No es uno de esos títulos que se encuentran entre los libros más vendidos. Tampoco en los best-sellers. Probablemente no lo mencionen en los clubes de lectura. Pero es un libro que ha estado en la cabecera de la cama de muchas mujeres y parejas estadounidenses. Aunque no hay una estadística de sus ventas, muchos millennials le deben la vida a Toni Weschler.
Desde la década de los noventa el libro Tomando el control de tu fertilidad (Taking Charge of Your Fertility) se convirtió en una guía esencial para las mujeres que buscaban entender mejor su cuerpo y su fertilidad. Toni Weschler es su autora. Lo publicó en 1995. Sus 557 páginas fueron un recurso invaluable para las mujeres que deseaban concebir de manera natural.
Pionera en fertilidad natural
El nombre de Toni Weschler que no es familiar. Aunque con una maestría en salud pública, se ha consolidado como una educadora y oradora sobre salud de la mujer respetada en Estados Unidos. Después de más de 40 años viviendo y respirando el conocimiento de la fertilidad, ahora reescribe Taking Charge of Your Fertility para celebrar el XXX aniversario (se publicará en 2025).
El libro es una guía detallada que enseña a las mujeres a rastrear sus fluctuaciones hormonales utilizando un termómetro y observando cambios físicos. Un conocimiento que permite a las mujeres identificar sus días más fértiles. Facilita tanto la concepción como la prevención del embarazo. Ha permitido identificar problemas de salud, como el síndrome de ovario poliquístico y la llegada de la menopausia. Al observar cambios en sus ciclos menstruales y en la consistencia del fluido cervical.
El libro es una alternativa natural a los anticonceptivos hormonales. Ofrece un enfoque más “natural” para la planificación familiar. Detrás se su popularidad no hubo campaña de mercadeo. Algunas mujeres lo recibieron de sus hermanas. Otras lo descubrieron en la casa de una prima. Se sintieron atraídas por diversas razones y un punto en común: la información sobre su cuerpo que no habían obtenido en la escuela ni en el consultorio del médico.
A la derecha y a la Izquierda
Durante años, el seguimiento de la fertilidad fue una práctica casi exclusiva de los católicos devotos. Sin embargo, Weschler, junto con un grupo de feministas seculares, logró que este conocimiento sobre la fisiología femenina se popularizara. Taking Charge of Your Fertility se ha traducido a doce idiomas y se ha mantenido en circulación .
El libro ha impulsado el uso de termómetros de alta tecnología como Tempdrop y Daysy. Usados para el control de la temperatura corporal basal. Una práctica común entre quienes buscan concebir. Hoy el libro sigue siendo un recurso útil para muchos. Sin embargo, también ha sido adoptado por los radicales de izquierdas y de derechas en la consecución de sus propios fines. Para los anticapitalista, el Método de Conocimiento de la Fertilidad es una alternativa natural y centrada en la mujer contraria a los anticonceptivos hormonales. Un recurso que conecta a las mujeres con su biología. Para los segundos, es una herramienta que permite controlar la concepción alineada con la voluntad divina. Por lo que ven el control hormonal de la natalidad como un blanco en la lucha contra el aborto.
Weschler, de 68 años, mantiene un perfil bajo. “Quiero pasar desapercibida”, dice. “Quiero que las mujeres conozcan el Método de Conocimiento de la Fertilidad. Sólo me gustaría que no fuera con mi nombre”. Nunca imaginó que proporcionar información básica sobre el cuerpo femenino se politizaría de tal manera. Nunca pretendió que el método se convirtiera en una crítica generalizada de los anticonceptivos hormonales. “Creo que mi libro fue el catalizador para difundir esta información. Lo malo es que si se pone esta información en las manos equivocadas, puede ser un desastre”, afirma.
Al comienzo fue católico, después general
La Iglesia Católica promovió la Planificación Familiar Natural, que incluye el Método de Conocimiento de la Fertilidad y el Método del Ritmo, como alternativas de los anticonceptivos hormonales o barreras físicas. Métodos que, según la Iglesia, no solo benefician la salud reproductiva, sino que también fortalecen los lazos matrimoniales.
Aunque inicialmente el Conocimiento de la Fertilidad fue practicado principalmente por católicos, clínicas de salud como Planned Parenthood comenzaron a ofrecer clases sobre cómo usarlo. Toni Weschler, que creció en Los Ángeles en una familia de académicos y artistas, asistió a una de estas clases en 1982. A pesar de su interés en la salud de la mujer, Weschler admitió que tenía poco conocimiento sobre su propio ciclo menstrual.
Después de obtener su certificación como educadora en el Consejo Regional de Planificación Familiar de Los Ángeles, Weschler comenzó a seguir su propio ciclo, tomando su temperatura cada mañana y observando los cambios en su cuello uterino y flujo cervical. Ese seguimiento le permitió entender mejor su cuerpo y su ciclo menstrual. Lo que la llevó a dedicar su vida a compartir esta información con otras mujeres.
Weschler obtuvo un máster en salud pública y comenzó a impartir sus propias clases de Conocimiento de la Fertilidad. Se unió a una red de mujeres laicas que buscaban llevarlo a un público más amplio, incluidas a mujeres solteras y parejas. Las instructoras enfatizaban la elección y la educación. Explicaban que, además de llevar un registro, las personas podían optar por utilizar preservativos u otros tipos de anticonceptivos en los días en que eran fértiles.
La única judía entre un método católico
Weschler recuerda que era la única judía en conferencias católicas sobre planificación familiar natural las décadas de los ochenta y los noventa. Debió afrontar la exclusión por enseñar a mujeres solteras y parejas, pero no se amilanó. Perseveró impulsada por su pasión por la ciencia.
