El verano está en su apogeo y gozamos del mejor sol del año. Cuando sienta el calor de sus rayos en su piel, no lo ignore. Por extraño que suene somos criaturas solares. Investigaciones recientes confirman lo que repetían nuestras abuelas: tomar el sol es saludable. Mejora la calidad del sueño y también el ánimo. En las sociedades primitivas el sol era visto como fuente de vida y energía. Su adoración ha sido una constante en numerosas civilizaciones y culturas. Desde los antiguos egipcios a las culturas precolombinas en América, pasando por las civilizaciones europeas y asiáticas. No estaban muy equivocados. El sol es esencial en la producción de vitaminas y hormonas.
En invierno, muchas personas experimentan sensaciones de debilidad y tristeza por deficiencia de vitamina D, Su exposición al sol es limitada. El cuerpo la produce el espectro UVB. Aunque la vitamina D se puede obtener de ciertos alimentos como pescado graso, huevos y suplementos, la luz solar es la fuente más eficaz y relevante.
La vitamina D es un regalo directo del sol. La piel, como una hoja fotosintética, convierte los rayos UVB en vitamina D. Cuando la luz solar toca la epidermis activa una cascada de reacciones químicas que culminan en la producción de una vitamina es esencial para numerosas funciones físicas y mentales. Incluida la absorción de calcio y fósforo, la protección de la salud ósea y la melatonina para el sueño. Los niveles bajos de esta vitamina D se relacionan con depresión, enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes.
La vitamina D es una hormona con múltiples funciones:
- Huesos fuertes: esencial para evitar enfermedades como la osteoporosis.
- Salud inmunológica: es clave para combatir infecciones y enfermedades.
- Sueño reparador: regular la producción de melatonina, la hormona del sueño, y contribuye a un sueño profundo y reparador.
- Bienestar mental: mejora el estado de ánimo y la cognición.
Dormir mejor
Los estudios han demostrado que los niveles bajos de vitamina D se asocian con una menor duración del sueño. La luz solar, su fuente natural, también está relacionada con la producción de melatonina y serotonina a través de la piel, cruciales en la calidad y duración del sueño. La exposición adecuada al sol mejora los niveles de vitamina D y melatonina cerebral que significa un sueño de mejor calidad. Al entender la conexión entre la vitamina D, la melatonina y el sol, es posible aprovechar al máximo los beneficios de la luz solar de manera segura y natural para mejorar la salud y el bienestar general. Una limitada exposición al sol y la prevalencia de luz artificial pueden afectar el sueño y el equilibrio hormonal.
El sol no se presenta igual en todos los rincones de la Tierra. Su posición y espectro lumínico varían según la ubicación; condicionados por la nubosidad, contaminación, estación del año y duración de la exposición. Su intensidad y perfil de espectro varían según la latitud y la estación. Aquí entra en juego el ángulo de aproximación. Si su trayectoria lo sitúa a 45 grados sobre el horizonte, los rayos UVB atraviesan la capa de ozono y nos alcanzan. Una prueba sencilla: si la sombra es más corta que la altura de la persona, es el momento de tomar sol
Pero hay más. El espectro UVA, con sus longitudes de onda más largas, siempre está presente. Penetra la atmósfera y se posa en la piel. En ese momento mágico, se activan vitamina D y la melatonina. La primera fortalece los huesos; la segunda, como un bálsamo nocturno, garantiza el sueño.
Para aprovechar al máximo el sol, por la mañana, cuando el sol despunta, siéntate sin gafas de sol y deja que la luz acaricie los ojos, que reconocerán el comienzo del día. Al atardecer, cuando el sol se acerca a su cenit, repite el ritual. Con 15 a 30 minutos al día sin protección solar, nutrirá cuerpo y alma.
Aprovéchelo al máximo, con moderación
Aunque la luz solar es beneficiosa, en exceso puede ser perjudicial.
- Tome el sol por la mañana y no use gafas de sol que bloquean la luz azul necesaria para regular el ritmo circadiano. Lo ideal es exponerse al sol sin protección solar durante 15-30 minutos por la mañana, cuando los rayos UVB son más beneficiosos.
- El mejor momento para tomar el sol es entre las 10 y las 14 horas, cuando el sol está en su punto más alto, pero por pocos minutos
- Exponga diferentes partes del cuerpo: No solo la cara, también los brazos, las piernas y la espalda.
- Hidrátese: No deje que la temperatura suba y le sorprenda.
Más sol, menos tristeza
Un reciente estudio de investigadores del Hospital Brigham and Women’s, afiliado a Harvard, indica que la exposición al sol ayuda a superar la tristeza y sugiere que el ánimo mejora pasando más tiempo al sol y durmiendo de forma regular. Además, una mayor exposición solar implica un sueño más regular y, a su vez, menores síntomas de depresión y riesgo de depresión leve o grave.
La exposición a la luz solar ayuda a regular el reloj circadiano que controla el ciclo de sueño-vigilia. Si el reloj circadiano está desregulado, puede dificultar el sueño y aumentar el riesgo de depresión. Dormir de forma regular también es fundamental para la salud mental. Un sueño profundo y reparador ayuda a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la resiliencia ante la depresión.
Pasar más tiempo en la luz brillante se asocia con síntomas de depresión más bajos, Aunque no pueden afirmar que el sol cure la tristeza, si lo hace el sueño , que está entrelazado con la luz.
Múltiples beneficios
- Menos estrés: La melatonina no solo mejora el sueño, también es una guerrera contra el estrés. Cuando está al aire libre, su cuerpo la abraza. Y como si bailara bajo el sol, el ejercicio extra también alivia las tensiones. Salga al mundo y desafíe al estrés con rayos dorados.
- Huesos fuertes: La vitamina D se produce cuando tu piel se encuentra con el sol. Solo 15 minutos al día bastan, si tiene la piel clara. Y aquí está la magia: la vitamina D fortalece tus huesos. Cuando el médico le recete sol, no lo ignore.
- Más esbeltos: ¿Quiere perder peso? Escuche al sol. Existe una clara conexión entre la luz solar y el control de peso. Salga al aire libre entre las 8 de la mañana y el mediodía. Allí, bajo su mirada, algo mágico ocurre. Quizás sea la luz, quizás el movimiento. Pero la conexión entre sol y pérdida de peso es real.
- Mejora defensas: El sistema inmunológico se fortalece con cada rayo de sol. Un sistema inmunológico robusto es un escudo contra enfermedades, infecciones y sombras. Después de la cirugía, un faro de esperanza.
- Alarga la vida: Un estudio siguió a 30.000 mujeres suecas. Las que se expusieron más el sol, vivían más de seis meses a dos años extra. No se sabe la razón. los científicos siguen buscando respuestas. Pero usted, no espere. Salga y tome su ración de sol. Y es gratis.