad Wildungen, una ciudad balneario en Hesse.
La Fiscalía alemana alega que Alaa M. torturó e infringió graves daños físicos y psicológicos a por los menos 18 detenidos en el hospital militar de la ciudad siria de Homs. Le imputan un asesinato. Si lo encuentran culpable el médico sirio sería condenado a cadena perpetua.
Los testigos aseguran que Alaa M. estaba en formación médica en el hospital militar cuando asistió en actos de tortura. Como médico asistente, vertió alcohol sobre los genitales de algunos prisioneros y luego les prendió fuego. Supuestamente golpeó, pateó, colgó del techo y azotó a varios detenidos.
La acusación más grave que le imputó la fiscalía alemana es la muerte de un recluso. Un preso que había sido detenido por participar en una manifestación contra el régimen sufrió un ataque epiléptico luego de una sesión de tortura. Alaa M. a quien solicitaron auxiliar al recluso, lo golpeó y pateó en dos ocasiones. Murió poco tiempo después, las causas del deceso no se determinaron.
Un médico que tortura
Alaa M. no es la excepción. En declaraciones recogidas por El País, Annsar Shahhoud, un refugiado sirio, aseguró que los médicos han participado sistemáticamente en la violencia desde 2011. «Supervisan las torturas, los asesinatos y emiten certificados de defunción falsos”, aseveró.
Houssam al-Nahhas es médico y superviviente de la tortura del sistema represivo sirio, además fue experto en Oriente Medio para la organización no gubernamental internacional Médicos por los Derechos Humanos. Aseguró que son muchos los médicos en Siria que se mantienen fiel a su compromiso de aliviar a sus compatriotas.
Al-Nahhas explicó a DW que una minoría de profesionales médicos apoyan el brutal sistema de tortura del gobierno de Assad. El sistema opresivo encontró ayudantes y partidarios entre los médicos.
Historia que se repite
La tortura no es una práctica nueva. En la antigua Roma era rutinaria para obtener confesiones. Tuvo parte importante en el Derecho Romano y luego en el Derecho Canónico, con los procedimientos judiciales de la Edad Media y alcanzó su cúspide con el Tribunal del Santo Oficio.
Las primeras referencias legales de médicos vinculados a la tortura se encuentran en la Constitutio Criminalis Carolina de 1532. Este cuerpo de leyes del Sacro Imperio Romano Germánico estabelcía la presencia oficial de un médico en las sesiones de tortura, con el principal objetivo de dictaminar la resistencia de los reos.
Para la fecha señalada el papel del médico en la tortura era más administrativo que operativo. Era el médico quien dictaminaba si un reo podía ser sometido o no a tortura. Sin embargo, en la práctica, su presencia en estas sesiones no era frecuente.
En el siglo XVIII la labor médica era más activa. El médico asesoraba con respecto a los mejores métodos de tortura para la supervivencia del reo. También dictaminaba la duración de la tortura y el tratamiento médico de las contusiones y fracturas para permitir la continuidad de la sesión.
Los médicos en el regimen Nazi
El arribo del Partido Nazi al poder en Alemanía cambio la finalidad de la tortura. Ya no se usó para la obtención de testimonios, sino para asegurar el poder mediante el terror.
El tristemente célebre Josef Mengele, apodado el «ángel de la muerte», tenía su centro de operaciones en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Allí participó en la selección de los prisioneros que llegaban, supervisó el gaseado de las víctimas y realizó experimentos inhumanos con los prisioneros.
La medicina psiquiátrica estuvo a la orden de la antigua RDA. Entre los metodos utilizados se encontraron desde la tortura del aislamiento hasta intervenciones extremadamente dolorosas sin finalidad médica. Su único objetivo era quebrar la voluntad de las personas.
Tortura en el siglo XX y más médicos
Durante el siglo XX se han conocido torturas en todo el mundo. En la Unión Soviética se diagnosticaron trastornos psiquiátricos a los disidentes políticos. Estos prisioneros fueron expuestos al contacto con criminales peligrosos y enfermos mentales violentos. Además se les administraba sobredosis de neurolépticos con fines meramente punitivos.
Las dictaduras del cono sur igualmente emplearon médicos para la tortura de los disidentes. Estos aplicaron ciertos fármacos para sedar, confundir o agitar a los detenidos.
Luego de los atentados del 9/11 y con la guerra contra el terrorismos la practica de la tortura cambio de nombre. Se rebautizó como “interrogatorio coercitivo” o “técnica mejorada de interrogatorio”. Los médicos militares fueron factor importante en esta etapa histórica de la tortura. Contribuyeron al diseño y mejora de las técnicas empleadas con los sospechosos de terrorismo.