En aquellos años, antes de la era de Internet, ella y otras educadoras laicas intercambiaban investigaciones científicas a través del correo tradicional. Una red de conocimiento compartido que se reunía anualmente en lugares modestos. Estaban convencidas de que la alfabetización corporal era un acto feminista. Empoderaba a las mujeres al darles más control sobre sus opciones reproductivas. Se promocionaba en periódicos locales y clínicas para mujeres. Pero la mayoría de sus estudiantes la encontraban a través del boca a boca.
Durante sus clases, los estudiantes observaban cómo Weschler utilizaba objetos cotidianos para ilustrar los cambios en el cuerpo femenino durante el ciclo menstrual. Sus alumnos eran una mezcla. Desde parejas casadas que luchaban por concebir hasta solteros que buscaban evitar el embarazo. A pesar de las dificultades, Weschler encontró satisfacción en la gratitud y el asombro de sus alumnas, que a menudo expresaban su frustración por no haber tenido esta información antes. “No puedo creer que nunca nos enseñaran esto en la escuela”, le decían y subrayaban la importancia de educación sobre la salud femenina.
Traspasar fronteras religiosas y geográficas
Consciente de la necesidad de llevar su enseñanza sobre la fertilidad más allá de Seattle, decidió escribir un libro. Invitó a su hermano Raymond, un investigador con acceso a la biblioteca de la Universidad de Berkeley, a coescribir el libro, a pesar de su falta de interés en la fertilidad. El objetivo era recrear la experiencia de sus clases en un libro accesible y bien documentado. Un proceso que la autora describe como “un infierno absoluto”. El libro, “Taking Charge of Your Fertility” se dirigía a dos públicos con objetivos opuestos: unos deseaban concebir y los otros no.
La píldora anticonceptiva hormonal, que apareció en 1960, fue vista como una forma moderna y feminista de planificar una familia. Gloria Steinem, en un artículo de 1962, describió la píldora como el comienzo de una era de “chicas autónomas”, liberadas de las restricciones de su biología. A pesar de las controversias sobre su seguridad y efectos secundarios, la píldora ha mantenido su popularidad; en 1987, el 80% de las mujeres estadounidenses declaró haberla utilizado en algún momento.
El Método de Conocimiento de la Fertilidad se originó como un método anticonceptivo promovido por la Iglesia Católica y ha sido visto como poco científico y religioso. Sin embargo, con el paso del tiempo, ha ganado reconocimiento y se ha generalizado. Cambió la percepción de las mujeres sobre la planificación familiar.
Con cautela y conocimiento del cuerpo femenino
El uso del Método de Conocimiento de la Fertilidad presenta diferentes niveles de eficacia y riesgo. Para los que buscan concebir, puede ser útil. Sin embargo, para las mujeres que intentan evitar el embarazo, un error puede tener consecuencias. Las tasas de fracaso varían entre el 2% y el 34%, según del tipo de FAM utilizado.
Chelsea Polis, epidemióloga especializada en salud reproductiva del Population Council, advierte que los estudios sobre la eficacia del Método de Conocimiento de la Fertilidad deben interpretarse con cautela. Además, aunque todas las mujeres sigan las mismas reglas, no todas interpretarán correctamente sus datos ni se abstendrán de mantener relaciones sexuales en los días fértiles.
A pesar de que la píldora anticonceptiva tiene una eficacia teórica del 99%, en la práctica, su tasa de fracaso es del 7%. Esto es especialmente cierto para el Método de Conocimiento de la Fertilidad, el cual requiere un seguimiento y comprensión activos de los biomarcadores diarios. Incluso cuando se utiliza perfectamente, la tasa de fracaso del método puede variar entre menos del 1% y el 12 %. Weschler, que los utilizó con éxito como anticonceptivo durante décadas, reconoce que requiere mucha motivación, educación y precisión. “Soy la primera en decir que el conocimiento de la fertilidad no es para todo el mundo”, afirma.
La quinta edición será la última, habrá reimpresiones
En el pasado, Weschler intentó mantener la neutralidad política de su libro. Sin embargo, ante la creciente desconfianza hacia los anticonceptivos hormonales y las nuevas restricciones al acceso al aborto, siente que no puede mantenerse neutral. Y manifiesta que apoya cualquier decisión que tome una mujer sobre su salud reproductiva. La nueva edición además incluirá una sección que menciona explícitamente la píldora anticonceptiva. Para Weschler, el conocimiento de la fertilidad va más allá. Es permitir que las mujeres comprendan su cuerpo de una manera que antes no podían.
Desde 1995, Weschler ha publicado tres ediciones más del libro. Cada una con información más detallada y actualizada. Sin embargo, el proceso de actualización nunca ha sido fácil. Actualmente trabaja en la quinta y, según sus palabras, la última edición Es sumamente meticulosa en la actualización y revisión del libro. Un error en una edición anterior, (invirtieron el código de colores de las tablas de fertilidad), la llevó a insistir en que se detuviera la venta su distribución y venta hasta que se corrigiera el error.
Gran responsabilidad de Weschler
La autora siente una gran responsabilidad al proporcionar información sobre el Método de Conocimiento de la Fertilidad. Especialmente, en un contexto en el que el derecho al aborto no está protegido a nivel federal. Para informar sobre el riesgo asociado con el Método de Conocimiento de la Fertilidad creó dos secciones en su libro Taking Charge of Your Fertility: “Control natural de la natalidad” y “Logro del embarazo”.
Cada sección proporciona instrucciones detalladas y gráficos para ayudar a las mujeres a manejar los escenarios reproductivos. A pesar de estas previsiones, se preocupaba por la posibilidad de embarazos no deseados debido a malentendidos. “Puedo arruinar la vida de las mujeres”, dice.